martes, 12 de febrero de 2008

Función Privada, Función Pública

Sellado el acuerdo entre la AFA, Torneos y Competencias y el Gobierno Nacional, se desataron encendidos debates ligados al retorno del fútbol grande a la televisión pública. Por derecha o izquierda, llovieron críticas a la iniciativa promovida por la emisora estatal. "La AFA le cedió el peor partido de la fecha a canal 7", tituló el diario Perfil en su edición digital del viernes 8 de febrero -replicado en La Nación.com-, con objeto de minimizar las negociaciones llevadas a cabo por el canal de aire. Otro cuestionamiento se deslizó en Competencia (Radio Continental), una de las pocas voces opositoras al despojo pergeñado por TyC. Víctor Hugo Morales y su equipo periodístico puntualizaron sobre el presunto colofón del arreglo: "En Córdoba, canal 7 va por cable, están engañando a la gente", se dijo. El portal ideado por Luis Majul (hipercrítico.com) fue más allá y arremetió contra Carlos Asnagui, gerente de programación deportiva del 7, por no montar una transmisión con cámaras propias. "Sucursal de TyC", exageró el sitio. Atendiendo éstos y otros señalamientos, conviene aclarar algunas cuestiones. Por empezar, sería saludable ejercer una lectura menos maniquea y apesadumbrada de los hechos. No es de todos los días anoticiarse que el canal público -y no la señal América cuyo uno de sus dueños es el empresario colombiano Francisco De Narváez- ofrezca un partido en vivo para casi todas las geografías del país. Especialmente, porque los símbolos, la mentada "gestualidad", juegan un papel preponderante si es que se quiere ir a fondo contra la lógica del monopolio. Intermediarios o no en el medio, acuerdos de toma y daca en las sombras, apuesta demagógica del gobierno de turno, la resultante sabe a pequeña victoria aunque victoria al fin. El fútbol, que es popular o no será nada, tiene en el 7 aquello que ninguna de las demás señales de aire (todas privadas) puede ofrecer a los más debiles. Es cierto: se trata de un paso iniciático, muy limitado, pero que abre esperanzas de romper el cerco. Asimismo, ¿será nomás Estudiantes-Banfield el peor partido de la jornada? El pincha, campeón hace poco más de un año y el taladro, tercero en el último torneo, quizás merezcan otro trato. Más: exceptuando a Boca y River, el menú de los restantes codificados pagos a título de qué ameritan una calificación superior al duelo en la Plata. Repasando: San Martín de San Juan-Argentinos, Tigre-Gimnasia y Racing-Olimpo.
En lo que respecta al contenido de la transmisión, se observaron desacoples en la dupla Gustavo Kuffner-Oscar Martínez, algunos problemas de sonido y cierta distorsión en la imagen. Pese a eso, las acciones no llegaban 5 segundos más tarde como ocurrió con la empresa encargada de emitir el encuentro, sino en directo. De pulir esos detalles, la propuesta crecerá en calidad y ganará adeptos. Quién sabe, quizás el próximo torneo haya más televisados por aire. Aunque los llamen clase b y el entretiempo les altere la calma con avances del noticiero TeleSur.

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