lunes, 29 de septiembre de 2008

El duelo


Por historia, juego e intereses económicos, San Lorenzo y Boca prometen un duelo cerrado y áspero pensando en la definición del apertura. El premio en danza, billetes aparte, es doble o triple de acuerdo a quiénes evalúan. Para el xeneize, implicaría abortar una racha de dos años (4 campeonatos cortos) sin títulos locales y el consecuente relanzamiento de Carlos Ischia, el entrenador más comprometido con el proyecto juvenil-mediático impulsado por la dirigencia. De la vereda opuesta, la undécima estrella renovaría ilusiones en Boedo y barrios afines e involucra a hinchas -que celebrarán acercarse a Independiente en la tabla general de títulos-, Miguel Russo y cuerpo técnico, oportunamente cesanteados por el rival en cuestión, y el mentado grupo inversor, expectante de consagrar sus aportes en el publicitado crecimiento institucional.


Sin embargo, y más allá de efectos colaterales, bueno es puntualizar el camino que deberán transitar uno y otro si quieren arribar a tales logros. Y allí San Lorenzo enfrentará un fixture espinoso y cargado de dificultades, con rivales que ven en el santo la encarnación de todos los males. Vélez, Boca, Racing, Newell's, Huracán y Argentinos, todos de visitante, revistan como escollos gravitantes para el ánimo colectivo y la suma final de puntos. En tanto Boca, pese a un calendario bondadoso en relación a sus oponentes locales, afronta competencias en simúltaneo y alista jugadores requeridos por los seleccionados continentales. Del once ideal/titular, Cáceres, Morel Rodríguez, Vargas, Battaglia y Riquelme suelen no escatimar esfuerzos en las reñidas eliminatorias mundialistas.


Ambos vienen de un semestre ajetreado, con alegrías, enojos y matices. La hazaña cuerva en River y la digna copa libertadores jugada por los xeneizes constituyen avales que, simultáneamente, renuevan urgencias. Jugadas ocho fechas, el escenario actual no admite errores estrátegicos ni defecciones en continuado. Más que disfrutar de su buen juego, o ceñirse a procesos madurativos de los clubes, los dos necesitan ganar proyectando desafíos futuros.


Y ganar para ser supone no apartarse del principio básico de toda empresa, la linealidad absoluta. El paradigma futbolero de época, la implacable ley del éxito, cuando se triunfa a medias concede reconocimientos una vez. Dos no.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Equívocos


Castigado e incomprendido, no son tiempos venturosos para Claudio Borgui, deté con discurso sensato y perfil cautivante. Como en otras cosas ocasiones, asoman incompatibilidades entre dos lógicas o dos modos de convivir en un mismo campo: de un lado, el medio local y sus órganos de difusión transmitiendo 24 horas en todos sus soportes; del otro, el ideario de un entrenador que rompe ciertas zonas de lo permitido. La historia de los últimos años, al cabo. Ricardo La Volpe, Angel Cappa, Ramón Cabrero, entre otros, podrían dar testimonio.

En rigor, Borgui descarrila -desde el canon futbolero- cuando abusa de razonamientos complejos o señala que un segmento considerable de aficionados/consumidores no entiende lo que lee, ve o escucha. Más: pierde definitivamente la brújula si la derrota deviene calma, la suaviza o la acepta como irremediable ley del juego. Allí sí que no hay concesiones. Tolerancia cero, movileros persecutorios, cámaras al acecho, preguntas intimidatorias. El despliegue de lo conocido y sus debidas operatorias en tren de aplicar correctivos. Simbólicos, claro, pero eficaces en tanto la narración descansa en el tono apocalíptico, el drama del fracaso, las cadenas de insultos y desprestigios, la incidencia del fútbol en las nada folclóricas cargadas postreras. Resumiendo: el poder del relato periodístico que repone el canon.

Acaso desinformado, acaso soberbio, acaso sincero o buen tipo, será difícil, sin embargo, encontrar morbo donde no lo hay o donde hay un contratado dispuesto a no cumplir su rol. Ni el reputado Almodóvar encontraría la trama. "Lo que yo puedo proponer es esto, y si estamos de acuerdo seguimos", señaló el técnico de Independiente. De previsible final, entonces, cada tanto el torneo doméstico regala estos equívocos. Gracias Borgui.

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Cobertura televisiva


Priorizando la performance de los atletas locales, pero sin apartarse de los principales acontecimientos, la televisión argentina cumplió un destacado papel en la transmisión de los juegos. Con emisiones maratónicas, la gran mayoría durante la madrugada, Canal 7 presentó un calificado staff de panelistas –entre ellos la gimnasta Romina Plataroti, Sebastián Ginóbili (hermano de Emanuel) y la ex leona Vanina Onetto-, acompañados por la sobria conducción del periodista Gustavo Kuffner. Móviles en vivo con testimonios de los argentinos, agenda abundante y correcta selección de las disciplinas provistas por la televisión china, fueron los rasgos distintivos de la cobertura.
También TyC Sports brindó un amplio panorama de la competencia. Liderada, como ocurrió en los últimos 3 juegos, por Gonzalo Bonadeo, la señal de cable aportó la conocida versatilidad del periodista, un compacto con lo mejor de la jornada desde Beijing y una curiosidad: un canal alternativo digital con mayor definición de imagen.
Lejos de la banalidad que irradió la pantalla en el último mundial de fútbol, tanto la seriedad y despliegue de las transmisiones como la posibilidad de seguirlo desde un medio público constituyen señales positivas.