lunes, 29 de diciembre de 2008

Torneos cortos de emoción


Los defensores del sistema de torneos cortos incurren en confusos supuestos. Veamos. A) favorecen -o al menos alientan- a los equipos denominados chicos, y b) se trata de campeonatos pródigos en emoción y competitividad. Respecto al primer ítem, la estadística arroja números curiosos -y elocuentes-: desde la implementación de Aperturas y Clausuras (temporada 90/91), solo 4 clubes "chicos" ganaron la corona (Ñuls (3), Vélez (5), Estudiantes (1) y Lanús (1)) Esto es: 10 campeonatos sobre 36. ¿Cuántos ganaron Boca y River? sumando títulos de ambos, 20. Más llamativo, no obstante, es la emotividad que alegan ciertos voceros que ven peligrar la "atracción permanente" de los certamenes de 19 fechas. ¿Se recuerda, por caso, la temporada 86/87 que consagró a Rosario Central? Para amnésicos: 4 equipos llegaron con chances a la fecha 38. ¿Eran torneos carentes de emoción? ¿Es cierta esta tésis? Baste decir, como súplica por un retorno al campeonato con el cual crecimos, que en aquellos torneos había una estirpe en los ocasionales vencedores y/o los circunstanciales animadores del torneo. Y eso el hincha lo valora. Las referencias abundan. Con un agregado que Julito Grondona, presidente de Arsenal, omitió en su apresurado análisis de estos días: de 1982 a 1989/90 -el último antes del Apertura- salieron campeones Estudiantes (2 veces), Argentinos (2 veces), Ferro (2 veces), el citado Central y Newell's. Es decir, de doce torneos disputados, 8 fueron para los mentados "chicos". Metropolitanos, Nacionales o torneos largos, la ecuación no cambia: allí había una competencia seria, acaso menos sospechada, acaso menos histérica, acaso mejor organizada. Y también, claro, mejor disfrutada. Lo que sí es invariable, y Julito no lo desconoce, es que el nombre del presidente de la entidad rectora del fútbol argentino es el mismo en los períodos aquí reseñados.