Transcribimos un artículo periodístico de Roberto Arlt, recopilado por el escritor y poeta Roberto Santoro -desaparecido por la última dictadura militar- en su antología Literatura de la Pelota. Escrito en 1960, actualiza un debate que concierne a futboleros apasionados.
La Barra (*)
Tan necesario es que los hinchas de un mismo sujeto se asocien para defenderse de las pateaduras de otros hinchas, que dicha necesidad originó las que llamamos las barras de hinchas, y que son como escuadrones rufianosos, brigadas bandoleras, quintos malandrinos, barras que como expediciones punitivas siembran el terror en los stadiums, con la artillería de sus botellas y las incesantes bombas de sus naranjazos. Estas barras son las que se encargan de incendiar los bancos de las populares, estas mismas barras son las que invaden la cancha para darle el "pesto" a los contrarios, y en determinados barrios han llegado a constituir una maffia, algo así como una camorra, con sus instituciones, sus broncas a mano armada y las "cascarillas" monumentales que le dan nombre, prestigio y honra.
(*) Extracto del libro Nuevas aguafuertes porteñas
martes, 11 de septiembre de 2007
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