miércoles, 25 de marzo de 2009

Falcao, ese enigma


El colombiano Radamel Falcao es, posiblemente, uno de los tres mejores delanteros de 2009. Veloz, picante en el área, goleador (lleva 4 y para éste River es un montón), le agregó coraje a su juego y es capaz de inclinar la cancha a favor cuando no está Fabbiani, Buonanote se exilia de los partidos, Abelairas piensa en los silbidos o Rosales le tira a centros a Juan Carlos Farías, un socio vitalicio de la belgrano baja, muy querido en el club.

Claro que los méritos de Radamel no se circunscriben únicamente a su rendimiento en el rectángulo. Harto de todo hartazgo, harto de perder con Boca y Godoy Cruz, harto de contemplar los deslices de Ahumada, las fallas de Quiroga o Cabral, sus propias carencias, exigió referentes para el plantel. Sin quererlo, como bien se dijo, se convirtió en líder. Y en una pieza clave de este River inestable, propenso a derrotas implacables.

Un líder distinto, vale decir, por la preeminencia de dos facetas en torno a su desempeño. Todavía está vigente la imagen desteñida que mostró el colombiano el último año. Sin contacto con el balón, incapaz de desmarcarse ante concentradísimos rivales y con algunas cuentas pendientes (convertir en la bombonera no estaría mal), Falcao no se salvó de la flagrante mediocridad exhibida por el millonario.

Sus pobres rendimientos ante San Lorenzo y Nacional de Montevideo este año, ambos de visitante, renuevan las incógnitas. Pero no seamos tan rigurosos. Si bien lo suyo cobra brillo en el monumental y depende, en gran medida, de otros -los referentes que clamó a gritos-, Falcao viene apuntalando en base a fervor y oportunas apariciones a un River aún sin consistencia y con libreto discretito. Contrariamente a algunos de sus compañeros de plantilla, Falcao gana partidos. Una, dos, tres veces si se quiere, Falcao te salva.

1 comentario:

Marco dijo...

Falcao es un delantero de garra, tipo Bergessio. Es admirable la entrega de estos tipos!

Un saludo.