lunes, 3 de diciembre de 2007

Fútbol de Ascenso

SUEÑOS DE PRIMERA

por José Moset

“Se van para la B…” sigue siendo uno de los cánticos más hirientes que una hinchada de primera división puede propinar a otra, cuando el equipo de esta última está al borde del descenso. Años atrás, la burla se completaba con el imperativo “a jugar los sábados”.Era así. Cuando la televisión estaba lejos de controlar el negocio total del fútbol, cuando la convivencia entre dirigentes y barras bravas era más la excepción que la regla, cuando los operativos de seguridad no se habían degradado y cuando la primera división se jugaba solamente los domingos (en campeonatos a dos ruedas, que empezaban en abril y terminaban en noviembre), la fiesta sabatina era exclusiva del ascenso. Y si bien hoy “irse al descenso” es para los hinchas tanto o más oprobioso que antes, nadie está seguro de que su equipo juegue el sábado, ya que eventualmente lo hará un domingo (a la mañana o a la tarde), un lunes o un martes, según una curiosa agenda consensuada con la televisión y la policía.La larga maratón del ascenso cuenta actualmente con cuatro categorías: la B Nacional (20 participantes), la B Metropolitana (21), la C (20) y la D (18): un total de 79 clubes, la mayoría de Capital Federal y Gran Buenos Aires, Rosario y Santa Fe (los “directamente afiliados” a la AFA), aunque en la B Nacional intervienen varios de los “indirectos”, como los representantes de Córdoba, Mendoza, Tucumán, Mar del Plata y Comodoro Rivadavia. Esto sin contar las decenas de clubes que participan de los torneos Argentinos A, B y C.En la B Metropolitana (quizás el campeonato más duro, ya que hay un solo ascenso directo a la B Nacional) revistan clubes con pasado en primera división, como Atlanta, Los Andes, Deportivo Morón, Temperley, All Boys, Deportivo Español, Central Córdoba, de Rosario, y Sarmiento, de Junín. Y en la última divisional, la D, milita desde hace dos temporadas Argentino de Quilmes, el “mate”, tan antiguo y tradicional como su vecino, el “cervecero”.La crisis global del fútbol argentino ha puesto a la mayor parte de estas 79 instituciones en situación muy comprometida, con embargos, quiebras, intervenciones judiciales, dirigencias cuestionadas y estadios semivacíos. Para colmo, y como una polémica respuesta de la AFA a la violencia de las barras bravas y la represión policial, en los actuales cuatro campeonatos no se permite la presencia de público visitante. Demasiado para sobrevivir aunque, convengamos, la pasión es inextinguible.

No hay comentarios: