Disputadas cuatro fechas, difícil será el tránsito de All Boys por la B Nacional. Motivos, varios: a diferencia de rivales como Brown de Adrogué o Talleres de Escalada, los opononentes suelen no perdonar las chances de gol, el plantel sufrió lesiones vitales (entre ellas Stefanatto, Solchaga, Scamporrino, pilares del ascenso) y no hay certezas sobre quién asume la conducción si el Chino Zárate está apagado o lo debilitan a patadas o se fastidia con el mundo. La condición de local inexpugnable de algunos clubes y la ausencia de visitantes son otros dos factores que conspiran contra la permanencia en la categoría.
Así las cosas, cobra imperiosa necesidad una victoria y algunas modificaciones en el dibujo táctico. Por qué no darle más tiempo al promisorio Bugliotti y un descanso a Pavone, cada vez más semejante a corpulento Facundo Diz. Asimismo, parecería sensato retrasar a Vieytes en la zona media y sumar a Javier Umbides en la gestación ofensiva, problema este último insoluble cuando las urgencias apremian y el equipo sucumbe al pelotazo repetido e inútil. De Bartelt, viejo y querido goleador, cabe esperar un contacto más fluído con la red.
Con un calendario complejo hacia adelante, bienvenido un serio replanteo a esta altura del certámen. Equivocarse y corregir sobre la planificación, son acciones que permiten no echar por la borda la jerarquía recobrada el último año.