"Yo soy de Boca, no jodan", dice el Gordo Granata en la barra del bar y evita pronunciarse sobre los miles de hinchas xeneixes excluidos por la gestión Pompilio. No puede reconocer en palabras algunas evidencias y recurre al "Chileno", tan voluminoso como él y de treinta cinco según el almanaque, enojado con la iniciativa de fichar socios adherentes dispuesta por la comisión electa . ¿En qué consiste la medida? Un abono de 10 pesos al mes -sin beneficios- que acredita prioridades para los futuros socios, castiga a los morosos, persigue a los vitalicios y deja un mensaje encriptado: el club ya no se sostiene desde la tradición y el desinteresado aporte de aquellos que engrandecieron su historia sino del pragmatismo más feroz.
Nada de esto le importa al Gordo Granata quien, tozudo, convida cerveza y reinvindica su ser boquense. Y ser boquense, para el gordo, el Chileno y todos los que sábado a sábado descargan tensiones en el bar 'Gente como uno' ubicado en Pedro de Mendoza y Almirante Brown, es celebrar una identidad. Allí hay una muestra de fotos y objetos como testimonio nítido: Boca campeón del 46, Eva Perón, Blas Giunta, un cuadrito con Maradona, Minguito y Gardel con la inscripción "Morochos y bosteros", algún luchador de catch, murales de la número 12, una levita murguera y banderas, muchas banderas azul y oro, decorando el salón.
Intuir que a partir de una gestión -cuya 'gente' no son precisamente los muchachos del bar- se daña un vínculo afectivo esencial (incluso cultural podría decirse) constituye un error. Suena tan rotundo el discurso de Granata, tan inequívocamente bostero en sus modos enérgicos, tan genuino en sus orgullos y sus vergüenzas, que cabe no incurrir en juicios mecanicistas.
¿Cómo se vive entre contradicciones? Ni más ni menos que como viven en este lugar: respirando el aire propio, bordeando la ribera, en medio de la noche.
3 comentarios:
la noche porteña...
un escenario en el que minguito y gardel comparten una grapa.
diego y el che fuman un cigarro....
patricio rey se abraza con prodan.
boca y river comparten un café.
muy bueno como siempre!
Bien Pablo, un seco aplauso, no por eso menos rotundo.
La cuestión socios en Boca es algo jodido; está cerrada la inscripción hace parva de años y el pueblo está contento por los títulos y todo lo demás. Pero, como me gustaría ir solamente por ir a la Bombonera, sin esperar nada más que sentarme en los escalones amarillosos aguosos y, una comidita de por medio, solo pasar un domingo de fútbol, de amigos, de goles, un domingo de la vida. Qué va ser...
gran relato.. este blog siempre sorprende!
abrazo de gol
www.tremendamentemotivados.com
Ruben
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