"El asesino es Grondona", destacaba la placa de Crónica TV los dichos de Raúl Gámez, ex presidente de Vélez Sarsfield, ayer al mediodía. Así de directo y así de seco. Casi sin mediaciones. Podemos deducir que alguien de ese canal no tuvo empacho en darle trascendencia a una voz crítica de la organización actual del fútbol sin reparar en la dureza del subrayado y sin temer eventuales represalias.
Es un hecho en el cual importan los moldes. Las habituales letras blancas matizadas con el fondo rojo de la plantalla permitían una lectura subyacente al menos para este cronista: el que habla es Gámez pero aquí hay un medio dispuesto a no cercenar ninguna voz opositora al régimen. Más: lo iremos a buscar para que diga lo que mucha gente desea escuchar. Y bien que hace Crónica en darle espacio a esas expresiones imposibles de hallarlas. Las marchas de Racing, el corte de calle de hinchas de Vélez tras la muerte de Emanuel Alvarez, los escraches leprosos contra el presidente López, entre otras acciones ya señaladas en este espacio, tuvieron el respaldo de la señal de noticias.
No fue el único dato saliente de una semana cargada de hipocresías. En el programa "A dos voces" (TN), los conductores Marcelo Bonelli y Gustavo Silvestre promovieron un panel calificado para discutir los lamentables sucesos del último fin de semana. José Luis Meizner (AFA), el abogado Guillermo Marconi, el juez Mariano Bergés y el sociólogo Pablo Alabarces debatieron acalarodamente. Mientras Meizner (qué curioso es observar la prominente papada de los hombres allegados a la AFA) desresponsabilizaba a la entidad de la cual forma parte, Alabarces tuvo la intervención más brillante de la noche: "Primera operación de la AFA: los muertos no son del fútbol, son de la sociedad. Con esta dirigencia no se puede resolver el problema porque ella forma parte del problema. Ella es el problema. La violencia es la norma no la excepción. ¿Cómo podría solucionarse? Con algo que hoy parece muy difícil; una huelga de hinchas movilizados que exigan la renuncia de la conducción del fútbol", señaló.
No salió al aire pero el encuentro terminó con cruces verbales entre el ex dirigente de Quilmes y el sociólogo y autor del libro Hinchadas y Crónicas del Aguante. "No me des la mano porque ustedes son cómplices de lo que pasa, son responsables directos", dijo Alabarces cuando Meizner intentó, infructuosamente, estrecharle el saludo.
Más allá de estas situaciones, la pantalla no se apartó lo conocido: periodistas horrorizados pese al mensaje que alienta conscientemente la violencia, funcionarios anunciando medidas estériles, gente preocupada, alguna pastilla en la página inferior del diario y poco más. Dos detalles, sin embargo, para atender de aquí en adelante: este domingo la gente de Vélez -público de avanzada en la conciencia futbolera- exhibirá su tristeza y gritará su indignación ante el poder del fútbol.
Y, posiblemente, haya reacciones en otros estadios y en otras parcialidades ante diferentes situaciones que suscitan hartazgo en muchos aficionados. El portal clarin.com, sin ir más lejos, publicó una encuesta en la cual el 75% creyó oportuno suspender el fútbol luego del asesinato del Emanuel Alvarez.
Así las cosas, conviene ser cautos antes de bajar la guardia. Ese hombre que ríe y dice que todo pasa porque "por más dictaduras o democracias" la historia debe seguir y la gente olvida rápido, tiene bastante de qué preocuparse. Cuando haya más pantallas como Crónica alterando su zapping y observe detrás de la cortina que el repudio crece y se multiplica, tal vez se sienta acorralado como otros oscuros personajes que disfrutan hoy del arresto domiciliario.
Llegado ese momento, entonces sí habremos honrado como corresponde a nuestros muertos queridos.