lunes, 31 de marzo de 2008

Adiós Hugo Sánchez


Calumnió y difamó sin pudores. Se ufanó de supuestos conocimientos futboleros hasta que le llegó su turno en el Tri. Ganó y perdió, luego perdió y perdió. Sin vestigios de aquél bicampeonato dirigiendo a Pumas, resistió como pudo los embates mediáticos aunque jamás logró emular a su antecesor. Ni en los resultados ni en el juego.
Hoy es noticia porque ese hombre de aspecto ágil, escurridizo y reticente a la autoreflexión fue sorpresivamente cesanteado en su cargo. Duró apenas y un año y medio -su contrato expiraba en 2010- y se va sin dirigir mundiales y con una final perdida ante Estados Unidos (Copa de Oro 2007).
¿Justicia divina? ¿Venganza esperada? De solo escuchar nuevamente el nombre de Ricardo La Volpe como candidato a dirigir a México, reconforta y da placer. A veces, muy pocas veces, también ganan los buenos.

sábado, 29 de marzo de 2008

Mística


¿Qué tiene Boca para ganar la Copa? Principalmente, medios periodísticos que saben cómo apuntalarlo. Para creyentes o no, existen sutiles mecanismos de comunicación capaces de constuir a un campeón. No casualmente las agendas lo tienen cómo único y exluyente protagonista.

Pero además, subsiste una mística xeneize que viene del fondo de los tiempos. Y allí no hay análisis racional ni dirigencias fraudulentas ni fórmulas simplificadoras. Envoltorios de un pasado en presente y de vivencias que merodean el templo, este Boca arrasador mantiene parte de su identidad. Como una plaza redimida de sangre o viejas tradiciones políticas, no es poco convalidar en secreto las causas genuinas del peso de una historia.

miércoles, 26 de marzo de 2008

Los caminos del cambio


Cumplido el undécimo partido oficial de la era Simeone (7V-3E-1D), es tiempo de evaluar alcances y limitaciones del nuevo ciclo. Empezemos por las comparaciones. Auspicioso en los números y deficitario en el juego, es evidente que esta versión 2008 del millonario nada tiene de semejante al equipo dirigido por Passarella.

Por empezar, el ítem actitud no es un tema menor para River y allí se nota la arenga motivadora del deté. Exagerado en las gesticulaciones, inquieto para vivir los partidos, acaso algo confuso en las indicaciones a sus dirigidos, logró transmitirle ansiedad y adrenalina a jugadores acostumbrados a trabajar a reglamento. Y si algo necesitaba River era una inyección de ganas, una clase de carácter, teniendo en cuenta los desvaríos en los últimos torneos.

Otro punto a favor remite a los resultados. Bien posicionado en la Copa y el Campeonato, los números avalan a la flamante gestión. Veámos: invicto y con apenas dos goles en contra en el Clausura, rompió la racha sin ganar de visitante (la última había sido el 21 de Octubre de 2007 ante GELP), salió airoso de escenarios adversos como Ñuls o Estudiantes y se encamina a pasar de ronda en la libertadores tras el papelón del año pasado. Con un agregado: la aparente solidez defensiva exhibida hasta aquí no suele caer mal en Nuñez aunque se resigne protagonismo. Recordemos, por citar dos ejemplos, el primer River de Passarella (89-93) o el de su sucesor Gallego (1994).

Ahora, ¿alcanza para ganar alguno de los títulos en danza? Parece difícil. Sin consistencia para tener el balón, le falta juego a esta formación y no es buen síntoma juntar a Ahumada, Ponzio o
Domingo, como ocurrió ante la floja Universidad Católica en condición de local. ¿Qué puede esperarse contra el San Pablo o el Fluminense? Asimismo, subsisten desacoples de funcionamiento que obligan a ser cautos. No casualmente Juan Pablo Carrizo es la gran figura de este equipo. En tanto, poco se puede decir del nuevo desatino dirigencial en alquilar el estadio para recitales. O sí: para el fútbol de River no es negocio resignar el Monumental.

Pese a ello, ningún resultado negativo debiera interrumpir el proceso iniciado por Simeone. Con esa obsesión por el trabajo y el entusiasmo rebosante que impuso el entrenador, el horizonte deviene auspicioso si prevalece idéntico espíritu y se mejoran aspectos vitales del juego. Ocurre que después de naufragar en escándalos y vergüenzas de todo calibre, bienvenida sea la seriedad en River. Ya habrá tiempo para grandes emociones.

viernes, 21 de marzo de 2008

Hay unos tipos abajo


"El asesino es Grondona", destacaba la placa de Crónica TV los dichos de Raúl Gámez, ex presidente de Vélez Sarsfield, ayer al mediodía. Así de directo y así de seco. Casi sin mediaciones. Podemos deducir que alguien de ese canal no tuvo empacho en darle trascendencia a una voz crítica de la organización actual del fútbol sin reparar en la dureza del subrayado y sin temer eventuales represalias.

Es un hecho en el cual importan los moldes. Las habituales letras blancas matizadas con el fondo rojo de la plantalla permitían una lectura subyacente al menos para este cronista: el que habla es Gámez pero aquí hay un medio dispuesto a no cercenar ninguna voz opositora al régimen. Más: lo iremos a buscar para que diga lo que mucha gente desea escuchar. Y bien que hace Crónica en darle espacio a esas expresiones imposibles de hallarlas. Las marchas de Racing, el corte de calle de hinchas de Vélez tras la muerte de Emanuel Alvarez, los escraches leprosos contra el presidente López, entre otras acciones ya señaladas en este espacio, tuvieron el respaldo de la señal de noticias.

No fue el único dato saliente de una semana cargada de hipocresías. En el programa "A dos voces" (TN), los conductores Marcelo Bonelli y Gustavo Silvestre promovieron un panel calificado para discutir los lamentables sucesos del último fin de semana. José Luis Meizner (AFA), el abogado Guillermo Marconi, el juez Mariano Bergés y el sociólogo Pablo Alabarces debatieron acalarodamente. Mientras Meizner (qué curioso es observar la prominente papada de los hombres allegados a la AFA) desresponsabilizaba a la entidad de la cual forma parte, Alabarces tuvo la intervención más brillante de la noche: "Primera operación de la AFA: los muertos no son del fútbol, son de la sociedad. Con esta dirigencia no se puede resolver el problema porque ella forma parte del problema. Ella es el problema. La violencia es la norma no la excepción. ¿Cómo podría solucionarse? Con algo que hoy parece muy difícil; una huelga de hinchas movilizados que exigan la renuncia de la conducción del fútbol", señaló.

No salió al aire pero el encuentro terminó con cruces verbales entre el ex dirigente de Quilmes y el sociólogo y autor del libro Hinchadas y Crónicas del Aguante. "No me des la mano porque ustedes son cómplices de lo que pasa, son responsables directos", dijo Alabarces cuando Meizner intentó, infructuosamente, estrecharle el saludo.

Más allá de estas situaciones, la pantalla no se apartó lo conocido: periodistas horrorizados pese al mensaje que alienta conscientemente la violencia, funcionarios anunciando medidas estériles, gente preocupada, alguna pastilla en la página inferior del diario y poco más. Dos detalles, sin embargo, para atender de aquí en adelante: este domingo la gente de Vélez -público de avanzada en la conciencia futbolera- exhibirá su tristeza y gritará su indignación ante el poder del fútbol.

Y, posiblemente, haya reacciones en otros estadios y en otras parcialidades ante diferentes situaciones que suscitan hartazgo en muchos aficionados. El portal clarin.com, sin ir más lejos, publicó una encuesta en la cual el 75% creyó oportuno suspender el fútbol luego del asesinato del Emanuel Alvarez.

Así las cosas, conviene ser cautos antes de bajar la guardia. Ese hombre que ríe y dice que todo pasa porque "por más dictaduras o democracias" la historia debe seguir y la gente olvida rápido, tiene bastante de qué preocuparse. Cuando haya más pantallas como Crónica alterando su zapping y observe detrás de la cortina que el repudio crece y se multiplica, tal vez se sienta acorralado como otros oscuros personajes que disfrutan hoy del arresto domiciliario.

Llegado ese momento, entonces sí habremos honrado como corresponde a nuestros muertos queridos.

domingo, 9 de marzo de 2008

El modelo


Bordeando el estadio de San Lorenzo, riñón del Bajo Flores porteño, conversábamos con un amigo de Huracán. De su pasión por el globo, el barrio chico y su infancia en Pompeya. Es hincha-hincha este amigo pese a la seguidilla de causas que lo alejaron definitivamente del Ducó, las populares visitantes y la televisión paga. "Es todo muy trucho", se quejó. Y remitió a los negocios que salpican al juego. Eso que a muchos nos interpela con frecuencia y no le damos importancia porque necesitamos creer en algo. Para vivir y darle sentido a las cosas.

Mientras intentaba replicar sobre los efectos del despojo televisivo, Fito, mi amigo, me paró en seco. "Pará, pará. No solo vació a los clubes, también implementó un modo de hacer periodismo nefasto. Hacerles creer a millones de pibes que la vida pasa por ahí, la televisión, la vida fácil, minitas, la casa del jamón y vender alarmas de seguridad y hojitas de afeitar", agregó entre la rabia y la resignación. La caminata siguió en dirección a la cancha auxiliar de San Lorenzo y el tema ya no era Huracán sino el modelo periodístico impuesto por TyC. En algo coincidimos: ese modelo daña al juego y el oficio de muchos colegas que enaltecieron la profesión. Pero este amigo agregó que también es autodestructivo de acuerdo a la competencia feroz que impera en el marco de una lógica feroz.

Las imágenes de esta semana parecieron certificar las conjeturas que Fito, mi amigo, le dispensaba a alguien que no piensa exactamente igual a él pero que acuerda en algo sustantivo. Y, en realidad, es algo que nada tiene de novedoso. No hacía falta comprar el diario deportivo para enterarse del divorcio de los relatores famosos o prender la tevé y advertir el cruce salvaje de dos títeres de la señal poderosa. Esto viene de hace tiempo y por eso no pude contener el escepticismo que, lamentablemente, nos hace ver todos los días, a toda hora, que la maquinaria sigue de pie y sabe abroquelarse con fluidez en los momentos de crisis.

Ya en el final del trayecto, camino a Parque Patricios, la charla fue desencillando todavía más. A muchos como Fito, mi amigo, nos gustaría esa rebelión de los hinchas. Por vías pacíficas y sin desviaciones contraproducentes. Militancia Leprosa -opositora al despótico Eduardo López, presidente de Ñuls- y la gente Racing van aprendiendo en la marcha cuantos intereses están en juego. Y van entendiendo, entre discusiones y el respaldo de afines a la causa, cuan impresindible es no abortar un movimiento frúctifero proyectando a futuro.

Con mesura y sin ver espejismos que hoy no existen, se trata de una tarea paciente que debemos ir construyendo con todos los justos que habitan este país.

jueves, 6 de marzo de 2008

Aquella tarde del 96


Más allá que Independiente acumula diez clásicos (12 años) sin ganar en la Bombonera, ve amenazada su condición de auténtico Rey de Copas y ha cambiado de signo la paternidad, el partido del domingo ni por asomo reúne condimentos extrafutbolísticos que lo asemejen al del Apertura 96. Sin ser categóricos, pero teniendo en cuenta las particularidades que matizaron la histórica jornada de una década atrás, no se vislumbra un hecho de esa magnitud en el corto plazo. Tal vez una instancia decisiva de Copa o una final de campeonato aunque parece difícil.
Sucede que aquel duelo trascendió a los hinchas y se propagó a las trincheras periodísticas. Y allí, en ese microclima efervescente, las antinomias se expresaron acalarodamente. Con pasión. Porque Menottti y Bilardo, con sus procederes diferentes y sus estilos opuestos, supieron reclutar adherentes que marcaron a fuego el debate futbolero durante décadas. Y, conscientemente o no, voluntariamente o no, las repercusiones mediáticas moldearon el pensamiento de miles de aficionados en torno de gustos y conductas.
No casualmente, el partido jugado en noviembre de 1996 tuvo una cobertura inédita para la época. De hecho, se lo promocionó hasta el cansancio y se lo vivió con sufrimiento en redacciones, radios y canales de tevé. Para bien o mal, entonces, asomaba una historia a narrar detrás de la historia.
La victoria de Independiente permitió a los menottistas enrostrarle la peor de las derrotas a los devotos del resultadismo: como había ocurrido 23 años (1973) volvía a ganar un equipo flaco. Dos a cero contundente en el global. Sin embargo, la discusión no se saldó nunca y, lentamente, fue cediendo a otros intereses, otras disputas, otras conveniencias. Posiblemente indescifrables dado el complejo entramado de negocios que rigen en la actualidad.
Por eso, y por tratarse de un medio sumido en operaciones y cinismos de toda especie, cabe reconocer el debate más atrapante que dio nuestro fútbol. Esa polémica, cuando prevalecieron principios y convicciones de uno y otro bando, contribuyó a enriquecer ideas alrededor del juego. Más, logró que una tarde del 96 muchos hinchas jóvenes y ocasionales espectadores comprobaran algo esencial de ahí en adelante: ni más ni menos que saber quién es quién.