Hablamos en este espacio de dos grandes de la B Metro (Atlanta y All boys), ambos candidatos al ascenso si medimos historia, plantilla, estadio -pese a que el bohemio hace de local en Platense- y posición en la tabla. Nobleza obliga, es tiempo de remitirnos a otro de los grandes del vapuleado fútbol de los sábados, Deportivo Morón.
Ubicado en el oeste del Gran Buenos Aires, cerquita de la estación Sarmiento de trenes, el gallito nació en 1948 y tiene como base principal el fútbol, jugó una temporada en primera división (1968), su estadio alberga casi 20 mil personas, profesa una amistad icondicional con el encumbrado Tigre y forjó una hinchada multitudinaria con proyección no solo zonal, sino también nacional e internacional. Sin ir más lejos, tiene filiales en Luján, Villa Tesei y en New Jersey (Estados Unidos).
Yendo al presente, arrancó auspiciosamente la temporada 07/08 aunque declinó a partir de la fecha 10. Sin embargo, haber sostenido a Salvador Daniele -provisorio acierto de la dirigencia-, más la presencia decisiva de Damián Akerman lo mantienen a la expectativa. El ex Argentino de Rosario es pieza vital para Morón. Por caso, edificó un gol memorable ante Estudiantes de Buenos Aires (con dos sombreros incluidos) y renovó el entusiasmo por el oeste. A 9 puntos de Sportivo Italiano y All boys, transcurridas 19 fechas de un campeonato de 41, el sueño de Morón tiene fundamentos sólidos pese al inexplicable revés en el final de la 05/06 y la promo de ese año ante Defensa y Justicia (3-3). La historia, para uno u otro lado, será un elemento a tener en cuenta.
miércoles, 28 de noviembre de 2007
martes, 27 de noviembre de 2007
Valer la pena
Escrito el 23 de mayo de 2007
La crónica es la misma. Siempre. Acaso como una cruel paradoja del destino, River transita otra de esas crisis que dejan huellas profundas en su rica historia de casi 106 años de vida. En algunos casos, nafraugando con equipos penosos, en otros, acéfalos de conducción futbolística. Se advirtió desde hace un tiempo el declive dirigencial, pero la queja queda encapsulada en eso, una queja en medio del autoritarismo aguilarista. Es como rebotar empecinadamente contra una pared. O un acto de masoquismo o, mejor, un simple acto de amor genuino a los colores mancillados.
El hincha millonario está angustiado, sufre y asiste desconsoladamente, rabiosamente, apenadamente, al derrumbe del equipo amado. Duele, en ese escenario, observar a buena porción de los socios de un club (que hasta dónde se sabe sigue estando en sus manos), aceptar sin reparos las hostilidades de un grupo de matones a sueldo. Pero duele más, muchísimo más, esta porquería dirigencial enquistada en las oficinas de la institución. Con ellos, no hay futuro posible.
De todos modos, alguien dijo que detrás de toda pena siempre hay una esperanza. Ni hablar si se trata de fútbol pese a todas sus miserias que lo lastiman a diario. Los hinchas de River, que pagan religiosamente sus altísimas cuotas o alquilan los carísimos paquetes codificados de la tevé, tienen derecho a intervenir su club con armas nobles y sin vandalismos. Es, quizás, el modo más ejemplar de valer la pena.
La crónica es la misma. Siempre. Acaso como una cruel paradoja del destino, River transita otra de esas crisis que dejan huellas profundas en su rica historia de casi 106 años de vida. En algunos casos, nafraugando con equipos penosos, en otros, acéfalos de conducción futbolística. Se advirtió desde hace un tiempo el declive dirigencial, pero la queja queda encapsulada en eso, una queja en medio del autoritarismo aguilarista. Es como rebotar empecinadamente contra una pared. O un acto de masoquismo o, mejor, un simple acto de amor genuino a los colores mancillados.
El hincha millonario está angustiado, sufre y asiste desconsoladamente, rabiosamente, apenadamente, al derrumbe del equipo amado. Duele, en ese escenario, observar a buena porción de los socios de un club (que hasta dónde se sabe sigue estando en sus manos), aceptar sin reparos las hostilidades de un grupo de matones a sueldo. Pero duele más, muchísimo más, esta porquería dirigencial enquistada en las oficinas de la institución. Con ellos, no hay futuro posible.
De todos modos, alguien dijo que detrás de toda pena siempre hay una esperanza. Ni hablar si se trata de fútbol pese a todas sus miserias que lo lastiman a diario. Los hinchas de River, que pagan religiosamente sus altísimas cuotas o alquilan los carísimos paquetes codificados de la tevé, tienen derecho a intervenir su club con armas nobles y sin vandalismos. Es, quizás, el modo más ejemplar de valer la pena.
viernes, 23 de noviembre de 2007
El Fin del juego
Iniciada la guerra, se viven tiempos crispados en el ambiente futbolero. Una muestra: periodistas versus jugadores, jugadores versus técnicos, entrenadores versus intermediarios, periodistas versus intermediarios, periodistas versus periodistas, dirigentes versus intermediarios y siguen las firmas.
Un cóctel revulsivo e imposible de soslayar remite a los intereses que jaquean a lo que lo alguna vez fue un juego. Legitimado el mundo de los negocios deportivos, entonces, asombra cuan engañosos suelen ser los discursos de los principales actores del fútbol argentino.Ni Ramón Díaz ama a River y respeta la generosidad de un San Lorenzo que le abrió las puertas, ni Riquelme muere por ir al xeneixe a cualquier precio, ni Passarella celebrará eventuales títulos del millonario a futuro, ni Maurizio Macri "extraña a Boca", ni los empresarios, técnicos, jugadores, periodistas, dirigentes simpatizan con el club del cual dicen ser fanáticos. Esto quiere no quiere decir que esté bien o mal, simplemente es la descripción de un fenómeno. Existen excepciones, claro. Como señala Gerardo Molina en su notable libro "El fin del deporte", asistimos al fin del fútbol tal como lo hemos conocido. O al nacimiento de otra cosa que aún no sabemos bien qué es. Pero vale decir las cosas como son. El juego limpio parece una quimera de acuerdo a las nuevas reglas de la industria. Y la palabra empeñada, ergo, también se empeña al mejor postor.
Un cóctel revulsivo e imposible de soslayar remite a los intereses que jaquean a lo que lo alguna vez fue un juego. Legitimado el mundo de los negocios deportivos, entonces, asombra cuan engañosos suelen ser los discursos de los principales actores del fútbol argentino.Ni Ramón Díaz ama a River y respeta la generosidad de un San Lorenzo que le abrió las puertas, ni Riquelme muere por ir al xeneixe a cualquier precio, ni Passarella celebrará eventuales títulos del millonario a futuro, ni Maurizio Macri "extraña a Boca", ni los empresarios, técnicos, jugadores, periodistas, dirigentes simpatizan con el club del cual dicen ser fanáticos. Esto quiere no quiere decir que esté bien o mal, simplemente es la descripción de un fenómeno. Existen excepciones, claro. Como señala Gerardo Molina en su notable libro "El fin del deporte", asistimos al fin del fútbol tal como lo hemos conocido. O al nacimiento de otra cosa que aún no sabemos bien qué es. Pero vale decir las cosas como son. El juego limpio parece una quimera de acuerdo a las nuevas reglas de la industria. Y la palabra empeñada, ergo, también se empeña al mejor postor.
miércoles, 21 de noviembre de 2007
La Selección no enamora
Descontada la clasificación a Sudáfrica 2010, Argentina cerró el 2007 con saldo negativo en lo que atañe a contagio popular. Prescindiendo de los resultados -se toman como referencias insoslayables el duro revés con Brasil en Venezuela y otras actuaciones fallidas como ante Noruega y Australia-, es evidente que no hubo una planificación adecuada para renovar el entusiasmo de los hinchas.
Digásmolo sin rodeos: da la impresión que este equipo no motiva lo suficiente ni genera pasiones pese a la concentración de figuras. Si bien no es algo novedoso -le pasó a Bielsa en su segundo ciclo en la albiceleste-, las causas no obedecen, únicamente, a lo que se produce futbolísticamente en el campo de juego. ¿Acumulación de frustraciones en mundiales?,¿Falta de recambio en la plantilla? ¿Hastío de jugadores-mercancía? ¿Facilidades de una competencia sin escollos como las eliminatorias?
Aplazada la competencia oficial hasta el año próximo, se impone revisar posibles acciones en estos casi 7 meses de receso obligado. Con una batería de medidas concretas; por caso, apuntalar la selección con jugadores locales, programar amistosos menos espaciados (el verano es una excelente oportunidad), armar una gira por el interior del país con los del medio local o, por qué no, reposicionar al seleccionado enfrentando a rivales de primer orden (según un ranking oficial, Argentina está muy bien conceptuada en todo el mundo). No parece tarea complicada, solo hace falta decisión de los actores y generosidad de los clubes en entender, de una buena vez, que las selecciones son la prioridad de todas las federaciones asociadas a la FIFA (sean de Latinoamérica o Africa).
De no haber modificaciones -la rotación dirigencial es otra buena opción para descomprimir el mal clima- el camino al 2010 será tan lento, monótono y previsible como el devenir de estos primeros 4 partidos de eliminatorias. Una historia cuyo desenlace, concluídas las últimas Copas del Mundo, conduce al justificado hartazgo de los aficionados.
Digásmolo sin rodeos: da la impresión que este equipo no motiva lo suficiente ni genera pasiones pese a la concentración de figuras. Si bien no es algo novedoso -le pasó a Bielsa en su segundo ciclo en la albiceleste-, las causas no obedecen, únicamente, a lo que se produce futbolísticamente en el campo de juego. ¿Acumulación de frustraciones en mundiales?,¿Falta de recambio en la plantilla? ¿Hastío de jugadores-mercancía? ¿Facilidades de una competencia sin escollos como las eliminatorias?
Aplazada la competencia oficial hasta el año próximo, se impone revisar posibles acciones en estos casi 7 meses de receso obligado. Con una batería de medidas concretas; por caso, apuntalar la selección con jugadores locales, programar amistosos menos espaciados (el verano es una excelente oportunidad), armar una gira por el interior del país con los del medio local o, por qué no, reposicionar al seleccionado enfrentando a rivales de primer orden (según un ranking oficial, Argentina está muy bien conceptuada en todo el mundo). No parece tarea complicada, solo hace falta decisión de los actores y generosidad de los clubes en entender, de una buena vez, que las selecciones son la prioridad de todas las federaciones asociadas a la FIFA (sean de Latinoamérica o Africa).
De no haber modificaciones -la rotación dirigencial es otra buena opción para descomprimir el mal clima- el camino al 2010 será tan lento, monótono y previsible como el devenir de estos primeros 4 partidos de eliminatorias. Una historia cuyo desenlace, concluídas las últimas Copas del Mundo, conduce al justificado hartazgo de los aficionados.
martes, 20 de noviembre de 2007
Lo que vendrá
En el epílogo del Cablevisión 07, emergen interrogantes y conjeturas de cara a la temporada venidera:
-¿Se mantendrá la disposición del Coprosede/AFA en restringir el 50 por ciento de público visitante para los encuentros de primera división? Descartado su cumplimiento -las tribunas testimoniaron mucho más que los 4 mil permitidos-, la medida deviene ineficaz e incongruente de acuerdo a la desidia dirigencial. Díficilmente pueda regir tal medida si previamente no se combate a las barras enquistadas en los clubes. Más: todo indica que la dirigencia de algunos equipos, sumergidos en profundas crisis internas o por conveniencia, necesitan de la violencia garantizada por grupos de choque que, no es novedad, desde hace tiempo están claramente institucionalizados.
-Ligado a lo anterior, ¿el fútbol de ascenso seguirá solo con presencia de locales? Los datos del último fin de semana arrojan evidencias irrefutables sobre los alcances de la polémica disposición. Problemas en All Boys-Atlanta, Godoy Cruz-Independiente,Unión-Aldosivi, Belgrano-Ben Hur y en el riñón de Excursionistas tras su pobre campaña en el torneo de la C. Cabe aclarar que en fechas pasadas hubo episodios de violencia en otros estadios.
-¿Proliferarán las peleas entre los periodistas del monopolio? Parece cada vez más lejano aquél consenso inaugural de "no hacer periodismo de periodistas". En sintonía, los grandes medios masivos -gráficos, televisivos, radiales- no ahorran secciones y notas sobre el rol protogónico que ha ganado este campo. No obstante, el caso Gastón Recondo, curiosamente, fue brutalmente despojado de los debates sobre el rol de la prensa. Y eso que hubo una denuncia concreta (¿qué investiga el periodismo hoy?)
-Consecuentemente, ¿habrá lugar para un puñado de periodistas confinados en los márgenes de la agenda deportiva? Véamos: Norberto Verea, Ezequiel Fernández Moore y Ariel Scher -por citar algunos nombres- vienen perdiendo terreno por un séquito de obsecuentes a los lineamientos editoriales del establischment periodístico. Más: por entrenadores, ex jugadores, ex árbitros que no dicen nada. En definitiva, esa es la función para lo cual son convocados.
-La mentada "falta de ética" que ocupa espacio en estos días, ¿es algo novedoso en este fútbol signado por la escasez de valores donde priman intereses que nada tienen que ver con la solidaridad, "la palabra empeñada" (¿se empeña la palabra?) y otras frases altisonantes que oscilan entre lo risueño y lo patético?
Al cabo, interrogantes de un fútbol en descomposición. Aunque se oculten y se disfrazen, aberraciones peores fueron saliendo a la luz. Tarde o temprano, el consuelo es ser optimistas.
-¿Se mantendrá la disposición del Coprosede/AFA en restringir el 50 por ciento de público visitante para los encuentros de primera división? Descartado su cumplimiento -las tribunas testimoniaron mucho más que los 4 mil permitidos-, la medida deviene ineficaz e incongruente de acuerdo a la desidia dirigencial. Díficilmente pueda regir tal medida si previamente no se combate a las barras enquistadas en los clubes. Más: todo indica que la dirigencia de algunos equipos, sumergidos en profundas crisis internas o por conveniencia, necesitan de la violencia garantizada por grupos de choque que, no es novedad, desde hace tiempo están claramente institucionalizados.
-Ligado a lo anterior, ¿el fútbol de ascenso seguirá solo con presencia de locales? Los datos del último fin de semana arrojan evidencias irrefutables sobre los alcances de la polémica disposición. Problemas en All Boys-Atlanta, Godoy Cruz-Independiente,Unión-Aldosivi, Belgrano-Ben Hur y en el riñón de Excursionistas tras su pobre campaña en el torneo de la C. Cabe aclarar que en fechas pasadas hubo episodios de violencia en otros estadios.
-¿Proliferarán las peleas entre los periodistas del monopolio? Parece cada vez más lejano aquél consenso inaugural de "no hacer periodismo de periodistas". En sintonía, los grandes medios masivos -gráficos, televisivos, radiales- no ahorran secciones y notas sobre el rol protogónico que ha ganado este campo. No obstante, el caso Gastón Recondo, curiosamente, fue brutalmente despojado de los debates sobre el rol de la prensa. Y eso que hubo una denuncia concreta (¿qué investiga el periodismo hoy?)
-Consecuentemente, ¿habrá lugar para un puñado de periodistas confinados en los márgenes de la agenda deportiva? Véamos: Norberto Verea, Ezequiel Fernández Moore y Ariel Scher -por citar algunos nombres- vienen perdiendo terreno por un séquito de obsecuentes a los lineamientos editoriales del establischment periodístico. Más: por entrenadores, ex jugadores, ex árbitros que no dicen nada. En definitiva, esa es la función para lo cual son convocados.
-La mentada "falta de ética" que ocupa espacio en estos días, ¿es algo novedoso en este fútbol signado por la escasez de valores donde priman intereses que nada tienen que ver con la solidaridad, "la palabra empeñada" (¿se empeña la palabra?) y otras frases altisonantes que oscilan entre lo risueño y lo patético?
Al cabo, interrogantes de un fútbol en descomposición. Aunque se oculten y se disfrazen, aberraciones peores fueron saliendo a la luz. Tarde o temprano, el consuelo es ser optimistas.
viernes, 16 de noviembre de 2007
Empezó mal, terminó peor
El segundo mandato de Daniel Passarella en River, previsiblemente, termina sin campeonatos. Algo lógico si se consideran antecedentes. Hagamos un ejercicio de memoria: primeros días del 2006, Reinaldo Merlo deshojaba margaritas para armar un plantel competitivo luego de la pésima política de compras pergeñada por Leonardo Astrada con la anuencia, claro, de José María Aguilar. Pues bien, un motín liderado por Marcelo Gallardo -"nuestra bandera" en palabras de JMA-, obturó un ciclo promisorio de cara al año en que River rivalidaba lauros resonantes. Por caso, se cumplían 20 años de la conquista de la primera libertadores.
En medio de sospechas imposibles de develarse a corto plazo, Passarella arribó a River en cuestión de horas. Llegaron refuerzos, se renovó el ánimo del encolumnado plantel, pero la estela de Merlo merodeaba el monumental. Una pena lo de Mostaza. Si algo debe tener claro River de aquí en más, es que el apoyo mediático le garantizará fecundas alegrías.
Sin embargo y fiel a la desprolijidad de la actual conducción, priorizaron un entrenador de horrendos modales, con magra cosecha de resultados en el último tiempo y ningún acercamiento con la prensa pese a la autocrítica de los primeros reportajes ("Estoy cambiado, pedí ayuda psicológica y me di cuenta que no soy omnipotente", le dijo a Clarín). Lo cierto es que Passarella discontinuó el tratamiento, no consideró conveniente el asesoramiento psicológico para un plantel golpeado y terminó recurriendo a una bruja en 2007.
Hasta ahí, las deudas del "kaiser". Presumiblemente, nada de esto desvirtuará el afecto de los hinchas por su notable carrera como jugador, como tampoco olvidará las 3 vueltas olímpicas del primer ciclo. José María Aguilar, con absoluta seguridad, no gozará de tales privilegios.
En medio de sospechas imposibles de develarse a corto plazo, Passarella arribó a River en cuestión de horas. Llegaron refuerzos, se renovó el ánimo del encolumnado plantel, pero la estela de Merlo merodeaba el monumental. Una pena lo de Mostaza. Si algo debe tener claro River de aquí en más, es que el apoyo mediático le garantizará fecundas alegrías.
Sin embargo y fiel a la desprolijidad de la actual conducción, priorizaron un entrenador de horrendos modales, con magra cosecha de resultados en el último tiempo y ningún acercamiento con la prensa pese a la autocrítica de los primeros reportajes ("Estoy cambiado, pedí ayuda psicológica y me di cuenta que no soy omnipotente", le dijo a Clarín). Lo cierto es que Passarella discontinuó el tratamiento, no consideró conveniente el asesoramiento psicológico para un plantel golpeado y terminó recurriendo a una bruja en 2007.
Hasta ahí, las deudas del "kaiser". Presumiblemente, nada de esto desvirtuará el afecto de los hinchas por su notable carrera como jugador, como tampoco olvidará las 3 vueltas olímpicas del primer ciclo. José María Aguilar, con absoluta seguridad, no gozará de tales privilegios.
martes, 13 de noviembre de 2007
Sigue creciendo
Juan Martin, portentoso delantero de Estudiantes de Caseros, se ubica entre los mejores cinco jugadores de la B metro. Con 25 años, el cordobés ex Defensores de Belgrano, Luján, Defensa y Justicia, es de esos jugadores clave para cualquier equipo que aspira a campeonar. Repasando virtudes: altura para gravitar en el área contraria, velocidad y buena técnica en ambas piernas, inteligencia para asistir a sus compañeros y esa sensación de gol latente cuando su cuerpo merodea tierra enemiga.
Desde ya que no estamos hablando de un Van Basten, Eto o destacados jugadores que dejaron su marca en otras latitudes. Ni siquiera presenta algún parecido a Martín Palermo, el mejor delantero del fútbol argentino en la actualidad. Pero habrá que seguir de cerca a este grandote que patea no solo la tierra en los ríspidos suelos del ascenso.
Con miras al cierre de la primera rueda, no sería extraño que engrose sus 71 gritos en los encuentros que restan (Social Español, Acassuso, Deportivo Morón, Comunicaciones y Temperley). Muchísimo menos, imaginarlo en categoría superiores.
Desde ya que no estamos hablando de un Van Basten, Eto o destacados jugadores que dejaron su marca en otras latitudes. Ni siquiera presenta algún parecido a Martín Palermo, el mejor delantero del fútbol argentino en la actualidad. Pero habrá que seguir de cerca a este grandote que patea no solo la tierra en los ríspidos suelos del ascenso.
Con miras al cierre de la primera rueda, no sería extraño que engrose sus 71 gritos en los encuentros que restan (Social Español, Acassuso, Deportivo Morón, Comunicaciones y Temperley). Muchísimo menos, imaginarlo en categoría superiores.
martes, 6 de noviembre de 2007
El otro gigante
El 12 de octubre pasado, Atlanta cumplió 103 años. Con un estadio imponente, largos años en primera división y jugadores fundamentales, naufraga desde hace décadas en los torneos del ascenso. Un puñado de nombres ilustres: Alfredo Mogilevsky, Carlos Griguol, Hugo Gatti, Luis Artime. Y, pidiendo disculpas en muchos casos, algunos periodistas-hinchas caracterizados: Marcelo Araujo, Mauro Viale, Néstor Straimel, Sebastián Wainrach, Martín Liberman.
Centrándonos en momentos claves, luego de su etapa esplendorosa en los años 60, el club no solo logró superar una crisis casi terminal decretada la quiebra sino que en el transurso de 2007 recuperó la histórica sede social tras maratónicas reuniones con las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Mérito de socios y simpatizantes, indudablemente.
En el presente, apuesta todo a trepar a la B Nacional donde lo espera el rival de toda la vida: Chacarita Juniors. Segundo en el campeonato, el bohemio alista jugadores valiosos para conseguir el objetivo. La solidez del arquero Rodrigo Llinas (667 minutos sin goles en contra en el actual campeonato), el buen manejo del mediocampista chileno, Marcelo Scatolaro, la carta de gol que aporta Javier Molina (es el máximo artillero del club jugando en el ascenso) y la vuelta de un histórico, Cristian Castillo.
De cara al final de la primera rueda, el bohemio dará pelea en busca del ansiado ascenso. No le vendría mal a un fútbol tan desteñido, con visitantes prohibidos y sospechas a la orden del día, reencontrarse con sus clubes pioneros, barriales, responsables de sostener pasiones que trascienden las coartadas del negocio.
Centrándonos en momentos claves, luego de su etapa esplendorosa en los años 60, el club no solo logró superar una crisis casi terminal decretada la quiebra sino que en el transurso de 2007 recuperó la histórica sede social tras maratónicas reuniones con las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Mérito de socios y simpatizantes, indudablemente.
En el presente, apuesta todo a trepar a la B Nacional donde lo espera el rival de toda la vida: Chacarita Juniors. Segundo en el campeonato, el bohemio alista jugadores valiosos para conseguir el objetivo. La solidez del arquero Rodrigo Llinas (667 minutos sin goles en contra en el actual campeonato), el buen manejo del mediocampista chileno, Marcelo Scatolaro, la carta de gol que aporta Javier Molina (es el máximo artillero del club jugando en el ascenso) y la vuelta de un histórico, Cristian Castillo.
De cara al final de la primera rueda, el bohemio dará pelea en busca del ansiado ascenso. No le vendría mal a un fútbol tan desteñido, con visitantes prohibidos y sospechas a la orden del día, reencontrarse con sus clubes pioneros, barriales, responsables de sostener pasiones que trascienden las coartadas del negocio.
lunes, 5 de noviembre de 2007
Un grande del ascenso
Homenaje a la foto que inspira este blog, hablemos del puntero de la B metropolitana. Una categoría castigada, difícil, asfixiante para muchos equipos grandes del fútbol de los sábados (otorga 1 ascenso y la chance de una promoción casi imposible ante algún equipo de la b nacional). Remodelado su estadio y con incorporaciones rutilantes para el mercado, el equipo de Floresta es número puesto a la hora de conjeturar candidatos a subir. Entre otras razones, por su paso nada efímero en la máxima categoría (estuvo 8 años hasta el descenso en 1980), la proyección de grandes jugadores que dejaron su huella en el fútbol local y porque supo forjar una hinchada incondicional.
Transcurridas 15 fechas sobre un total de 42, All Boys tiene una luz de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores, Atlanta y Sportivo Italiano. A continuación, y a modo informativo, reseñamos el fixture que le queda al albo de aquí hasta fin de año en busca de su tercera estrella (computa 2 campeonatos, 1972 y 1993).
-Cambaceres (L)
-Flandria (V)
-Atlanta (L)
-Tristán Suárez (V)
-Social Español (L)
-Acassuso (V)
Seguiremos atentamente el devenir del cuadro de floresta con informes detallados y toda la actualidad sobre la B Metro.
Transcurridas 15 fechas sobre un total de 42, All Boys tiene una luz de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores, Atlanta y Sportivo Italiano. A continuación, y a modo informativo, reseñamos el fixture que le queda al albo de aquí hasta fin de año en busca de su tercera estrella (computa 2 campeonatos, 1972 y 1993).
-Cambaceres (L)
-Flandria (V)
-Atlanta (L)
-Tristán Suárez (V)
-Social Español (L)
-Acassuso (V)
Seguiremos atentamente el devenir del cuadro de floresta con informes detallados y toda la actualidad sobre la B Metro.
sábado, 3 de noviembre de 2007
Paladares
El enfrentamiento 158 entre River e Independiente viene cargado de atractivos. Hace 9 años que el rojo no vence en el Monumental y una decena de partidos sin ganarle al millonario. Del lado de River, con un triunfo sacaría 20 en el historial, lo cual es una cifra alta si consideramos que a estos dos equipos los une el espíritu ganador y el placer del buen juego. Más: en los 80 y los 90 hubo absoluta paridad. Un recuerdo: año 1990, un equipo de pibes liderado por el paraguayo Carlos Morales, les daba un baile groso a un River plagado de estrellas. "Están bailando con los pibes del campeón", tronó de la popular visitante, cubierta con una bandera grande con la inscripción "100 mil socios".
De cara al partido del domingo, y tomando como referencia la pobrísima performance de River en la Copa Sudamericana, ¿se puede seguir hablando de paladar negro?
De cara al partido del domingo, y tomando como referencia la pobrísima performance de River en la Copa Sudamericana, ¿se puede seguir hablando de paladar negro?
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