En los noventa, década de profundos y dramáticos cambios sociales en Argentina, se instaló en el ambiente mediático una de esas ideas entrampadas en la lógica de los nuevos tiempos. Y no hay que ser erudito ni forzar lecturas iluminadas para constatar la importancia de la televisión como soporte indispensable en el negocio del fútbol desde entonces. No es novedad que la televisión, dado su infinito poder (el monopolio de TyC televisa todos los partidos, digita calendarios y sostiene la economía de muchos clubes), impone una lógica acorde acorde con el paradigma de época.Pero no nos adelantemos. Esa reveladora idea-fuerza impulsada por comunicadores de pasado turbio e intencionalidades manifiestas decía que "los entrenadores tienen un 80 % de responsabilidad en el desempeño de un equipo y son protagonistas fundamentales del espectáculo". La frase, acuñada por hombres ligados a las altas esferas del poder, tuvo alta receptividad en el público. Y la gente -esa construcción impersonal para designar a los sujetos también aceptada irreflexivamente- le creyó, como también le creyó a otros discursos enarbolados desde otros campos de la vida social. No faltaron, por consiguiente, los primeros planos de las cámaras enfocando la postura de los entrenadores con la consabida estrategia de los dueños del fútbol: detectar sus gestos ampulosos, sus indicaciones tan indescifrables como absurdas, sus presuntas capacidades o incapacidades. Todo, en el marco de un consenso global -avalado por los propios técnicos- en el cual el juego ya no era lo más importante o lo único en comparación con las viejas transmisiones televisas en donde si se registraban no más de tres planos de los entrenadores constituia todo un récord. Aparecieron así condicionantes externos muy jugosos de explotar, en consecuencia, de acuerdo con la nueva lógica de los 90.
En estos días, parecería" que asistimos a una nueva etapa inaugurada por aquel eficaz enunciado ligado al protagonismo de los técnicos. Diego Simeone, en River, Carlos Ischia, en Boca y Ramón Díaz, en San Lorenzo, configuran ejemplos insoslayables. El de River, porque sus funciones excederán a la de armar el equipo. Sobre Simeone recaerá la tarea extra de gestionar refuerzos, llevar adelante la exigente comunicación con la multitud de medios que cubren River y ser blanco de críticas o elogios en virtud de los resultados obtenidos. Si bien el desgaste de Jose María Aguilar es notorio entre los hinchas, el técnico difícilmente escape al rol preponderante que ya ostenta. Claro, en caso de salir airoso del difícil momento que atraviesa la institución, su poder aumentará conforme a los éxitos.
El caso de Ischia es diferente solo en las formas. El ex jugador de Vélez y América de Cali llega con la aureola de Carlos Bianchi al cargo. El flamante entrenador xeneixe no podrá sustraerse al severo juicio de los hinchas boquenses cuya aceptación o no de los técnicos parecería medirse solo por los resultados. Pero hay algo más en el caso de Boca: Bianchi, legitimado por su avalancha de éxitos y una personalidad avasallante, se posiciona como hombre fuerte en las decisiones políticas del club. De hecho, sugirió la llegada de su amigo, recomendó a la mayoría de los ayudantes de Ischia, asesorará al entrenador en las sombras y ya imagina su desembarco en Boca pero desde una función diferente a la de técnico. ¿Manager general? ¿Presidente de la Comisión de Fútbol? El tiempo dirá.
Lo de Ramón Díaz es conocido por todos. Campeón con San Lorenzo en 2007, salvó a la actual conducción de una segura derrota en los últimos comicios y obró en consecuencia. Además de negociar jugadores por cuenta propia y mostrar su conformidad o disconformidad a viva voz con las medidas dirigenciales, la incorporación de sus hijos al plantel es una señal inequívoca de que pisa fuerte. Demasiado fuerte, si se considera que la tarea para la cual fue encomendado se circunscribía a la de dirigir a un equipo de fútbol debido a su conocimiento del juego.
A la luz de los hechos, el rol de los entrenadores no se limita únicamente a su histórica función. Cada vez más aceitados sus discursos ante los medios, sus histrionismos frente a las cámaras y sus apuestas políticas en el riñón de los clubes, la mayoría suelen aceptar gustosamente ese rol asignado por los dueños del fútbol aunque ahora van por más. Muy lejos ya de aquella vieja E que nos muestran las imágenes de archivo cuando la lógica de época, los conflictos y las intervenciones en el club, se dirimían en otra parte.
sábado, 29 de diciembre de 2007
sábado, 22 de diciembre de 2007
Entrevista a César Luis Menotti
gentileza Diario Olé
"El fútbol ya no se sabe qué es"
Está de pretemporada en la Argentina con su equipo, el Tecos de Guadalajara. En ojotas y por la playa, distendido pero picante. No podía ser de otra manera.
JORGE LUIS SIERRA
Bien podría usar una remera con la leyenda I love fútbol...
Por razones de elegancia no lo hace aunque con su encendido discurso le alcanza para dejar en claro la idea. Aunque ame un fútbol que cree en vías de extinción, con marcada tendencia autodestructiva en la Argentina. César Luis Menotti dice que "hace 30 años que vengo denunciando esto". Y parece que a porfiado no le van a ganar...
—¿Cuándo va a volver a dirigir en la Argentina?
—No me interesa trabajar acá. Tendría que tener portación de armas, dos pistolas 45. Me gustan las armas pero para cazar coloradas o perdices.
—¿Para tanto? ¿No lo llaman o está proscripto?
—Proscripto no. Soy enemigo de los poderes políticos y económicos. Son los que dominan la situación. Por lo tanto soy un subversivo para ellos. No soy un obsecuente, alcahuete ni uno que dice que todo está bien para poder encontrar un laburo de comentarista o de lo que sea.
—Usted siempre generó resistencias...
—Habría que hacer unas elecciones y yo creo que ganaría 10 a 1. Le gano a cualquiera. Yo me alegro de tener discrepancias. Disentir, me hace feliz. Me siento invencible no porque tenga fuerza o porque tenga una inteligencia superior. Simplemente porque no me rindo, 50 años de mi vida estuve sin rendirme. Sigo pensando igual.
—¿Qué piensa?
—Que este fútbol argentino está en un estado de crisis terminal. No digo muerto, eh... Pero basta revisar la realidad de su economía, en donde los tiempos de los negocios se han devorado los del fútbol. Mi participación después de esta denuncia debe ser muy complicada, ¿no? Debe ser muy complicado tenerme a mí de entrenador. Cosa que me jerarquiza.
—¿Entonces?
—La razón está a la vista: a los siete días de pretemporada te hacen jugar un clásico, se juega todos los días y a cualquier hora, no se saben los horarios, el fútbol está comandado por el gran negocio... Ojo: la palabra negocio no me asusta, he vivido siempre del fútbol. Pero respetando los tiempos. Si vos hacés milanesas y vendés 100 por día, y de pronto tenés que vender 1.000 y para eso hacés milanesas de perro... ya no es un negocio, es una estafa. Nadie dice nada porque económicamente están devastados y cualquier cosa les viene bien. River destruye su campo de juego por un recital. ¿Te imaginás que el Teatro Colón, porque no hay presupuesto, tenga que hacer una bailanta? A los grandes escenarios los hacen los grandes artistas. Pero hoy todo es cuestión de marcas, Copa Nissan, Toyota. Mañana será Honda, Ford, la cerveza y no se qué... Y ahí van los jugadores como monitos, se suben a un avión 30 horas para jugar un Mundial de Clubes que no existe... Cuando tendrían que estar descansando en este momento, preparándose para respetar a la gente al momento de competir. Si se juega para la gente, ¿o no?
—No vio a Boca...
—Nooo... No me voy a levantar a las 6 de la mañana para ver Túnez y Boca.
—¿Y Milan-Boca?
—Tampoco. El Milan es otra trampa. Le dio bola a este campeonato porque va 14 puntos abajo del Inter. Entonces ponen este torneo para ver si zafan de lo mal que les va en el Calcio. Si estuviera peleando el título no sé si hubiera viajado con los titulares.
—¿Y Boca?
—Los argentinos, sí: son cuatro millones de dólares. Por cuatro palos verdes los dirigentes te hacen jugar en el mar, en la montaña, en la nieve... Por 100 o por 20 mil, por lo que haya... Donde esté el mango ahí vamos todos los monitos disfrazados de jugadores de fútbol, con el entrenador y con todo el circo adelante. El público va igual porque se sostiene por los colores de la camiseta, se acuerda del River de Sívori y Pedernera, o del Boca de Rattín o del que sea. Ahí está el hecho cultural de la identificación. El hincha va con la ilusión de emocionarse. Cada vez se emociona menos, pero igual va, no pierde las esperanzas.
—Pero fueron los campeones de la Libertadores y de la Champions...
—Fueron equipos que hoy están devaluados. Boca terminó cuarto el torneo local; Milan va a 14 puntos; Pachuca tuvo un año malísimo, a pesar del anterior muy bueno, pero ahora jugó como 70 partidos y llegó destruido... ¿A qué van? ¿A alguien le importa si se va a jugar bien? Sabés que una vez el Che Guevara dijo que querían hacer una revolución de la calidad... Y el periodista le preguntó qué era calidad: "Respeto al pueblo", contestó. Sabés qué es fútbol de calidad. ¡Respeto por el que va, viejo! Uno tiene la aspiración de jugar o tocar bien, pero la obligación es prepararte bien para ello... Si soy actor, me dan 100 lucas y el libreto de una obra de teatro hoy, para salir al escenario manaña, no estoy respetando a nadie. Lo mismo en el fútbol. La calidad ya fue...
—¿Y los hinchas que viajaron a Japón?
—Hinchas, hinchas... Cada vez hay menos hinchas y más espectadores. Hoy el fútbol es un espectáculo, hasta ponen minas mostrando el culo... ¿Imaginás que Pavarotti hubiese puesto una vedette antes de empezar a cantar? El fútbol es demasiado importante para estar en manos de cualquiera.
—¿Le ve salida?
-Así no, así se devalúa todo. Si vas a una obra de teatro a ver a Norma Aleandro vestida de vedette y bailando, decís: "Se fue todo a la mierda... No lo va a lograr aunque le ofrezcan millones de dólares". El fútbol ya no se sabe qué es...
LANÚS, LA BANDERA
Siempre queda algún lugar para la esperanza. El fútbol argentino todavía le saca algunas sonrisas al Flaco. La consagración de Lanús, su amado Central...—Dijo que no ve posibilidades de volver a dirigir acá... ¿Central tampoco lo moviliza?—Ahhh... (suspira) Sí, por Central sí haría cualquier cosa. Iría gratis, dirigiría, jugaría, cualquier cosa. Es lo único que me conmueve. Siento que Central es mío y que nadie me lo va a poder quitar. Es parte de mi vida, son los lugares donde iba a los 7 años con mi mamá y mi papá, después mi viejo falleció y seguí con la vieja... También ahora me emocioné muchísimo con el campeonato de Lanús.—¿Por qué?—Lo envidié a Cabrero cuando dijo: "Gané y cuando miré a la platea estaban mis vecinos, mi familia, el barrio, mi club...". Yo me muero por ser campeón con Central. Ojo, fue envidia sana, eh... También me hicieron feliz las declaraciones medidas y prudentes de sus futbolistas. Los felicito. No hace falta disfrazarse, ridiculizarse para festejar. Señoritos de 20, 21 ó 22 años, ubicados, una escuela de curas afuera de la cancha y terribles adentro, ja... Una brisa alentadora de que no todo está podrido y que algo puede cambiar.—¿Ve bien a la Selección?—Lo de Coco es otro buen indicio, apuesta al buen pie porque ya no tienen tiempo de ensayo, nada... Hace lo que puede y busca con los que saben jugar al fútbol.—¿Y a Simeone en River?—No lo conozco como técnico. Pero la política argentina es así... ¿Si Lavolpe ganaba el título, Simeone hubiera sido el mismo? Todos dirán "no". Pero sí, es el mismo. La valorización no puede ser porque ganó... ¿Si Boca la ganaba a Belgrano la figura era La Volpe? Y ojo que lo respeto mucho a Simeone por su experiencia, sus ganas... —¿Y a La Volpe?—No tuvo experiencia de cómo se mueve la Argentina. Dijo cosas que no debería haber dicho. Pero es un gran tipo, noble, generoso, buena persona, gran entrenador. Pero no conocía el medio. En México sí. Se confundió...
"El fútbol ya no se sabe qué es"
Está de pretemporada en la Argentina con su equipo, el Tecos de Guadalajara. En ojotas y por la playa, distendido pero picante. No podía ser de otra manera.
JORGE LUIS SIERRA
Bien podría usar una remera con la leyenda I love fútbol...
Por razones de elegancia no lo hace aunque con su encendido discurso le alcanza para dejar en claro la idea. Aunque ame un fútbol que cree en vías de extinción, con marcada tendencia autodestructiva en la Argentina. César Luis Menotti dice que "hace 30 años que vengo denunciando esto". Y parece que a porfiado no le van a ganar...
—¿Cuándo va a volver a dirigir en la Argentina?
—No me interesa trabajar acá. Tendría que tener portación de armas, dos pistolas 45. Me gustan las armas pero para cazar coloradas o perdices.
—¿Para tanto? ¿No lo llaman o está proscripto?
—Proscripto no. Soy enemigo de los poderes políticos y económicos. Son los que dominan la situación. Por lo tanto soy un subversivo para ellos. No soy un obsecuente, alcahuete ni uno que dice que todo está bien para poder encontrar un laburo de comentarista o de lo que sea.
—Usted siempre generó resistencias...
—Habría que hacer unas elecciones y yo creo que ganaría 10 a 1. Le gano a cualquiera. Yo me alegro de tener discrepancias. Disentir, me hace feliz. Me siento invencible no porque tenga fuerza o porque tenga una inteligencia superior. Simplemente porque no me rindo, 50 años de mi vida estuve sin rendirme. Sigo pensando igual.
—¿Qué piensa?
—Que este fútbol argentino está en un estado de crisis terminal. No digo muerto, eh... Pero basta revisar la realidad de su economía, en donde los tiempos de los negocios se han devorado los del fútbol. Mi participación después de esta denuncia debe ser muy complicada, ¿no? Debe ser muy complicado tenerme a mí de entrenador. Cosa que me jerarquiza.
—¿Entonces?
—La razón está a la vista: a los siete días de pretemporada te hacen jugar un clásico, se juega todos los días y a cualquier hora, no se saben los horarios, el fútbol está comandado por el gran negocio... Ojo: la palabra negocio no me asusta, he vivido siempre del fútbol. Pero respetando los tiempos. Si vos hacés milanesas y vendés 100 por día, y de pronto tenés que vender 1.000 y para eso hacés milanesas de perro... ya no es un negocio, es una estafa. Nadie dice nada porque económicamente están devastados y cualquier cosa les viene bien. River destruye su campo de juego por un recital. ¿Te imaginás que el Teatro Colón, porque no hay presupuesto, tenga que hacer una bailanta? A los grandes escenarios los hacen los grandes artistas. Pero hoy todo es cuestión de marcas, Copa Nissan, Toyota. Mañana será Honda, Ford, la cerveza y no se qué... Y ahí van los jugadores como monitos, se suben a un avión 30 horas para jugar un Mundial de Clubes que no existe... Cuando tendrían que estar descansando en este momento, preparándose para respetar a la gente al momento de competir. Si se juega para la gente, ¿o no?
—No vio a Boca...
—Nooo... No me voy a levantar a las 6 de la mañana para ver Túnez y Boca.
—¿Y Milan-Boca?
—Tampoco. El Milan es otra trampa. Le dio bola a este campeonato porque va 14 puntos abajo del Inter. Entonces ponen este torneo para ver si zafan de lo mal que les va en el Calcio. Si estuviera peleando el título no sé si hubiera viajado con los titulares.
—¿Y Boca?
—Los argentinos, sí: son cuatro millones de dólares. Por cuatro palos verdes los dirigentes te hacen jugar en el mar, en la montaña, en la nieve... Por 100 o por 20 mil, por lo que haya... Donde esté el mango ahí vamos todos los monitos disfrazados de jugadores de fútbol, con el entrenador y con todo el circo adelante. El público va igual porque se sostiene por los colores de la camiseta, se acuerda del River de Sívori y Pedernera, o del Boca de Rattín o del que sea. Ahí está el hecho cultural de la identificación. El hincha va con la ilusión de emocionarse. Cada vez se emociona menos, pero igual va, no pierde las esperanzas.
—Pero fueron los campeones de la Libertadores y de la Champions...
—Fueron equipos que hoy están devaluados. Boca terminó cuarto el torneo local; Milan va a 14 puntos; Pachuca tuvo un año malísimo, a pesar del anterior muy bueno, pero ahora jugó como 70 partidos y llegó destruido... ¿A qué van? ¿A alguien le importa si se va a jugar bien? Sabés que una vez el Che Guevara dijo que querían hacer una revolución de la calidad... Y el periodista le preguntó qué era calidad: "Respeto al pueblo", contestó. Sabés qué es fútbol de calidad. ¡Respeto por el que va, viejo! Uno tiene la aspiración de jugar o tocar bien, pero la obligación es prepararte bien para ello... Si soy actor, me dan 100 lucas y el libreto de una obra de teatro hoy, para salir al escenario manaña, no estoy respetando a nadie. Lo mismo en el fútbol. La calidad ya fue...
—¿Y los hinchas que viajaron a Japón?
—Hinchas, hinchas... Cada vez hay menos hinchas y más espectadores. Hoy el fútbol es un espectáculo, hasta ponen minas mostrando el culo... ¿Imaginás que Pavarotti hubiese puesto una vedette antes de empezar a cantar? El fútbol es demasiado importante para estar en manos de cualquiera.
—¿Le ve salida?
-Así no, así se devalúa todo. Si vas a una obra de teatro a ver a Norma Aleandro vestida de vedette y bailando, decís: "Se fue todo a la mierda... No lo va a lograr aunque le ofrezcan millones de dólares". El fútbol ya no se sabe qué es...
LANÚS, LA BANDERA
Siempre queda algún lugar para la esperanza. El fútbol argentino todavía le saca algunas sonrisas al Flaco. La consagración de Lanús, su amado Central...—Dijo que no ve posibilidades de volver a dirigir acá... ¿Central tampoco lo moviliza?—Ahhh... (suspira) Sí, por Central sí haría cualquier cosa. Iría gratis, dirigiría, jugaría, cualquier cosa. Es lo único que me conmueve. Siento que Central es mío y que nadie me lo va a poder quitar. Es parte de mi vida, son los lugares donde iba a los 7 años con mi mamá y mi papá, después mi viejo falleció y seguí con la vieja... También ahora me emocioné muchísimo con el campeonato de Lanús.—¿Por qué?—Lo envidié a Cabrero cuando dijo: "Gané y cuando miré a la platea estaban mis vecinos, mi familia, el barrio, mi club...". Yo me muero por ser campeón con Central. Ojo, fue envidia sana, eh... También me hicieron feliz las declaraciones medidas y prudentes de sus futbolistas. Los felicito. No hace falta disfrazarse, ridiculizarse para festejar. Señoritos de 20, 21 ó 22 años, ubicados, una escuela de curas afuera de la cancha y terribles adentro, ja... Una brisa alentadora de que no todo está podrido y que algo puede cambiar.—¿Ve bien a la Selección?—Lo de Coco es otro buen indicio, apuesta al buen pie porque ya no tienen tiempo de ensayo, nada... Hace lo que puede y busca con los que saben jugar al fútbol.—¿Y a Simeone en River?—No lo conozco como técnico. Pero la política argentina es así... ¿Si Lavolpe ganaba el título, Simeone hubiera sido el mismo? Todos dirán "no". Pero sí, es el mismo. La valorización no puede ser porque ganó... ¿Si Boca la ganaba a Belgrano la figura era La Volpe? Y ojo que lo respeto mucho a Simeone por su experiencia, sus ganas... —¿Y a La Volpe?—No tuvo experiencia de cómo se mueve la Argentina. Dijo cosas que no debería haber dicho. Pero es un gran tipo, noble, generoso, buena persona, gran entrenador. Pero no conocía el medio. En México sí. Se confundió...
miércoles, 19 de diciembre de 2007
Premios Rincón de los Hinchas
Se va el 2007 y no podíamos ser menos que los Premios Clarín, Fox Sports, TyC Sports, Olimpia y Alumni. Por eso, desde este humilde espacio, RDH da su opinión. Dos aclaraciones: como nuestro tema exclusivo es el fútbol, lamentamos no condecorar a Los Pumas, el gran Manu Ginóbili, el básquet olímpico, David Nalbandian, las bellas Leonas y el año del golf. Los premiados, en tanto, fueron elegidos por un importante jurado: el autor de este blog. Lo que dice un auténtico triunfo de la democracia.
abrazo y esperamos comentarios
MEJOR EQUIPO DEL AÑO: LANÚS
EQUIPO REVELACIÓN: TIGRE
MEJOR EQUIPO GRANDE: SAN LORENZO
MEJOR EQUIPO ARGENTINO INTERNACIONAL: ARSENAL
MEJOR JUGADOR: DIEGO VALERI (LANÚS)
MEJOR PARTIDO: SAN LORENZO 4 RACING 3 (Apertura 07)
MEJOR ENTRENADOR: RAMÓN CABRERO (LANÚS)
MEJOR ACTITUD PROFESIONAL: RICARDO LA VOLPE (VÉLEZ)
MEJOR HINCHADA: TIGRE
MEJOR ÁRBITRO: HÉCTOR BALDASSI
MEJOR DIRIGENCIA: LANÚS
MEJOR EQUIPO B NACIONAL: OLIMPO
MEJOR EQUIPO B METRO: ESTUDIANTES BA
MEJOR EQUIPO PRIMERA C: ACASSUSO
MEJOR EQUIPO PRIMERA D: LEANDRO ALEM
MEJOR PERIODISTA GRÁFICO: MARCELO GUERRERO (Cobertura Copa América Venezuela, diario Olé)
MEJOR PERIODISTA RADIO: VÍCTOR HUGO MORALES (Radio Continental)
MEJOR PERIODISTA TELEVISIÓN: PABLO TIBURZI (canal 7)
MENCIÓN ESPECIAL: NORBERTO RUSO VEREA (Internet)
MEJOR SITIO INTERNET: TRES POR EL POZO
HECHO DESTACADO DEL AÑO: LA CONSAGRACIÓN DE LANÚS
abrazo y esperamos comentarios
MEJOR EQUIPO DEL AÑO: LANÚS
EQUIPO REVELACIÓN: TIGRE
MEJOR EQUIPO GRANDE: SAN LORENZO
MEJOR EQUIPO ARGENTINO INTERNACIONAL: ARSENAL
MEJOR JUGADOR: DIEGO VALERI (LANÚS)
MEJOR PARTIDO: SAN LORENZO 4 RACING 3 (Apertura 07)
MEJOR ENTRENADOR: RAMÓN CABRERO (LANÚS)
MEJOR ACTITUD PROFESIONAL: RICARDO LA VOLPE (VÉLEZ)
MEJOR HINCHADA: TIGRE
MEJOR ÁRBITRO: HÉCTOR BALDASSI
MEJOR DIRIGENCIA: LANÚS
MEJOR EQUIPO B NACIONAL: OLIMPO
MEJOR EQUIPO B METRO: ESTUDIANTES BA
MEJOR EQUIPO PRIMERA C: ACASSUSO
MEJOR EQUIPO PRIMERA D: LEANDRO ALEM
MEJOR PERIODISTA GRÁFICO: MARCELO GUERRERO (Cobertura Copa América Venezuela, diario Olé)
MEJOR PERIODISTA RADIO: VÍCTOR HUGO MORALES (Radio Continental)
MEJOR PERIODISTA TELEVISIÓN: PABLO TIBURZI (canal 7)
MENCIÓN ESPECIAL: NORBERTO RUSO VEREA (Internet)
MEJOR SITIO INTERNET: TRES POR EL POZO
HECHO DESTACADO DEL AÑO: LA CONSAGRACIÓN DE LANÚS
lunes, 17 de diciembre de 2007
Festejos
¿Tienen derecho los hinchas de River, huérfanos de títulos desde hace 4 años, a celebrar la paliza del Milán sobre Boca en la final por el Mundial de Clubes? Sí. Aceptado el idiotizante folclore de los afiches (en su mayoría, impulsados por empresarios y profesionales a sueldo) y legitimada la cargada agresiva enarbolada por un sector del periodismo inmoral, ocurre que si el contrato de lectura solo se mide por la pasión, nadie, absolutamente nadie, debiera horrorizarse del "todo vale" que impera en estas latitudes.
Como esa imagen que viene circulando en internet por estos días y se mofa, de modo cínico, de Martín Palermo y su presunta falta de cojones. Está mal y es de pésimo gusto, claro, pero es el juego de moda: herir al otro de cualquier manera.
Por el contrario, vale el festejo ajeno cuando se hace desde la complicidad y el humor sano, entre otras razones, porque el código entre los hinchas no viene contaminado de intereses ajenos. Están guardadas en el arcón de la memoria futbolera, -haciendo un escueto repaso de innumerables ejemplos- la espontánea concentración de hinchas canallas ante la defección de Ñuls en la final de la Libertadores 87, la peregrinación tripera en ocasión del descenso de Estudiantes en 1994 o la "Peña Javier Mazzoni", héroe de los pincharratas tras hacer trizas jugando para Independiente el sueño de campeonato de Gimnasia en 1995.
Y un dato más para constatar que no se trata solo de una cuestión de camisetas: consumada la derrota de River en Japón a manos de la Juve de Italia en 1996, en otro rincón del mundo, el estadio de Deportivo Español sito en Bajo Flores, la hinchada boquense (cuyo última alegría remitía al Apertura 92) muy originalmente tiñó de camisetas albinegras la popular visitante y le dedicó todo tipo de cantos alusivos al rival de siempre.
Otro época, claro.
Como esa imagen que viene circulando en internet por estos días y se mofa, de modo cínico, de Martín Palermo y su presunta falta de cojones. Está mal y es de pésimo gusto, claro, pero es el juego de moda: herir al otro de cualquier manera.
Por el contrario, vale el festejo ajeno cuando se hace desde la complicidad y el humor sano, entre otras razones, porque el código entre los hinchas no viene contaminado de intereses ajenos. Están guardadas en el arcón de la memoria futbolera, -haciendo un escueto repaso de innumerables ejemplos- la espontánea concentración de hinchas canallas ante la defección de Ñuls en la final de la Libertadores 87, la peregrinación tripera en ocasión del descenso de Estudiantes en 1994 o la "Peña Javier Mazzoni", héroe de los pincharratas tras hacer trizas jugando para Independiente el sueño de campeonato de Gimnasia en 1995.
Y un dato más para constatar que no se trata solo de una cuestión de camisetas: consumada la derrota de River en Japón a manos de la Juve de Italia en 1996, en otro rincón del mundo, el estadio de Deportivo Español sito en Bajo Flores, la hinchada boquense (cuyo última alegría remitía al Apertura 92) muy originalmente tiñó de camisetas albinegras la popular visitante y le dedicó todo tipo de cantos alusivos al rival de siempre.
Otro época, claro.
jueves, 13 de diciembre de 2007
Contrato de partes íntegras
Por Walter Vargas
La llegada de Tocalli a Vélez habla bien del contratado y del contratante. De Tocalli, por tratarse de alguien poco seducido por los penosos aullidos de la moda. Hizo su camino con los Sub 20, ganando o perdiendo sus equipos dieron la talla, jamás vendió recetas mágicas y tampoco se instaló en el centro de la escena al influjo de declaraciones rimbombantes. Queda claro que no hablamos del típico oportunista que pulula en los estadios donde juegan equipos con entrenador stand by. No pertenece, Tocalli, al elenco estable de los foros de discusión de la tevé.Vélez. No se trata de insinuar siquiera que su conducción sea parte del Comité Organizador del Paraíso Terrenal, pero en un fútbol tan enrarecido o, digámoslo, tan envilecido, su porcentaje de procedimientos elogiables es interesante. Veamos: asimila de buen grado el traumático alejamiento de Russo, apuesta a La Volpe cuando a La Volpe se le cuestiona hasta el color de sus corbatas, y cuando la gestión del Bigotón entra en crisis, desecha la alternativa del portazo inmediato y pacta una salida indolora. Recién después llegan la goleada a manos de Boca, el horno que no consiente bollos y la renuncia de La Volpe, pero en todo caso sin volcanes en erupción. A propósito: ¿no es La Volpe un tipo de curiosa integridad en un país donde ni los indeseables renuncian?Pero volvamos a Vélez. A simple vista apuesta por un profesional acorde con la necesidad de fomentar el salto de calidad de tanta materia prima joven. Se descuenta que nadie le pedirá maravillas a plazo fijo. Y sabe grato que Tocalli represente una cara nueva en un mercado dominado por la moda y/o por el lobby. Lo que se dice un tiro para el lado de la justicia.
La llegada de Tocalli a Vélez habla bien del contratado y del contratante. De Tocalli, por tratarse de alguien poco seducido por los penosos aullidos de la moda. Hizo su camino con los Sub 20, ganando o perdiendo sus equipos dieron la talla, jamás vendió recetas mágicas y tampoco se instaló en el centro de la escena al influjo de declaraciones rimbombantes. Queda claro que no hablamos del típico oportunista que pulula en los estadios donde juegan equipos con entrenador stand by. No pertenece, Tocalli, al elenco estable de los foros de discusión de la tevé.Vélez. No se trata de insinuar siquiera que su conducción sea parte del Comité Organizador del Paraíso Terrenal, pero en un fútbol tan enrarecido o, digámoslo, tan envilecido, su porcentaje de procedimientos elogiables es interesante. Veamos: asimila de buen grado el traumático alejamiento de Russo, apuesta a La Volpe cuando a La Volpe se le cuestiona hasta el color de sus corbatas, y cuando la gestión del Bigotón entra en crisis, desecha la alternativa del portazo inmediato y pacta una salida indolora. Recién después llegan la goleada a manos de Boca, el horno que no consiente bollos y la renuncia de La Volpe, pero en todo caso sin volcanes en erupción. A propósito: ¿no es La Volpe un tipo de curiosa integridad en un país donde ni los indeseables renuncian?Pero volvamos a Vélez. A simple vista apuesta por un profesional acorde con la necesidad de fomentar el salto de calidad de tanta materia prima joven. Se descuenta que nadie le pedirá maravillas a plazo fijo. Y sabe grato que Tocalli represente una cara nueva en un mercado dominado por la moda y/o por el lobby. Lo que se dice un tiro para el lado de la justicia.
lunes, 10 de diciembre de 2007
Telón para un campeonato histórico
Consumada la epopeya de Lanús -decimoquinto club en anotar su nombre a la galería de campeones, el décimo de los denominados chicos-, es tiempo de balances. Y los balances suelen ser necesarios para ejercitar lecturas, reflexionar lo vivido y adelantarse al porvenir (que no queda en gerli, claro).
Entre lo destacado, y ya señalado en otros medios, surgen la brisa reparadora de los menos poderosos, la aparición de jóvenes valores (Valeri, Buonanotte, Escudero, Cvitanich, entre otros) y la confirmación de otros más curtidos (Sand, Lázzaro, Islas, Pelettieri, Sánchez Prette), como también llamativas señales entregadas en las contiendas.
Relevando números, partidos y goleadores, éste fue el campeonato en el cual San Lorenzo revirtió la paternidad de Racing (4-3, tras ir 0-3 abajo), el peor River de la historia achicó la ventaja con Boca en el historial -4 juegos-, Argentinos Juniors hizo de su estadio una auténtica fortaleza -perdió solo 2 partidos, les ganó a River, Boca, Racing, el flamante campeón de la sudamericana, los promisorios Banfield y Tigre- y el torneo donde un equipo cuyo rival de siempre padece la primera C (el ya citado El Porvenir), se cargó a todos los grandes (le faltó Racing).
Y hay más datos: River perdió con todos los ascendidos de la B Nacional y se ubicó último entre los 5 gigantes, algo que solo ocurrió 4 veces en el profesionalismo, Tigre hizo la mejor campaña de su historia (la anterior era un sexto puesto en 1956) y Colón hizo doblete ante Boca y River (le ganó por primera vez en el Monumental).
Posiblemente hayan pasado más cosas que lo aquí reseñado -al cabo, de eso trata la finalidad de un blog, intercambiar con otros, señalar olvidos, polemizar-, pero la estadística expresa un campeonato signado por la sorpresa y la emoción, con partidos de muchos goles y un consagrado con todas las luminarias.
Lanús, el Lanús club y el Lanús equipo como unidad sólidamente articulada, le dio un mensaje esperanzador al resto de los presuntamente ninguneados. Y allí asoman nuevamente los números: 7 puntos encima de Boca, 9 sobre San Lorenzo, 10 a Independiente, 13 a Racing y 15 a River. Si esto no da para el brindis, bueno, aceptemos que no hay batallas por las cuales vale la pena luchar.
Entre lo destacado, y ya señalado en otros medios, surgen la brisa reparadora de los menos poderosos, la aparición de jóvenes valores (Valeri, Buonanotte, Escudero, Cvitanich, entre otros) y la confirmación de otros más curtidos (Sand, Lázzaro, Islas, Pelettieri, Sánchez Prette), como también llamativas señales entregadas en las contiendas.
Relevando números, partidos y goleadores, éste fue el campeonato en el cual San Lorenzo revirtió la paternidad de Racing (4-3, tras ir 0-3 abajo), el peor River de la historia achicó la ventaja con Boca en el historial -4 juegos-, Argentinos Juniors hizo de su estadio una auténtica fortaleza -perdió solo 2 partidos, les ganó a River, Boca, Racing, el flamante campeón de la sudamericana, los promisorios Banfield y Tigre- y el torneo donde un equipo cuyo rival de siempre padece la primera C (el ya citado El Porvenir), se cargó a todos los grandes (le faltó Racing).
Y hay más datos: River perdió con todos los ascendidos de la B Nacional y se ubicó último entre los 5 gigantes, algo que solo ocurrió 4 veces en el profesionalismo, Tigre hizo la mejor campaña de su historia (la anterior era un sexto puesto en 1956) y Colón hizo doblete ante Boca y River (le ganó por primera vez en el Monumental).
Posiblemente hayan pasado más cosas que lo aquí reseñado -al cabo, de eso trata la finalidad de un blog, intercambiar con otros, señalar olvidos, polemizar-, pero la estadística expresa un campeonato signado por la sorpresa y la emoción, con partidos de muchos goles y un consagrado con todas las luminarias.
Lanús, el Lanús club y el Lanús equipo como unidad sólidamente articulada, le dio un mensaje esperanzador al resto de los presuntamente ninguneados. Y allí asoman nuevamente los números: 7 puntos encima de Boca, 9 sobre San Lorenzo, 10 a Independiente, 13 a Racing y 15 a River. Si esto no da para el brindis, bueno, aceptemos que no hay batallas por las cuales vale la pena luchar.
sábado, 8 de diciembre de 2007
Un desafío mayúsculo
De no mediar sorpresas, Diego Simeone arribará a Nuñez tal como quería un segmento significativo de hinchas de River. Curioso el caso de las encuestas on line: es tan oprobiosa la realidad millonaria que la mayoría de las compulsas vienen signadas por el desinterés, la amarga resignación de clickear robóticamente o ese íncomodo lugar de votar el mal menor y sin convicciones. Paréntesis: no fue el caso de los últimos comicios presidenciales.
Lo cierto es que el ex jugador de Vélez, Pisa de Italia, Lazio, Inter, Atlético Madrid y Racing, llega con un manto de desprolijidades al cargo. No resultó transparente, o al menos de buenos modales, su despedida de Estudiantes -club que confió en las aptitudes de un deté inexperto- y no parece creíble la historia oficial de su inminente desembarco en Figueroa Alcorta 7597. Digásmoslo sin rodeos: los contactos de River con Simeone datan de los oscuros tiempos passarellianos. Y solo el culebrón público con Ramón Díaz dilató veinte días un acuerdo previamente consensuado en las oficinas de Nuñez.
Desechada la ética de Aguilar, Israel y companía, entonces, asoma un desafío mayúsculo para el hombre del cuchillo entre los dientes: convivir con una dirigencia que naufraga en errores y decisiones reprobables, con jugadores a la medida de ese naufragio y sin margen para improvisar nada. Aunque Simeone, se intuye, debe saber interiormente que llega a un club devastado deportiva e institucionalmente.
A favor, en cambio, tiene fundadas razones para asumir las exigencias de la prueba. Solo con procurar algunos retoques en cómo jugue el equipo, la mentada actitud y un puñado de resultados favorables, el entrenador habrá conseguido su reaseguro profesional. O no, quizás en diciembre de 2008 estemos hablando de un nuevo contuvernio en torno a su figura, negociando con otra dirigencia que tampoco sabe de escrúpulos y cerca de lo que Simeone aspiró desde su retiro como futbolista: la Selección Nacional.
Lo cierto es que el ex jugador de Vélez, Pisa de Italia, Lazio, Inter, Atlético Madrid y Racing, llega con un manto de desprolijidades al cargo. No resultó transparente, o al menos de buenos modales, su despedida de Estudiantes -club que confió en las aptitudes de un deté inexperto- y no parece creíble la historia oficial de su inminente desembarco en Figueroa Alcorta 7597. Digásmoslo sin rodeos: los contactos de River con Simeone datan de los oscuros tiempos passarellianos. Y solo el culebrón público con Ramón Díaz dilató veinte días un acuerdo previamente consensuado en las oficinas de Nuñez.
Desechada la ética de Aguilar, Israel y companía, entonces, asoma un desafío mayúsculo para el hombre del cuchillo entre los dientes: convivir con una dirigencia que naufraga en errores y decisiones reprobables, con jugadores a la medida de ese naufragio y sin margen para improvisar nada. Aunque Simeone, se intuye, debe saber interiormente que llega a un club devastado deportiva e institucionalmente.
A favor, en cambio, tiene fundadas razones para asumir las exigencias de la prueba. Solo con procurar algunos retoques en cómo jugue el equipo, la mentada actitud y un puñado de resultados favorables, el entrenador habrá conseguido su reaseguro profesional. O no, quizás en diciembre de 2008 estemos hablando de un nuevo contuvernio en torno a su figura, negociando con otra dirigencia que tampoco sabe de escrúpulos y cerca de lo que Simeone aspiró desde su retiro como futbolista: la Selección Nacional.
jueves, 6 de diciembre de 2007
Navas juega el mejor partido
Por Ariel Scher
Un día, un día en el que habrá tenido fútbol en los pies, y fútbol en la historia, y fútbol en el alma, Mauro Navas decidió que, además de fútbol y fútbol y fútbol, tenía otra vocación y otra tentación: trabajar para mejorar una realidad que le duele por injusta. Y se puso a hacerlo.Navas la pasó bien como habitante de las canchas. Las disfrutó en su infancia, sobre el suelo del sur bonaerense; las volvió escenario de su oficio entre 1994 y este año, con las camisetas de Banfield, Racing, Udinese, Espanyol y Temperley, entre otras. A los 33 años, tras su último pelotazo como profesional, no dudó de que, por un lado, el fútbol le había permitido muchos desarrollos ni de que, por el otro, también el fútbol podía permitirle desarrollos a mucha gente más.Pudo quedarse solamente en la acción y sentir que su tarea estaba cumplida al contribuir con el comedor comunitario que impulsa Temperley, que es su club y casi su casa. O pudo evaluar que bastaba con encontrar un puesto de director técnico, algo que le gusta, y ejercerlo enfrentando todas las mugres modernas del fútbol. Pero sintió y supo que hacía falta más. "Los jugadores podemos hacer mucho por los demás, tenemos que capacitarnos", dijo y se dijo. Y se puso a estudiar. Inquieto por incidir en la vida social, convencido de que vale la pena hacer por y para los otros, empezó la carrera de Trabajo Social, en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora."Hay que ayudar a los pibes de Salta, a los de Misiones. El fútbol es un recurso bárbaro", explica Navas, que va modelando proyectos en los que el fútbol es rival de la desigualdad. Ni los grandes jugadores ni las grandes jugadas dejaron de cautivarlo, pero ahora su equipo incorpora los textos del pensador francés Michel Foucault, las propuestas educativas del brasileño Paulo Freire, las ideas de cada autor que le "abre la cabeza" denunciando las miserias de este tiempo. Ese partido juega ahora Mauro Navas, el mejor partido de todos desde que la vida es vida y la gente es gente. Lleva un par de libros en la mano, guarda una memoria de fútbol en las piernas y la voluntad de cambiar el mundo le late en el corazón.
Un día, un día en el que habrá tenido fútbol en los pies, y fútbol en la historia, y fútbol en el alma, Mauro Navas decidió que, además de fútbol y fútbol y fútbol, tenía otra vocación y otra tentación: trabajar para mejorar una realidad que le duele por injusta. Y se puso a hacerlo.Navas la pasó bien como habitante de las canchas. Las disfrutó en su infancia, sobre el suelo del sur bonaerense; las volvió escenario de su oficio entre 1994 y este año, con las camisetas de Banfield, Racing, Udinese, Espanyol y Temperley, entre otras. A los 33 años, tras su último pelotazo como profesional, no dudó de que, por un lado, el fútbol le había permitido muchos desarrollos ni de que, por el otro, también el fútbol podía permitirle desarrollos a mucha gente más.Pudo quedarse solamente en la acción y sentir que su tarea estaba cumplida al contribuir con el comedor comunitario que impulsa Temperley, que es su club y casi su casa. O pudo evaluar que bastaba con encontrar un puesto de director técnico, algo que le gusta, y ejercerlo enfrentando todas las mugres modernas del fútbol. Pero sintió y supo que hacía falta más. "Los jugadores podemos hacer mucho por los demás, tenemos que capacitarnos", dijo y se dijo. Y se puso a estudiar. Inquieto por incidir en la vida social, convencido de que vale la pena hacer por y para los otros, empezó la carrera de Trabajo Social, en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora."Hay que ayudar a los pibes de Salta, a los de Misiones. El fútbol es un recurso bárbaro", explica Navas, que va modelando proyectos en los que el fútbol es rival de la desigualdad. Ni los grandes jugadores ni las grandes jugadas dejaron de cautivarlo, pero ahora su equipo incorpora los textos del pensador francés Michel Foucault, las propuestas educativas del brasileño Paulo Freire, las ideas de cada autor que le "abre la cabeza" denunciando las miserias de este tiempo. Ese partido juega ahora Mauro Navas, el mejor partido de todos desde que la vida es vida y la gente es gente. Lleva un par de libros en la mano, guarda una memoria de fútbol en las piernas y la voluntad de cambiar el mundo le late en el corazón.
lunes, 3 de diciembre de 2007
Fútbol de Ascenso
SUEÑOS DE PRIMERA
por José Moset
“Se van para la B…” sigue siendo uno de los cánticos más hirientes que una hinchada de primera división puede propinar a otra, cuando el equipo de esta última está al borde del descenso. Años atrás, la burla se completaba con el imperativo “a jugar los sábados”.Era así. Cuando la televisión estaba lejos de controlar el negocio total del fútbol, cuando la convivencia entre dirigentes y barras bravas era más la excepción que la regla, cuando los operativos de seguridad no se habían degradado y cuando la primera división se jugaba solamente los domingos (en campeonatos a dos ruedas, que empezaban en abril y terminaban en noviembre), la fiesta sabatina era exclusiva del ascenso. Y si bien hoy “irse al descenso” es para los hinchas tanto o más oprobioso que antes, nadie está seguro de que su equipo juegue el sábado, ya que eventualmente lo hará un domingo (a la mañana o a la tarde), un lunes o un martes, según una curiosa agenda consensuada con la televisión y la policía.La larga maratón del ascenso cuenta actualmente con cuatro categorías: la B Nacional (20 participantes), la B Metropolitana (21), la C (20) y la D (18): un total de 79 clubes, la mayoría de Capital Federal y Gran Buenos Aires, Rosario y Santa Fe (los “directamente afiliados” a la AFA), aunque en la B Nacional intervienen varios de los “indirectos”, como los representantes de Córdoba, Mendoza, Tucumán, Mar del Plata y Comodoro Rivadavia. Esto sin contar las decenas de clubes que participan de los torneos Argentinos A, B y C.En la B Metropolitana (quizás el campeonato más duro, ya que hay un solo ascenso directo a la B Nacional) revistan clubes con pasado en primera división, como Atlanta, Los Andes, Deportivo Morón, Temperley, All Boys, Deportivo Español, Central Córdoba, de Rosario, y Sarmiento, de Junín. Y en la última divisional, la D, milita desde hace dos temporadas Argentino de Quilmes, el “mate”, tan antiguo y tradicional como su vecino, el “cervecero”.La crisis global del fútbol argentino ha puesto a la mayor parte de estas 79 instituciones en situación muy comprometida, con embargos, quiebras, intervenciones judiciales, dirigencias cuestionadas y estadios semivacíos. Para colmo, y como una polémica respuesta de la AFA a la violencia de las barras bravas y la represión policial, en los actuales cuatro campeonatos no se permite la presencia de público visitante. Demasiado para sobrevivir aunque, convengamos, la pasión es inextinguible.
por José Moset
“Se van para la B…” sigue siendo uno de los cánticos más hirientes que una hinchada de primera división puede propinar a otra, cuando el equipo de esta última está al borde del descenso. Años atrás, la burla se completaba con el imperativo “a jugar los sábados”.Era así. Cuando la televisión estaba lejos de controlar el negocio total del fútbol, cuando la convivencia entre dirigentes y barras bravas era más la excepción que la regla, cuando los operativos de seguridad no se habían degradado y cuando la primera división se jugaba solamente los domingos (en campeonatos a dos ruedas, que empezaban en abril y terminaban en noviembre), la fiesta sabatina era exclusiva del ascenso. Y si bien hoy “irse al descenso” es para los hinchas tanto o más oprobioso que antes, nadie está seguro de que su equipo juegue el sábado, ya que eventualmente lo hará un domingo (a la mañana o a la tarde), un lunes o un martes, según una curiosa agenda consensuada con la televisión y la policía.La larga maratón del ascenso cuenta actualmente con cuatro categorías: la B Nacional (20 participantes), la B Metropolitana (21), la C (20) y la D (18): un total de 79 clubes, la mayoría de Capital Federal y Gran Buenos Aires, Rosario y Santa Fe (los “directamente afiliados” a la AFA), aunque en la B Nacional intervienen varios de los “indirectos”, como los representantes de Córdoba, Mendoza, Tucumán, Mar del Plata y Comodoro Rivadavia. Esto sin contar las decenas de clubes que participan de los torneos Argentinos A, B y C.En la B Metropolitana (quizás el campeonato más duro, ya que hay un solo ascenso directo a la B Nacional) revistan clubes con pasado en primera división, como Atlanta, Los Andes, Deportivo Morón, Temperley, All Boys, Deportivo Español, Central Córdoba, de Rosario, y Sarmiento, de Junín. Y en la última divisional, la D, milita desde hace dos temporadas Argentino de Quilmes, el “mate”, tan antiguo y tradicional como su vecino, el “cervecero”.La crisis global del fútbol argentino ha puesto a la mayor parte de estas 79 instituciones en situación muy comprometida, con embargos, quiebras, intervenciones judiciales, dirigencias cuestionadas y estadios semivacíos. Para colmo, y como una polémica respuesta de la AFA a la violencia de las barras bravas y la represión policial, en los actuales cuatro campeonatos no se permite la presencia de público visitante. Demasiado para sobrevivir aunque, convengamos, la pasión es inextinguible.
sábado, 1 de diciembre de 2007
El triunfo de una mentalidad
En la víspera de la coronación, hay un club que ya ganó: Lanús. Por escándalo sobre el resto, con armas nobles, infrecuentes para estos tiempos de oprobio en el juego y negocio escandaloso, de trampa legitimada y conveniencias a la orden del día. Salir primero o segundo, en la opinión de este cronista, no alterará las cosas.
Ocurre que se habló hasta el cansancio del meritorio trabajo dirigencial, la continuidad de los proyectos, los tesoros escondidos del semillero, la apuesta ofensiva de un entrenador cuyos principales referentes son César Menotti y el Gitano Juárez (El gráfico, Noviembre 2007). Pero la crónica omitió algo más trascendente, no incorporado en el humor futbolero, ninguneado lógicamente por los medios masivos: la victoria de Lanús es la victoria de una política. Más: es la victoria de una mentalidad. Desandemos esa mentalidad: en Lanús no se habla de plata ni de barras, en Lanús no se menciona la palabra negocio, en Lanús el jugador que no sabe convivir con el otro no juega, en Lanús una derrota no enloquece a los más de 30 mil socios que tiene institución, en Lanús se prioriza a ese socio y se ayuda a la comunidad, en Lanús las numerosas familias que van al club comen su asado sin el sonido de las balas como telón de fondo. En Lanús, en suma, prevalecen valores y convicciones.
Suena injusto y canallesco, como señalan los emisarios del poder, decir que este campeonato es mediocre. No lo merecen ni Lanús ni los hinchas ajenos que se embanderaron de granate.
Ocurre que se habló hasta el cansancio del meritorio trabajo dirigencial, la continuidad de los proyectos, los tesoros escondidos del semillero, la apuesta ofensiva de un entrenador cuyos principales referentes son César Menotti y el Gitano Juárez (El gráfico, Noviembre 2007). Pero la crónica omitió algo más trascendente, no incorporado en el humor futbolero, ninguneado lógicamente por los medios masivos: la victoria de Lanús es la victoria de una política. Más: es la victoria de una mentalidad. Desandemos esa mentalidad: en Lanús no se habla de plata ni de barras, en Lanús no se menciona la palabra negocio, en Lanús el jugador que no sabe convivir con el otro no juega, en Lanús una derrota no enloquece a los más de 30 mil socios que tiene institución, en Lanús se prioriza a ese socio y se ayuda a la comunidad, en Lanús las numerosas familias que van al club comen su asado sin el sonido de las balas como telón de fondo. En Lanús, en suma, prevalecen valores y convicciones.
Suena injusto y canallesco, como señalan los emisarios del poder, decir que este campeonato es mediocre. No lo merecen ni Lanús ni los hinchas ajenos que se embanderaron de granate.
miércoles, 28 de noviembre de 2007
De la mano de Akerman
Hablamos en este espacio de dos grandes de la B Metro (Atlanta y All boys), ambos candidatos al ascenso si medimos historia, plantilla, estadio -pese a que el bohemio hace de local en Platense- y posición en la tabla. Nobleza obliga, es tiempo de remitirnos a otro de los grandes del vapuleado fútbol de los sábados, Deportivo Morón.
Ubicado en el oeste del Gran Buenos Aires, cerquita de la estación Sarmiento de trenes, el gallito nació en 1948 y tiene como base principal el fútbol, jugó una temporada en primera división (1968), su estadio alberga casi 20 mil personas, profesa una amistad icondicional con el encumbrado Tigre y forjó una hinchada multitudinaria con proyección no solo zonal, sino también nacional e internacional. Sin ir más lejos, tiene filiales en Luján, Villa Tesei y en New Jersey (Estados Unidos).
Yendo al presente, arrancó auspiciosamente la temporada 07/08 aunque declinó a partir de la fecha 10. Sin embargo, haber sostenido a Salvador Daniele -provisorio acierto de la dirigencia-, más la presencia decisiva de Damián Akerman lo mantienen a la expectativa. El ex Argentino de Rosario es pieza vital para Morón. Por caso, edificó un gol memorable ante Estudiantes de Buenos Aires (con dos sombreros incluidos) y renovó el entusiasmo por el oeste. A 9 puntos de Sportivo Italiano y All boys, transcurridas 19 fechas de un campeonato de 41, el sueño de Morón tiene fundamentos sólidos pese al inexplicable revés en el final de la 05/06 y la promo de ese año ante Defensa y Justicia (3-3). La historia, para uno u otro lado, será un elemento a tener en cuenta.
Ubicado en el oeste del Gran Buenos Aires, cerquita de la estación Sarmiento de trenes, el gallito nació en 1948 y tiene como base principal el fútbol, jugó una temporada en primera división (1968), su estadio alberga casi 20 mil personas, profesa una amistad icondicional con el encumbrado Tigre y forjó una hinchada multitudinaria con proyección no solo zonal, sino también nacional e internacional. Sin ir más lejos, tiene filiales en Luján, Villa Tesei y en New Jersey (Estados Unidos).
Yendo al presente, arrancó auspiciosamente la temporada 07/08 aunque declinó a partir de la fecha 10. Sin embargo, haber sostenido a Salvador Daniele -provisorio acierto de la dirigencia-, más la presencia decisiva de Damián Akerman lo mantienen a la expectativa. El ex Argentino de Rosario es pieza vital para Morón. Por caso, edificó un gol memorable ante Estudiantes de Buenos Aires (con dos sombreros incluidos) y renovó el entusiasmo por el oeste. A 9 puntos de Sportivo Italiano y All boys, transcurridas 19 fechas de un campeonato de 41, el sueño de Morón tiene fundamentos sólidos pese al inexplicable revés en el final de la 05/06 y la promo de ese año ante Defensa y Justicia (3-3). La historia, para uno u otro lado, será un elemento a tener en cuenta.
martes, 27 de noviembre de 2007
Valer la pena
Escrito el 23 de mayo de 2007
La crónica es la misma. Siempre. Acaso como una cruel paradoja del destino, River transita otra de esas crisis que dejan huellas profundas en su rica historia de casi 106 años de vida. En algunos casos, nafraugando con equipos penosos, en otros, acéfalos de conducción futbolística. Se advirtió desde hace un tiempo el declive dirigencial, pero la queja queda encapsulada en eso, una queja en medio del autoritarismo aguilarista. Es como rebotar empecinadamente contra una pared. O un acto de masoquismo o, mejor, un simple acto de amor genuino a los colores mancillados.
El hincha millonario está angustiado, sufre y asiste desconsoladamente, rabiosamente, apenadamente, al derrumbe del equipo amado. Duele, en ese escenario, observar a buena porción de los socios de un club (que hasta dónde se sabe sigue estando en sus manos), aceptar sin reparos las hostilidades de un grupo de matones a sueldo. Pero duele más, muchísimo más, esta porquería dirigencial enquistada en las oficinas de la institución. Con ellos, no hay futuro posible.
De todos modos, alguien dijo que detrás de toda pena siempre hay una esperanza. Ni hablar si se trata de fútbol pese a todas sus miserias que lo lastiman a diario. Los hinchas de River, que pagan religiosamente sus altísimas cuotas o alquilan los carísimos paquetes codificados de la tevé, tienen derecho a intervenir su club con armas nobles y sin vandalismos. Es, quizás, el modo más ejemplar de valer la pena.
La crónica es la misma. Siempre. Acaso como una cruel paradoja del destino, River transita otra de esas crisis que dejan huellas profundas en su rica historia de casi 106 años de vida. En algunos casos, nafraugando con equipos penosos, en otros, acéfalos de conducción futbolística. Se advirtió desde hace un tiempo el declive dirigencial, pero la queja queda encapsulada en eso, una queja en medio del autoritarismo aguilarista. Es como rebotar empecinadamente contra una pared. O un acto de masoquismo o, mejor, un simple acto de amor genuino a los colores mancillados.
El hincha millonario está angustiado, sufre y asiste desconsoladamente, rabiosamente, apenadamente, al derrumbe del equipo amado. Duele, en ese escenario, observar a buena porción de los socios de un club (que hasta dónde se sabe sigue estando en sus manos), aceptar sin reparos las hostilidades de un grupo de matones a sueldo. Pero duele más, muchísimo más, esta porquería dirigencial enquistada en las oficinas de la institución. Con ellos, no hay futuro posible.
De todos modos, alguien dijo que detrás de toda pena siempre hay una esperanza. Ni hablar si se trata de fútbol pese a todas sus miserias que lo lastiman a diario. Los hinchas de River, que pagan religiosamente sus altísimas cuotas o alquilan los carísimos paquetes codificados de la tevé, tienen derecho a intervenir su club con armas nobles y sin vandalismos. Es, quizás, el modo más ejemplar de valer la pena.
viernes, 23 de noviembre de 2007
El Fin del juego
Iniciada la guerra, se viven tiempos crispados en el ambiente futbolero. Una muestra: periodistas versus jugadores, jugadores versus técnicos, entrenadores versus intermediarios, periodistas versus intermediarios, periodistas versus periodistas, dirigentes versus intermediarios y siguen las firmas.
Un cóctel revulsivo e imposible de soslayar remite a los intereses que jaquean a lo que lo alguna vez fue un juego. Legitimado el mundo de los negocios deportivos, entonces, asombra cuan engañosos suelen ser los discursos de los principales actores del fútbol argentino.Ni Ramón Díaz ama a River y respeta la generosidad de un San Lorenzo que le abrió las puertas, ni Riquelme muere por ir al xeneixe a cualquier precio, ni Passarella celebrará eventuales títulos del millonario a futuro, ni Maurizio Macri "extraña a Boca", ni los empresarios, técnicos, jugadores, periodistas, dirigentes simpatizan con el club del cual dicen ser fanáticos. Esto quiere no quiere decir que esté bien o mal, simplemente es la descripción de un fenómeno. Existen excepciones, claro. Como señala Gerardo Molina en su notable libro "El fin del deporte", asistimos al fin del fútbol tal como lo hemos conocido. O al nacimiento de otra cosa que aún no sabemos bien qué es. Pero vale decir las cosas como son. El juego limpio parece una quimera de acuerdo a las nuevas reglas de la industria. Y la palabra empeñada, ergo, también se empeña al mejor postor.
Un cóctel revulsivo e imposible de soslayar remite a los intereses que jaquean a lo que lo alguna vez fue un juego. Legitimado el mundo de los negocios deportivos, entonces, asombra cuan engañosos suelen ser los discursos de los principales actores del fútbol argentino.Ni Ramón Díaz ama a River y respeta la generosidad de un San Lorenzo que le abrió las puertas, ni Riquelme muere por ir al xeneixe a cualquier precio, ni Passarella celebrará eventuales títulos del millonario a futuro, ni Maurizio Macri "extraña a Boca", ni los empresarios, técnicos, jugadores, periodistas, dirigentes simpatizan con el club del cual dicen ser fanáticos. Esto quiere no quiere decir que esté bien o mal, simplemente es la descripción de un fenómeno. Existen excepciones, claro. Como señala Gerardo Molina en su notable libro "El fin del deporte", asistimos al fin del fútbol tal como lo hemos conocido. O al nacimiento de otra cosa que aún no sabemos bien qué es. Pero vale decir las cosas como son. El juego limpio parece una quimera de acuerdo a las nuevas reglas de la industria. Y la palabra empeñada, ergo, también se empeña al mejor postor.
miércoles, 21 de noviembre de 2007
La Selección no enamora
Descontada la clasificación a Sudáfrica 2010, Argentina cerró el 2007 con saldo negativo en lo que atañe a contagio popular. Prescindiendo de los resultados -se toman como referencias insoslayables el duro revés con Brasil en Venezuela y otras actuaciones fallidas como ante Noruega y Australia-, es evidente que no hubo una planificación adecuada para renovar el entusiasmo de los hinchas.
Digásmolo sin rodeos: da la impresión que este equipo no motiva lo suficiente ni genera pasiones pese a la concentración de figuras. Si bien no es algo novedoso -le pasó a Bielsa en su segundo ciclo en la albiceleste-, las causas no obedecen, únicamente, a lo que se produce futbolísticamente en el campo de juego. ¿Acumulación de frustraciones en mundiales?,¿Falta de recambio en la plantilla? ¿Hastío de jugadores-mercancía? ¿Facilidades de una competencia sin escollos como las eliminatorias?
Aplazada la competencia oficial hasta el año próximo, se impone revisar posibles acciones en estos casi 7 meses de receso obligado. Con una batería de medidas concretas; por caso, apuntalar la selección con jugadores locales, programar amistosos menos espaciados (el verano es una excelente oportunidad), armar una gira por el interior del país con los del medio local o, por qué no, reposicionar al seleccionado enfrentando a rivales de primer orden (según un ranking oficial, Argentina está muy bien conceptuada en todo el mundo). No parece tarea complicada, solo hace falta decisión de los actores y generosidad de los clubes en entender, de una buena vez, que las selecciones son la prioridad de todas las federaciones asociadas a la FIFA (sean de Latinoamérica o Africa).
De no haber modificaciones -la rotación dirigencial es otra buena opción para descomprimir el mal clima- el camino al 2010 será tan lento, monótono y previsible como el devenir de estos primeros 4 partidos de eliminatorias. Una historia cuyo desenlace, concluídas las últimas Copas del Mundo, conduce al justificado hartazgo de los aficionados.
Digásmolo sin rodeos: da la impresión que este equipo no motiva lo suficiente ni genera pasiones pese a la concentración de figuras. Si bien no es algo novedoso -le pasó a Bielsa en su segundo ciclo en la albiceleste-, las causas no obedecen, únicamente, a lo que se produce futbolísticamente en el campo de juego. ¿Acumulación de frustraciones en mundiales?,¿Falta de recambio en la plantilla? ¿Hastío de jugadores-mercancía? ¿Facilidades de una competencia sin escollos como las eliminatorias?
Aplazada la competencia oficial hasta el año próximo, se impone revisar posibles acciones en estos casi 7 meses de receso obligado. Con una batería de medidas concretas; por caso, apuntalar la selección con jugadores locales, programar amistosos menos espaciados (el verano es una excelente oportunidad), armar una gira por el interior del país con los del medio local o, por qué no, reposicionar al seleccionado enfrentando a rivales de primer orden (según un ranking oficial, Argentina está muy bien conceptuada en todo el mundo). No parece tarea complicada, solo hace falta decisión de los actores y generosidad de los clubes en entender, de una buena vez, que las selecciones son la prioridad de todas las federaciones asociadas a la FIFA (sean de Latinoamérica o Africa).
De no haber modificaciones -la rotación dirigencial es otra buena opción para descomprimir el mal clima- el camino al 2010 será tan lento, monótono y previsible como el devenir de estos primeros 4 partidos de eliminatorias. Una historia cuyo desenlace, concluídas las últimas Copas del Mundo, conduce al justificado hartazgo de los aficionados.
martes, 20 de noviembre de 2007
Lo que vendrá
En el epílogo del Cablevisión 07, emergen interrogantes y conjeturas de cara a la temporada venidera:
-¿Se mantendrá la disposición del Coprosede/AFA en restringir el 50 por ciento de público visitante para los encuentros de primera división? Descartado su cumplimiento -las tribunas testimoniaron mucho más que los 4 mil permitidos-, la medida deviene ineficaz e incongruente de acuerdo a la desidia dirigencial. Díficilmente pueda regir tal medida si previamente no se combate a las barras enquistadas en los clubes. Más: todo indica que la dirigencia de algunos equipos, sumergidos en profundas crisis internas o por conveniencia, necesitan de la violencia garantizada por grupos de choque que, no es novedad, desde hace tiempo están claramente institucionalizados.
-Ligado a lo anterior, ¿el fútbol de ascenso seguirá solo con presencia de locales? Los datos del último fin de semana arrojan evidencias irrefutables sobre los alcances de la polémica disposición. Problemas en All Boys-Atlanta, Godoy Cruz-Independiente,Unión-Aldosivi, Belgrano-Ben Hur y en el riñón de Excursionistas tras su pobre campaña en el torneo de la C. Cabe aclarar que en fechas pasadas hubo episodios de violencia en otros estadios.
-¿Proliferarán las peleas entre los periodistas del monopolio? Parece cada vez más lejano aquél consenso inaugural de "no hacer periodismo de periodistas". En sintonía, los grandes medios masivos -gráficos, televisivos, radiales- no ahorran secciones y notas sobre el rol protogónico que ha ganado este campo. No obstante, el caso Gastón Recondo, curiosamente, fue brutalmente despojado de los debates sobre el rol de la prensa. Y eso que hubo una denuncia concreta (¿qué investiga el periodismo hoy?)
-Consecuentemente, ¿habrá lugar para un puñado de periodistas confinados en los márgenes de la agenda deportiva? Véamos: Norberto Verea, Ezequiel Fernández Moore y Ariel Scher -por citar algunos nombres- vienen perdiendo terreno por un séquito de obsecuentes a los lineamientos editoriales del establischment periodístico. Más: por entrenadores, ex jugadores, ex árbitros que no dicen nada. En definitiva, esa es la función para lo cual son convocados.
-La mentada "falta de ética" que ocupa espacio en estos días, ¿es algo novedoso en este fútbol signado por la escasez de valores donde priman intereses que nada tienen que ver con la solidaridad, "la palabra empeñada" (¿se empeña la palabra?) y otras frases altisonantes que oscilan entre lo risueño y lo patético?
Al cabo, interrogantes de un fútbol en descomposición. Aunque se oculten y se disfrazen, aberraciones peores fueron saliendo a la luz. Tarde o temprano, el consuelo es ser optimistas.
-¿Se mantendrá la disposición del Coprosede/AFA en restringir el 50 por ciento de público visitante para los encuentros de primera división? Descartado su cumplimiento -las tribunas testimoniaron mucho más que los 4 mil permitidos-, la medida deviene ineficaz e incongruente de acuerdo a la desidia dirigencial. Díficilmente pueda regir tal medida si previamente no se combate a las barras enquistadas en los clubes. Más: todo indica que la dirigencia de algunos equipos, sumergidos en profundas crisis internas o por conveniencia, necesitan de la violencia garantizada por grupos de choque que, no es novedad, desde hace tiempo están claramente institucionalizados.
-Ligado a lo anterior, ¿el fútbol de ascenso seguirá solo con presencia de locales? Los datos del último fin de semana arrojan evidencias irrefutables sobre los alcances de la polémica disposición. Problemas en All Boys-Atlanta, Godoy Cruz-Independiente,Unión-Aldosivi, Belgrano-Ben Hur y en el riñón de Excursionistas tras su pobre campaña en el torneo de la C. Cabe aclarar que en fechas pasadas hubo episodios de violencia en otros estadios.
-¿Proliferarán las peleas entre los periodistas del monopolio? Parece cada vez más lejano aquél consenso inaugural de "no hacer periodismo de periodistas". En sintonía, los grandes medios masivos -gráficos, televisivos, radiales- no ahorran secciones y notas sobre el rol protogónico que ha ganado este campo. No obstante, el caso Gastón Recondo, curiosamente, fue brutalmente despojado de los debates sobre el rol de la prensa. Y eso que hubo una denuncia concreta (¿qué investiga el periodismo hoy?)
-Consecuentemente, ¿habrá lugar para un puñado de periodistas confinados en los márgenes de la agenda deportiva? Véamos: Norberto Verea, Ezequiel Fernández Moore y Ariel Scher -por citar algunos nombres- vienen perdiendo terreno por un séquito de obsecuentes a los lineamientos editoriales del establischment periodístico. Más: por entrenadores, ex jugadores, ex árbitros que no dicen nada. En definitiva, esa es la función para lo cual son convocados.
-La mentada "falta de ética" que ocupa espacio en estos días, ¿es algo novedoso en este fútbol signado por la escasez de valores donde priman intereses que nada tienen que ver con la solidaridad, "la palabra empeñada" (¿se empeña la palabra?) y otras frases altisonantes que oscilan entre lo risueño y lo patético?
Al cabo, interrogantes de un fútbol en descomposición. Aunque se oculten y se disfrazen, aberraciones peores fueron saliendo a la luz. Tarde o temprano, el consuelo es ser optimistas.
viernes, 16 de noviembre de 2007
Empezó mal, terminó peor
El segundo mandato de Daniel Passarella en River, previsiblemente, termina sin campeonatos. Algo lógico si se consideran antecedentes. Hagamos un ejercicio de memoria: primeros días del 2006, Reinaldo Merlo deshojaba margaritas para armar un plantel competitivo luego de la pésima política de compras pergeñada por Leonardo Astrada con la anuencia, claro, de José María Aguilar. Pues bien, un motín liderado por Marcelo Gallardo -"nuestra bandera" en palabras de JMA-, obturó un ciclo promisorio de cara al año en que River rivalidaba lauros resonantes. Por caso, se cumplían 20 años de la conquista de la primera libertadores.
En medio de sospechas imposibles de develarse a corto plazo, Passarella arribó a River en cuestión de horas. Llegaron refuerzos, se renovó el ánimo del encolumnado plantel, pero la estela de Merlo merodeaba el monumental. Una pena lo de Mostaza. Si algo debe tener claro River de aquí en más, es que el apoyo mediático le garantizará fecundas alegrías.
Sin embargo y fiel a la desprolijidad de la actual conducción, priorizaron un entrenador de horrendos modales, con magra cosecha de resultados en el último tiempo y ningún acercamiento con la prensa pese a la autocrítica de los primeros reportajes ("Estoy cambiado, pedí ayuda psicológica y me di cuenta que no soy omnipotente", le dijo a Clarín). Lo cierto es que Passarella discontinuó el tratamiento, no consideró conveniente el asesoramiento psicológico para un plantel golpeado y terminó recurriendo a una bruja en 2007.
Hasta ahí, las deudas del "kaiser". Presumiblemente, nada de esto desvirtuará el afecto de los hinchas por su notable carrera como jugador, como tampoco olvidará las 3 vueltas olímpicas del primer ciclo. José María Aguilar, con absoluta seguridad, no gozará de tales privilegios.
En medio de sospechas imposibles de develarse a corto plazo, Passarella arribó a River en cuestión de horas. Llegaron refuerzos, se renovó el ánimo del encolumnado plantel, pero la estela de Merlo merodeaba el monumental. Una pena lo de Mostaza. Si algo debe tener claro River de aquí en más, es que el apoyo mediático le garantizará fecundas alegrías.
Sin embargo y fiel a la desprolijidad de la actual conducción, priorizaron un entrenador de horrendos modales, con magra cosecha de resultados en el último tiempo y ningún acercamiento con la prensa pese a la autocrítica de los primeros reportajes ("Estoy cambiado, pedí ayuda psicológica y me di cuenta que no soy omnipotente", le dijo a Clarín). Lo cierto es que Passarella discontinuó el tratamiento, no consideró conveniente el asesoramiento psicológico para un plantel golpeado y terminó recurriendo a una bruja en 2007.
Hasta ahí, las deudas del "kaiser". Presumiblemente, nada de esto desvirtuará el afecto de los hinchas por su notable carrera como jugador, como tampoco olvidará las 3 vueltas olímpicas del primer ciclo. José María Aguilar, con absoluta seguridad, no gozará de tales privilegios.
martes, 13 de noviembre de 2007
Sigue creciendo
Juan Martin, portentoso delantero de Estudiantes de Caseros, se ubica entre los mejores cinco jugadores de la B metro. Con 25 años, el cordobés ex Defensores de Belgrano, Luján, Defensa y Justicia, es de esos jugadores clave para cualquier equipo que aspira a campeonar. Repasando virtudes: altura para gravitar en el área contraria, velocidad y buena técnica en ambas piernas, inteligencia para asistir a sus compañeros y esa sensación de gol latente cuando su cuerpo merodea tierra enemiga.
Desde ya que no estamos hablando de un Van Basten, Eto o destacados jugadores que dejaron su marca en otras latitudes. Ni siquiera presenta algún parecido a Martín Palermo, el mejor delantero del fútbol argentino en la actualidad. Pero habrá que seguir de cerca a este grandote que patea no solo la tierra en los ríspidos suelos del ascenso.
Con miras al cierre de la primera rueda, no sería extraño que engrose sus 71 gritos en los encuentros que restan (Social Español, Acassuso, Deportivo Morón, Comunicaciones y Temperley). Muchísimo menos, imaginarlo en categoría superiores.
Desde ya que no estamos hablando de un Van Basten, Eto o destacados jugadores que dejaron su marca en otras latitudes. Ni siquiera presenta algún parecido a Martín Palermo, el mejor delantero del fútbol argentino en la actualidad. Pero habrá que seguir de cerca a este grandote que patea no solo la tierra en los ríspidos suelos del ascenso.
Con miras al cierre de la primera rueda, no sería extraño que engrose sus 71 gritos en los encuentros que restan (Social Español, Acassuso, Deportivo Morón, Comunicaciones y Temperley). Muchísimo menos, imaginarlo en categoría superiores.
martes, 6 de noviembre de 2007
El otro gigante
El 12 de octubre pasado, Atlanta cumplió 103 años. Con un estadio imponente, largos años en primera división y jugadores fundamentales, naufraga desde hace décadas en los torneos del ascenso. Un puñado de nombres ilustres: Alfredo Mogilevsky, Carlos Griguol, Hugo Gatti, Luis Artime. Y, pidiendo disculpas en muchos casos, algunos periodistas-hinchas caracterizados: Marcelo Araujo, Mauro Viale, Néstor Straimel, Sebastián Wainrach, Martín Liberman.
Centrándonos en momentos claves, luego de su etapa esplendorosa en los años 60, el club no solo logró superar una crisis casi terminal decretada la quiebra sino que en el transurso de 2007 recuperó la histórica sede social tras maratónicas reuniones con las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Mérito de socios y simpatizantes, indudablemente.
En el presente, apuesta todo a trepar a la B Nacional donde lo espera el rival de toda la vida: Chacarita Juniors. Segundo en el campeonato, el bohemio alista jugadores valiosos para conseguir el objetivo. La solidez del arquero Rodrigo Llinas (667 minutos sin goles en contra en el actual campeonato), el buen manejo del mediocampista chileno, Marcelo Scatolaro, la carta de gol que aporta Javier Molina (es el máximo artillero del club jugando en el ascenso) y la vuelta de un histórico, Cristian Castillo.
De cara al final de la primera rueda, el bohemio dará pelea en busca del ansiado ascenso. No le vendría mal a un fútbol tan desteñido, con visitantes prohibidos y sospechas a la orden del día, reencontrarse con sus clubes pioneros, barriales, responsables de sostener pasiones que trascienden las coartadas del negocio.
Centrándonos en momentos claves, luego de su etapa esplendorosa en los años 60, el club no solo logró superar una crisis casi terminal decretada la quiebra sino que en el transurso de 2007 recuperó la histórica sede social tras maratónicas reuniones con las autoridades del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Mérito de socios y simpatizantes, indudablemente.
En el presente, apuesta todo a trepar a la B Nacional donde lo espera el rival de toda la vida: Chacarita Juniors. Segundo en el campeonato, el bohemio alista jugadores valiosos para conseguir el objetivo. La solidez del arquero Rodrigo Llinas (667 minutos sin goles en contra en el actual campeonato), el buen manejo del mediocampista chileno, Marcelo Scatolaro, la carta de gol que aporta Javier Molina (es el máximo artillero del club jugando en el ascenso) y la vuelta de un histórico, Cristian Castillo.
De cara al final de la primera rueda, el bohemio dará pelea en busca del ansiado ascenso. No le vendría mal a un fútbol tan desteñido, con visitantes prohibidos y sospechas a la orden del día, reencontrarse con sus clubes pioneros, barriales, responsables de sostener pasiones que trascienden las coartadas del negocio.
lunes, 5 de noviembre de 2007
Un grande del ascenso
Homenaje a la foto que inspira este blog, hablemos del puntero de la B metropolitana. Una categoría castigada, difícil, asfixiante para muchos equipos grandes del fútbol de los sábados (otorga 1 ascenso y la chance de una promoción casi imposible ante algún equipo de la b nacional). Remodelado su estadio y con incorporaciones rutilantes para el mercado, el equipo de Floresta es número puesto a la hora de conjeturar candidatos a subir. Entre otras razones, por su paso nada efímero en la máxima categoría (estuvo 8 años hasta el descenso en 1980), la proyección de grandes jugadores que dejaron su huella en el fútbol local y porque supo forjar una hinchada incondicional.
Transcurridas 15 fechas sobre un total de 42, All Boys tiene una luz de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores, Atlanta y Sportivo Italiano. A continuación, y a modo informativo, reseñamos el fixture que le queda al albo de aquí hasta fin de año en busca de su tercera estrella (computa 2 campeonatos, 1972 y 1993).
-Cambaceres (L)
-Flandria (V)
-Atlanta (L)
-Tristán Suárez (V)
-Social Español (L)
-Acassuso (V)
Seguiremos atentamente el devenir del cuadro de floresta con informes detallados y toda la actualidad sobre la B Metro.
Transcurridas 15 fechas sobre un total de 42, All Boys tiene una luz de ventaja sobre sus inmediatos perseguidores, Atlanta y Sportivo Italiano. A continuación, y a modo informativo, reseñamos el fixture que le queda al albo de aquí hasta fin de año en busca de su tercera estrella (computa 2 campeonatos, 1972 y 1993).
-Cambaceres (L)
-Flandria (V)
-Atlanta (L)
-Tristán Suárez (V)
-Social Español (L)
-Acassuso (V)
Seguiremos atentamente el devenir del cuadro de floresta con informes detallados y toda la actualidad sobre la B Metro.
sábado, 3 de noviembre de 2007
Paladares
El enfrentamiento 158 entre River e Independiente viene cargado de atractivos. Hace 9 años que el rojo no vence en el Monumental y una decena de partidos sin ganarle al millonario. Del lado de River, con un triunfo sacaría 20 en el historial, lo cual es una cifra alta si consideramos que a estos dos equipos los une el espíritu ganador y el placer del buen juego. Más: en los 80 y los 90 hubo absoluta paridad. Un recuerdo: año 1990, un equipo de pibes liderado por el paraguayo Carlos Morales, les daba un baile groso a un River plagado de estrellas. "Están bailando con los pibes del campeón", tronó de la popular visitante, cubierta con una bandera grande con la inscripción "100 mil socios".
De cara al partido del domingo, y tomando como referencia la pobrísima performance de River en la Copa Sudamericana, ¿se puede seguir hablando de paladar negro?
De cara al partido del domingo, y tomando como referencia la pobrísima performance de River en la Copa Sudamericana, ¿se puede seguir hablando de paladar negro?
miércoles, 31 de octubre de 2007
La carta, el presente y los matices
La carta de Passarella sigue causando estragos en los hinchas. Todavía con vida en ambas competencias (al menos hasta el domingo), la promesa de hacer las valijas de no cosechar algún título parecía cosa juzgada tras el 1-4 ante Argentinos. La paliza a Boca en el clásico modificó el panorama y un sector de la prensa exitista no desestimó un nuevo período de DP "aunque no se gane nada".
Claro, existen matices que trascienden los resultados. Y esta bien que así sea. Si el fútbol despierta pasiones es, precisamente, por ese plus de situaciones y condimentos que trascienden el score final. Enumeremos matices: la confirmación de un equipo sólido y vistoso, la promoción de juveniles, el amor propio para honrar la divisa.
Ahora bien: la realidad indica que este River "en racha" no alienta expectativas a corto y largo plazo. Muchísimo menos aprueba en el ítem carácter y personalidad. Prueba de ello fue el planteo del entrenador millonario ante los laboriosos violetas de Defensor. Con ventaja y público a favor, el técnico priorizó especular antes que arriesgar por una victoria. Eso en River se paga caro aunque la suerte, esta vez, le haya hecho un guiño al equipo argentino. Más preocupante fue la escasa -o nula- respuesta para no dejarse amedrantar por el impetú de Defensor, que no es Peñarol ni Nacional, es simplemente un modesto equipo que juega bien al fútbol y le sobra temple. Existen sustanciales diferencias entre ambos clubes para pedir la hora de ¡local!.
Volviendo al inicio, los tiempos parecen acortarse para el entrenador. Y habrá que analizar el valor de la carta cuando se cumpla el plazo. Conseguir un título, a la altura de los acontecimientos, no solo parece una quimera sino que, consumado el milagro, tampoco estimularía grandes cambios para la temporada siguiente. Por eso conviene relativizar el valor de los resultados. Porque, verdad de perogrullo, no siempre el que gana tiene razón. Más allá de los festejos y alegrías que generan los campeonatos, siempre es más importante evaluar la totalidad del proceso.
Claro, existen matices que trascienden los resultados. Y esta bien que así sea. Si el fútbol despierta pasiones es, precisamente, por ese plus de situaciones y condimentos que trascienden el score final. Enumeremos matices: la confirmación de un equipo sólido y vistoso, la promoción de juveniles, el amor propio para honrar la divisa.
Ahora bien: la realidad indica que este River "en racha" no alienta expectativas a corto y largo plazo. Muchísimo menos aprueba en el ítem carácter y personalidad. Prueba de ello fue el planteo del entrenador millonario ante los laboriosos violetas de Defensor. Con ventaja y público a favor, el técnico priorizó especular antes que arriesgar por una victoria. Eso en River se paga caro aunque la suerte, esta vez, le haya hecho un guiño al equipo argentino. Más preocupante fue la escasa -o nula- respuesta para no dejarse amedrantar por el impetú de Defensor, que no es Peñarol ni Nacional, es simplemente un modesto equipo que juega bien al fútbol y le sobra temple. Existen sustanciales diferencias entre ambos clubes para pedir la hora de ¡local!.
Volviendo al inicio, los tiempos parecen acortarse para el entrenador. Y habrá que analizar el valor de la carta cuando se cumpla el plazo. Conseguir un título, a la altura de los acontecimientos, no solo parece una quimera sino que, consumado el milagro, tampoco estimularía grandes cambios para la temporada siguiente. Por eso conviene relativizar el valor de los resultados. Porque, verdad de perogrullo, no siempre el que gana tiene razón. Más allá de los festejos y alegrías que generan los campeonatos, siempre es más importante evaluar la totalidad del proceso.
martes, 30 de octubre de 2007
La pelea por el sillón
El lunes 22 de octubre estalló el "mundo Boca" (expresión horrenda como el "Mundo River" o los otros mundos de periodistas alienados con su trabajo y el sobre que reciben del club que dicen representar). Suecede que la carta membreteada por Maurizio Macri absteniéndose de votar en favor de Grondona, sigue convulsionando el derrotado ambiente futbolero tras los comicios del 28/10. Esta semana, sin ir más lejos, la revista 7 Días consignó datos reveladores sobre la pelea entre los popes xeneizes. De forma cronólogica, la publicación detalla las raíces del distanciamiento entre Macri y Pedro Pompilio. Vayamos por partes.El atecedente remite a mayo de 2006, en medio de esas tantas giras realizadas por Boca ante rivales ignotos en ciudades también ignotas. Allí, MM venía negociando un contrato fabuloso con la empresa de apuesta B-win para que aparezca su nombre en la vestimenta oficial del club. Al parecer, todo iba encaminado, incluso para que los aportes llegaran al partido del hijo de Franco (Pro). Sin embargo, pocos previeron el rotundo rechazo de la asamblea de representantes a la inciativa de promocionar las apuestas deportivas en la gloriosa camiseta boquense. ¿El argumento de los representantes? Sencillo: "Cuestiones éticas".Ni lerdo ni perezoso, Pompilio promovió un acercamiento con la AFA para no frustar el negocio. Como es de público conocimiento, las publicidades de B-Win invadieron las transmisiones de partidos y algunos programas emitidos por la empresa que monopoliza el fútbol en Argentina. De alguna manera, si algo caracteriza Julio Grondona es su coherencia para seducir y dejarse seducir por el dinero. En ese marco, entonces, puede comprenderse el gesto de Macri absteniéndose de prorrogar los ya prorrogados mandatos del "Jefe". (cumplió 30 años al frente de la AFA) Pero hay más. La revista arroja jugosos datos: -Como es sabido, para candidatearse a presidente de Boca hay que presentar avales. En el caso de Pompilio, la cifra ascendería a U$S 10 millones. Sin embargo, su empresa a cargo (Companía Industrial Papelera) tiene más de 30 cheques rechazados y es considerada irrecuperable. ¿Cómo se fundamenta su postulación a presidente de acuerdo al "nuevo estatuto del club" motorizado por MM? -De la escasa venta de localidades que oferta Boca (los primeros excluídos de Macri) hay un remanente de 1500 plateas que se destinan a Agencias de Turismo. Luis Buzio, eventual acompañante de fórmula de Pompilio, es el encargado de negociar con las agencias aunque nadie explica el sobreprecio de las entradas para extranjeros (200 dólares cuando, en realidad, valen 150 $). Es decir: hay 300 mil dólares que nunca llegan a la tesorería del club. -Dirigentes opositores y allegados al club, denuncian el arreglo de Pompilio para contener a la cada vez más opositora barra boquense. ¿La medida? 200 carnets nuevos para las barras. Ergo, votos seguros para la elección del 2 de diciembre. Y hay más pero conviene acumular más información para la segunda biografía de Mauricio en Boca (la primera es de inminente aparición). Por lo pronto, el hincha xeneize puede quedarse tranquilo. Roberto Digón -prohibido de ingresar al estadio por criticar a la Comisión Directiva- viene en alza. Además de su carisma y la estela de Bianchi como promesa de campaña, habría 6 mil votos adentro para ganar el próximo comicio.
sábado, 27 de octubre de 2007
El valor del clásico
Haciendo numerología, Estudiantes y Gimnasia asoma como el clásico más desparejo de todos. Solo el esperado San Lorenzo-Huracán del próximo domingo -mismo día y horario que el de La Plata- reviste algunas semejanzas.
Veámos qué sucede en otras geografías del país. En Córdoba, ni el Pirata de Alberdi ni la T de Barrio Jardín lograron una marcada superioridad. Consolidados en la B Nacional, alternan rachas favorables aunque sin tendencias que inclinen la balanza. Algo similar ocurre con el pasional clásico rosarino: pese a la leve ventaja de Ñewell's en la suma de torneos conquistados (5 a 4), los canallas acreditan un título internacional y una eliminación crucial en la Sudamericana 05.
Santa Fe es un caso particular. Si bien hace bastante no hay antecedentes de enfrentamientos por el meritorio afianzamiento del sabalero en la A, qué tatengue no recuerda la finalísima del 89' cuando Unión frustró a Colón y ascendió a Primera. Independiente y Racing muestran notable superioridad del rojo. No obstante, ser el primero en varias rubros (primer campeón mundial de clubes, primer tricampeón del fútbol argentino, primer ganador de la difunta Supercopa) le otorgan sólidos argumentos a Racing para matizar los casi 20 partidos que los separan en el historial.
Exluidos Boca y River -tendencia favorable al xeneixe en copas internacionales, superioridad millonaria en el plano local-, el barrial choque entre santos y quemeros muestra amplia ventaja de San Lorenzo: 29 partidos a favor, 10 títulos locales contra 1 y dos copas internacionales (Mercosur y Sudamericana).
En sintonía, Estudiantes le saca ventajas abismales a Gimnasia. Además de ganar todo (Campeonatos locales, Copas Internacionales), el Lobo no computa títulos en Primera pese a ser una entidad centenaria. Más: el pincharrata le propinó a su tradicional rival una paliza humillante hace poco más de 1 año (7 a 0).
Claro que estas rivalidades trascienden momentos, rachas, campeonatos y lugares. Son parte vital del riquísimo acervo cultural de nuestro fútbol ya que configuran identidades poderosísimas. Con una paradoja que el Aguante no logró desvirtuar: aunque se quiera eliminar a rivales, borrarlos del mapa o forzar su inevitable (y justa) extinción, nadie puede ser (hincha) sin el otro. Si eso ocurriera, finaliza el juego. O comienza otro: posiblemente más macabro.
Desechada la violencia por inconducente, es precisamente en el terreno dónde ocurren vibraciones imposibles de soslayar. Allí los números tienen una importancia relativa. Casi nula. En definitiva, si existe un deporte que dista de ser una ciencia exacta, ese es el fútbol y su maravillosa impredecibilidad.
Veámos qué sucede en otras geografías del país. En Córdoba, ni el Pirata de Alberdi ni la T de Barrio Jardín lograron una marcada superioridad. Consolidados en la B Nacional, alternan rachas favorables aunque sin tendencias que inclinen la balanza. Algo similar ocurre con el pasional clásico rosarino: pese a la leve ventaja de Ñewell's en la suma de torneos conquistados (5 a 4), los canallas acreditan un título internacional y una eliminación crucial en la Sudamericana 05.
Santa Fe es un caso particular. Si bien hace bastante no hay antecedentes de enfrentamientos por el meritorio afianzamiento del sabalero en la A, qué tatengue no recuerda la finalísima del 89' cuando Unión frustró a Colón y ascendió a Primera. Independiente y Racing muestran notable superioridad del rojo. No obstante, ser el primero en varias rubros (primer campeón mundial de clubes, primer tricampeón del fútbol argentino, primer ganador de la difunta Supercopa) le otorgan sólidos argumentos a Racing para matizar los casi 20 partidos que los separan en el historial.
Exluidos Boca y River -tendencia favorable al xeneixe en copas internacionales, superioridad millonaria en el plano local-, el barrial choque entre santos y quemeros muestra amplia ventaja de San Lorenzo: 29 partidos a favor, 10 títulos locales contra 1 y dos copas internacionales (Mercosur y Sudamericana).
En sintonía, Estudiantes le saca ventajas abismales a Gimnasia. Además de ganar todo (Campeonatos locales, Copas Internacionales), el Lobo no computa títulos en Primera pese a ser una entidad centenaria. Más: el pincharrata le propinó a su tradicional rival una paliza humillante hace poco más de 1 año (7 a 0).
Claro que estas rivalidades trascienden momentos, rachas, campeonatos y lugares. Son parte vital del riquísimo acervo cultural de nuestro fútbol ya que configuran identidades poderosísimas. Con una paradoja que el Aguante no logró desvirtuar: aunque se quiera eliminar a rivales, borrarlos del mapa o forzar su inevitable (y justa) extinción, nadie puede ser (hincha) sin el otro. Si eso ocurriera, finaliza el juego. O comienza otro: posiblemente más macabro.
Desechada la violencia por inconducente, es precisamente en el terreno dónde ocurren vibraciones imposibles de soslayar. Allí los números tienen una importancia relativa. Casi nula. En definitiva, si existe un deporte que dista de ser una ciencia exacta, ese es el fútbol y su maravillosa impredecibilidad.
miércoles, 24 de octubre de 2007
¿Crisis?
Rehenes del resultado, los hinchas de Boca se acostumbraron a ganar. No ocurrió lo mismo en los '80 (1 campeonato local, 1 Supercopa) ni en los '90 (3 títulos domésticos, 3 copas internacionales). Incluso en los '70, década que dio a luz la primera Libertadores xeneixe, los títulos abundaron como en el presente (2 campeonatos locales, Metro y Nacional 76, 2 libertadores (77/78), 1 del mundo (77)).
Frente a la evidencia de los datos, es aconsejable mantener la prudencia y rendirle tributo a este exitoso ciclo (1996-2007) que, tras el saneamiento institucional emprendido por Alegre-Heller en 1984, le dio una proyección sin antecedentes a la institución. Vale decir, más de 20 títulos computando competencias nacionales e internacionales. Aunque permeables a los discursos mediáticos (todos lo somos), a veces es sano no dejarse guiar por las presiones/intereses de quienes lucran en nombre de la pasión.
Frente a la evidencia de los datos, es aconsejable mantener la prudencia y rendirle tributo a este exitoso ciclo (1996-2007) que, tras el saneamiento institucional emprendido por Alegre-Heller en 1984, le dio una proyección sin antecedentes a la institución. Vale decir, más de 20 títulos computando competencias nacionales e internacionales. Aunque permeables a los discursos mediáticos (todos lo somos), a veces es sano no dejarse guiar por las presiones/intereses de quienes lucran en nombre de la pasión.
martes, 23 de octubre de 2007
Fútbol con trampas
Maurizio Macri sabe de mecanismos sutiles para conseguir adhesiones copiosas. No casualmente acumuló prestigio -y títulos- desde la entidad más popular de Argentina. No casualmente saltó a la política pese a que lo nego de modo enfático en su campaña a presidente xeneize en 1995.
Recientemente, acaba de consumar otra obra magistral. Membrateada a nombre de Club Atlético Boca Juniors, el hijo de Franco le envío una carta a la AFA manifestando la abstención del club con miras a un nuevo período de Grondona al frente de la AFA. Curioso: este inusitado desagravio ocurre a menos de dos meses de su asunción como Jefe de gobierno porteño y con la imagen del eterno Julio por el piso.
¿Demagogia? ¿Apuesta electoral? ¿Alineamiento con Vélez en sus críticas al jefe?
Más llamativo, en todo caso, resultó el voto positivo de todos los años en que MM presidió a Boca. ¿Habrá obedecido aquello a la búsqueda del paraguas necesario para edificar la etapa más gloriosa en la historia del club con todos los significados que trajo aparejado?
En otro orden, Víctor Hugo Morales, columnista del opositor diario Perfil, reclamó en su última editorial la falta de difusión periodística en torno a la abstención de Macri y dejó entrever, nada nuevo, un pacto de complicidad entre Clarín, Canal 13 y AFA. Sin embargo, TVR (canal 13) despadazó en un informe de 5 a 10' la envergadura de un presunto defensor de JHG, el periodista Horacio Pagani. No todo, a luz de los acontecimientos, parece tan lineal. Caso singular el del uruguayo, al tiempo que denunció "la escasa difusión que tuvo la 'arriesgada' jugada del ex Presidente xeneixe", relativizó su infame campaña en favor del hombre Pro en el 95. Peor: se alistó en un primer momento con ese séquito de periodistas que suelen elogiar miltantemente la plataforma política de Boca. En definitiva, no solo los dirigentes llevan agua para su molino independiemente del signo político de dónde provenga.
Todo ello cuando la lógica comunicacional, que es la lógica política hoy, opera como el principal núcleo de poder en el cual la industria del espectáculo deportivo es el gran evento. Puede leerse el gesto de Macri en esta dirección. Y también el del relator de Continental, hombre que hoy colabora en el diario dirigido por un activo cómplice de la dictadura militar (consultar revista 7 Días).
Más allá del ranking que convierte a los socios de Boca en los primeros excluídos, los intermediarios rusos que negociaron la fantasmagórica venta de Tévez o la perpetuidad de otros lavadores de dinero que no son solo Grondona, no será extraño que la crónica interesada -desenmascarado el enemigo principal- abogue para que hablemos de fútbol. Los payasos mediáticos vienen marchando.
Recientemente, acaba de consumar otra obra magistral. Membrateada a nombre de Club Atlético Boca Juniors, el hijo de Franco le envío una carta a la AFA manifestando la abstención del club con miras a un nuevo período de Grondona al frente de la AFA. Curioso: este inusitado desagravio ocurre a menos de dos meses de su asunción como Jefe de gobierno porteño y con la imagen del eterno Julio por el piso.
¿Demagogia? ¿Apuesta electoral? ¿Alineamiento con Vélez en sus críticas al jefe?
Más llamativo, en todo caso, resultó el voto positivo de todos los años en que MM presidió a Boca. ¿Habrá obedecido aquello a la búsqueda del paraguas necesario para edificar la etapa más gloriosa en la historia del club con todos los significados que trajo aparejado?
En otro orden, Víctor Hugo Morales, columnista del opositor diario Perfil, reclamó en su última editorial la falta de difusión periodística en torno a la abstención de Macri y dejó entrever, nada nuevo, un pacto de complicidad entre Clarín, Canal 13 y AFA. Sin embargo, TVR (canal 13) despadazó en un informe de 5 a 10' la envergadura de un presunto defensor de JHG, el periodista Horacio Pagani. No todo, a luz de los acontecimientos, parece tan lineal. Caso singular el del uruguayo, al tiempo que denunció "la escasa difusión que tuvo la 'arriesgada' jugada del ex Presidente xeneixe", relativizó su infame campaña en favor del hombre Pro en el 95. Peor: se alistó en un primer momento con ese séquito de periodistas que suelen elogiar miltantemente la plataforma política de Boca. En definitiva, no solo los dirigentes llevan agua para su molino independiemente del signo político de dónde provenga.
Todo ello cuando la lógica comunicacional, que es la lógica política hoy, opera como el principal núcleo de poder en el cual la industria del espectáculo deportivo es el gran evento. Puede leerse el gesto de Macri en esta dirección. Y también el del relator de Continental, hombre que hoy colabora en el diario dirigido por un activo cómplice de la dictadura militar (consultar revista 7 Días).
Más allá del ranking que convierte a los socios de Boca en los primeros excluídos, los intermediarios rusos que negociaron la fantasmagórica venta de Tévez o la perpetuidad de otros lavadores de dinero que no son solo Grondona, no será extraño que la crónica interesada -desenmascarado el enemigo principal- abogue para que hablemos de fútbol. Los payasos mediáticos vienen marchando.
lunes, 22 de octubre de 2007
El gran candidato
No sorprende otra defección de Independiente en la presente competencia: le ocurrió con Banfield, Ñewel's y San Lorenzo consecutivamente. Con un agregado: en las últimas dos oportunidades jugó beneficiado como consecuencia de scores ajenos. Paradojas del fútbol televisado, ¿rendirá mejor sin conocer el resultado de los otros, jugando otro día? A la luz de los números, el rojo perdió un miércoles (Boca), dos sábados (Gimnasia y Banfield), dos domingos (Newell's y San Lorenzo). Más: en 14 fechas, solo 1 domingo ganó (3-0 al poderoso Tigre de Cagna). Después del comicio, tiene una inmejorable oportunidad para redimirse.
No obstante, yendo al tramo final, será una auténtica proeza que cuadro de Troglio levante la corona por motivos puntualizados oportunamente (ver en este mismo blog "Razones de un candidato"). Algo similar sucede con Lanús. Para quien escribe la consagración del equipo del sur será motivo de varias botellas en el freezer. Pero, ni bien la euforia se apaga y el análisis asoma inevitable, se advierte un fixture peligroso (con Central y Boca de visitante), antecedentes de renuncias antes de tiempo y presiones imposibles de disimular. ¿Cuáles? Saberse consciente del "ahora o nunca", "el mejor equipo pero.." y otras sentencias (parasitarias pero efectivas) de la doxa futbolera.
Con mayor peregrinaje y curtidos en la picadora del éxito, Boca es candidato por historia, acumulación de lauros y ese plus de sus jugadores experimentados. Los antecedentes, mal que nos pese, avalan un eventual título 23.
No obstante, yendo al tramo final, será una auténtica proeza que cuadro de Troglio levante la corona por motivos puntualizados oportunamente (ver en este mismo blog "Razones de un candidato"). Algo similar sucede con Lanús. Para quien escribe la consagración del equipo del sur será motivo de varias botellas en el freezer. Pero, ni bien la euforia se apaga y el análisis asoma inevitable, se advierte un fixture peligroso (con Central y Boca de visitante), antecedentes de renuncias antes de tiempo y presiones imposibles de disimular. ¿Cuáles? Saberse consciente del "ahora o nunca", "el mejor equipo pero.." y otras sentencias (parasitarias pero efectivas) de la doxa futbolera.
Con mayor peregrinaje y curtidos en la picadora del éxito, Boca es candidato por historia, acumulación de lauros y ese plus de sus jugadores experimentados. Los antecedentes, mal que nos pese, avalan un eventual título 23.
miércoles, 17 de octubre de 2007
Selección: Luces y sombras
Concluídas dos fechas, un breve muestrario de lo ofrecido por el Seleccionado de Basile. Lo mejor: audacia y buenos aportes individuales. En el debe asoman excesivas lagunas para sostener el circuito futbolero y muchas dudas en la zona izquierda. Es el detalle jugador por jugador:
-Abbondanzieri (6) Cumplió ante rivales sin poder de fuego. Con el lastre de actuaciones fallidas (incluido su retiro voluntario en el Mundial de Alemania), se torna inminente una oportunidad para Mauricio Caranta.
-Javier Zanetti (7) Indiscutible. Bien el técnico en devolverle la confianza al mejor lateral de los últimos 10 años.
-Martín De Michelis (7) Aupiciosa presentación aunque se repite el concepto: estos rivales no suelen ser medida.
-Gabriel Milito (7) El gol y la confirmación de una técnica admirable. No rinde jugando de lateral izquierdo.
-Damián Heinze (6) Fortaleza física para un puesto que no le sienta cómodo.
-Maxi Rodríguez (4) Crédito abierto tras el golazo a México en Alemania 06. No jugó en su nivel. Opciones: Augusto Fernández o Lucho González.
-Javier Mascherano (7) Mejor ante Chile que en Maracaibo. Insustituible.
-Juan Román Riquelme (7) Clave para sostener el concepto ofensivo. Detrás de la aureola del 10, descansa el resto del equipo. Aportó dos golazos y destellos de su inoxidable talento. ¿Qué pasa si lo anulan como ante Brasil en la Copa América? Ortega y el Rolfi Montenegro, si bien con otras características, pueden ser la llave para destrabar defensas rivales.
-Esteban Cambiasso (7) Socio de Riquelme, sufre la falta de un 3 clásico para generar acciones ofensivas por la franja izquierda.
-Lionel Messi (6) Levantó con Venezuela tras el flojo partido en el Monumental. De notables condiciones técnicas, fastidian los gestos de individualismo dentro y fuera de la cancha.
-Carlos Tévez (7) Guapo, encarador, inteligente, Carlitos siempre genera peligro.
-Germán Denis (5) No desentonó. Tiene crédito por su tremenda racha en Independiente.
-Fernando Gago (6) Le da dinámica a un mediocampo que por momentos se estanca.
-Daniel Díaz (5) Partido de trámite resuelto y sin complicaciones. No fue medida su actuación en Maracibo.
-Hugo Ibarra (4) Bordeando los 40 para Sudáfrica 2010, ¿cómo se justifica esta convocatoria?.
-Nicolás Burdisso (-) Terrible golpazo.
Con ganas de ver
-Mauricio Caranta (transmite confianza al equipo=
-Daniel Montenegro (Aire fresco y velocidad)
-Ariel Ortega (Puede asumir la responsabilidad de Riquelme. Fundamental en el aspecto psicológico del equipo)
-Fernando Beluschi (atraviesa su mejor momento en River)
-Diego Valeri (un posible sustituto de Riquelme en el puesto)
-Hernán Pellerano (opción al Cata Díaz)
-Paulo Ferrari (reemplazante natural de Javier Zanetti)
-Maxi Velázquez-Diego Placente (se necesita urgente un lateral izquierdo)
Bolivia, en condición local, es una buena chance para observarlos.
-Abbondanzieri (6) Cumplió ante rivales sin poder de fuego. Con el lastre de actuaciones fallidas (incluido su retiro voluntario en el Mundial de Alemania), se torna inminente una oportunidad para Mauricio Caranta.
-Javier Zanetti (7) Indiscutible. Bien el técnico en devolverle la confianza al mejor lateral de los últimos 10 años.
-Martín De Michelis (7) Aupiciosa presentación aunque se repite el concepto: estos rivales no suelen ser medida.
-Gabriel Milito (7) El gol y la confirmación de una técnica admirable. No rinde jugando de lateral izquierdo.
-Damián Heinze (6) Fortaleza física para un puesto que no le sienta cómodo.
-Maxi Rodríguez (4) Crédito abierto tras el golazo a México en Alemania 06. No jugó en su nivel. Opciones: Augusto Fernández o Lucho González.
-Javier Mascherano (7) Mejor ante Chile que en Maracaibo. Insustituible.
-Juan Román Riquelme (7) Clave para sostener el concepto ofensivo. Detrás de la aureola del 10, descansa el resto del equipo. Aportó dos golazos y destellos de su inoxidable talento. ¿Qué pasa si lo anulan como ante Brasil en la Copa América? Ortega y el Rolfi Montenegro, si bien con otras características, pueden ser la llave para destrabar defensas rivales.
-Esteban Cambiasso (7) Socio de Riquelme, sufre la falta de un 3 clásico para generar acciones ofensivas por la franja izquierda.
-Lionel Messi (6) Levantó con Venezuela tras el flojo partido en el Monumental. De notables condiciones técnicas, fastidian los gestos de individualismo dentro y fuera de la cancha.
-Carlos Tévez (7) Guapo, encarador, inteligente, Carlitos siempre genera peligro.
-Germán Denis (5) No desentonó. Tiene crédito por su tremenda racha en Independiente.
-Fernando Gago (6) Le da dinámica a un mediocampo que por momentos se estanca.
-Daniel Díaz (5) Partido de trámite resuelto y sin complicaciones. No fue medida su actuación en Maracibo.
-Hugo Ibarra (4) Bordeando los 40 para Sudáfrica 2010, ¿cómo se justifica esta convocatoria?.
-Nicolás Burdisso (-) Terrible golpazo.
Con ganas de ver
-Mauricio Caranta (transmite confianza al equipo=
-Daniel Montenegro (Aire fresco y velocidad)
-Ariel Ortega (Puede asumir la responsabilidad de Riquelme. Fundamental en el aspecto psicológico del equipo)
-Fernando Beluschi (atraviesa su mejor momento en River)
-Diego Valeri (un posible sustituto de Riquelme en el puesto)
-Hernán Pellerano (opción al Cata Díaz)
-Paulo Ferrari (reemplazante natural de Javier Zanetti)
-Maxi Velázquez-Diego Placente (se necesita urgente un lateral izquierdo)
Bolivia, en condición local, es una buena chance para observarlos.
martes, 16 de octubre de 2007
Números y promesa de goles
Palpitando la fecha 14 del Cablevisión 07, sobresale Independiente-San Lorenzo como lo más destacado de la jornada. Historial al margen (13 partidos en favor del Rojo), los pergaminos de ambos alientan un partido con muchos goles.
Repasemos: promediando el torneo, santos y diablos no registran empates en cero, el visitante tiene la vaya más vencida (23 tantos recibidos) y el local es el más goleador junto con River (27), Germán Denis buscará descontar los 5 goles que lo distancian de Martín Palermo (top scorer en torneos cortos con veinte conquistas en el Clausura 98) y la reaparición de Gastón Fenández (9 tantos en el último Apertura), es seria amenaza de gol considerando su breve aunque promisorio pasado en Racing (le convierte seguido al rojo).
Con el antecedente fresco del 4-3 azulgrana en el Nuevo Gasómetro y la eficacia goleadora de Independiente en condición de local (repitió el score de 3-0 en los últimos tres partidos), la mesa parece servida para un choque con aroma a decisivo.
Repasemos: promediando el torneo, santos y diablos no registran empates en cero, el visitante tiene la vaya más vencida (23 tantos recibidos) y el local es el más goleador junto con River (27), Germán Denis buscará descontar los 5 goles que lo distancian de Martín Palermo (top scorer en torneos cortos con veinte conquistas en el Clausura 98) y la reaparición de Gastón Fenández (9 tantos en el último Apertura), es seria amenaza de gol considerando su breve aunque promisorio pasado en Racing (le convierte seguido al rojo).
Con el antecedente fresco del 4-3 azulgrana en el Nuevo Gasómetro y la eficacia goleadora de Independiente en condición de local (repitió el score de 3-0 en los últimos tres partidos), la mesa parece servida para un choque con aroma a decisivo.
sábado, 13 de octubre de 2007
Menotti y los enemigos de siempre
El fútbol mexicano es, posiblemente, uno de los mejores de Latinoamérica. Razones: presenta una liga que incluye a no menos de 8 equipos de primerísimo orden disputando la corona, ofrece buenos partidos con abundantes scores y jugadores de excelsa técnica. De ahí sus destacadas prestaciones en copas internacionales (recordar que el Pachuca es el último campeón de la Sudamericana)
Sin embargo, a no desatender cuestiones extrafútbolísticas: los clubes o bien son patrimonios empresarios o bien reciben apoyos poderosos (una Cementera en Cruz Azul, una cadena de televisión en el América) que disvirtúan, en cierto modo, el carácter transparente de la competencia.
Ahora bien: analizando cuestiones del juego, una serie de entrenadores argentinos vienen lidiando contra la exigencia de obtener resultados. Porque los intereses, o los millones, son muchos. Y el resultado cotiza por las nubes. Por ahí anda, curiosamente, nada menos que César Menotti, quien abrochó un suculento contrato con la dirigencia de Tecos aunque eso no sea lo importante. El flaco se fue de Argentina dejando una frase polémica: "De acuerdo a cómo se juega en Argentina, no puedo decir si eso es fútbol. La verdad es que no sé qué es".
Los resultados de Menotti dirigiendo a Tecos, hasta aquí, no han sido malos. Ganó 3 de los últimos 4 partidos, salió del fondo de la tabla, y ayer dio el golpe de la fecha venciendo con nitidez al Santos Laguna, puntero e invicto (14 partidos sin perder). Y como los medios masivos argentinos suelen retacear información valiosa (le pasó a Passarella cuando sacó campeón al Monterrey), vale el intento del flaco, extraño en una tierra extraña pese a que dirigió al seleccionado Tri en los noventa.
Para nuestro pesar, difícilmente pueda verse a los Tecos en Fox Sports (transmite en exclusiva) de persistir su racha de triunfos. Caso contrario, no faltarán las editoriales de Martín Liberman en la cadena que lo echó o se fue (no lo sabemos) y lo repatrió en poco tiempo. El juego mediático tiene estas cosas.
Sin embargo, a no desatender cuestiones extrafútbolísticas: los clubes o bien son patrimonios empresarios o bien reciben apoyos poderosos (una Cementera en Cruz Azul, una cadena de televisión en el América) que disvirtúan, en cierto modo, el carácter transparente de la competencia.
Ahora bien: analizando cuestiones del juego, una serie de entrenadores argentinos vienen lidiando contra la exigencia de obtener resultados. Porque los intereses, o los millones, son muchos. Y el resultado cotiza por las nubes. Por ahí anda, curiosamente, nada menos que César Menotti, quien abrochó un suculento contrato con la dirigencia de Tecos aunque eso no sea lo importante. El flaco se fue de Argentina dejando una frase polémica: "De acuerdo a cómo se juega en Argentina, no puedo decir si eso es fútbol. La verdad es que no sé qué es".
Los resultados de Menotti dirigiendo a Tecos, hasta aquí, no han sido malos. Ganó 3 de los últimos 4 partidos, salió del fondo de la tabla, y ayer dio el golpe de la fecha venciendo con nitidez al Santos Laguna, puntero e invicto (14 partidos sin perder). Y como los medios masivos argentinos suelen retacear información valiosa (le pasó a Passarella cuando sacó campeón al Monterrey), vale el intento del flaco, extraño en una tierra extraña pese a que dirigió al seleccionado Tri en los noventa.
Para nuestro pesar, difícilmente pueda verse a los Tecos en Fox Sports (transmite en exclusiva) de persistir su racha de triunfos. Caso contrario, no faltarán las editoriales de Martín Liberman en la cadena que lo echó o se fue (no lo sabemos) y lo repatrió en poco tiempo. El juego mediático tiene estas cosas.
jueves, 11 de octubre de 2007
El club es nuestro
Envuelta en discusiones inútiles y de corto alcance, la agenda futbolera ofrece, no obstante, un vasto abanico de temas no siempre tratados con la rigurosidad y el espacio que merecen. Vaya una muestra: doscientos hinchas de Racing se movilizaron hasta los tribunales de la ciudad de La Plata para pedir la renuncia del juez Enrique Gorostegui, hombre que decretó la quiebra y liquidación de bienes en 1999. Movida que tuvo un tinte netamente político: terminar con el gerenciamiento que somete al club desde enero de 2001. (Blanquiceleste S.A)
En realidad, no es novedosa la activa participación de la hinchada racinguista por defender su club. Ya en 1999, y durante la previa de un partido suspendido con anterioridad ante Talleres de Córdoba, 30 mil fieles presenciaron un espectáculo fantasma: sin partido para ver, conmovió el colorido de una multitud solitaria aunque entregada a gritar su bronca y su pasión. Fue una respuesta contundente contra Gorostegui y su decisión de "cerrar" el club. Gesto iniciático, al cabo, para comprender de qué se habla cuando se alude a sentimientos y fidelidades a pesar de todo. Es cierto, con alguna ayuda política Racing pudo seguir existiendo, pero decir eso sin reparar en el papel que jugó la gente sería ningunearla injustamente.
Luego llegó Fernando Marín y prometió "hacer de Racing un ejemplo para América", como señaló en su primera conferencia de prensa, aunque la debacle institucional y deportiva de su incipiente mandato obturaron aquella revolucionaria apuesta. Ni siquiera haber cortado la sequía de 35 años sin títulos atenuaron el descontento popular. Por el contrario, el arribo del sucesor De Tomasso agravaron las cosas. De irse el entrenador Gustavo Costas -algo nada descabellado tras los sondeos verificados para desbancarlo- Racing habrá contratado 13 técnicos en 6 años con un singular dato estadístico: ninguno completo mandato. Con ese panorama sombrío, no casualmente creció la organización de los hinchas, mermó la interna de la barra brava, se multiplicaron las marchas y, de una buena vez, pudo identificarse dónde radicaba el problema.
Es de esperar, por tanto, que esos escasos 200 que fueron al juzgado de La Plata una lluviosa tarde de octubre sean representación de una porción significativamente más amplia. Una estocada mortal a la gerenciadora y su viejo anhelo. A esta altura, no esta demás decir que difícilmente atrone en el Cilindro de Avellaneda ese canto elevado a la categoría de himno, "brillará blanca y celeste", transformado con el nombre de la empresa.
En realidad, no es novedosa la activa participación de la hinchada racinguista por defender su club. Ya en 1999, y durante la previa de un partido suspendido con anterioridad ante Talleres de Córdoba, 30 mil fieles presenciaron un espectáculo fantasma: sin partido para ver, conmovió el colorido de una multitud solitaria aunque entregada a gritar su bronca y su pasión. Fue una respuesta contundente contra Gorostegui y su decisión de "cerrar" el club. Gesto iniciático, al cabo, para comprender de qué se habla cuando se alude a sentimientos y fidelidades a pesar de todo. Es cierto, con alguna ayuda política Racing pudo seguir existiendo, pero decir eso sin reparar en el papel que jugó la gente sería ningunearla injustamente.
Luego llegó Fernando Marín y prometió "hacer de Racing un ejemplo para América", como señaló en su primera conferencia de prensa, aunque la debacle institucional y deportiva de su incipiente mandato obturaron aquella revolucionaria apuesta. Ni siquiera haber cortado la sequía de 35 años sin títulos atenuaron el descontento popular. Por el contrario, el arribo del sucesor De Tomasso agravaron las cosas. De irse el entrenador Gustavo Costas -algo nada descabellado tras los sondeos verificados para desbancarlo- Racing habrá contratado 13 técnicos en 6 años con un singular dato estadístico: ninguno completo mandato. Con ese panorama sombrío, no casualmente creció la organización de los hinchas, mermó la interna de la barra brava, se multiplicaron las marchas y, de una buena vez, pudo identificarse dónde radicaba el problema.
Es de esperar, por tanto, que esos escasos 200 que fueron al juzgado de La Plata una lluviosa tarde de octubre sean representación de una porción significativamente más amplia. Una estocada mortal a la gerenciadora y su viejo anhelo. A esta altura, no esta demás decir que difícilmente atrone en el Cilindro de Avellaneda ese canto elevado a la categoría de himno, "brillará blanca y celeste", transformado con el nombre de la empresa.
lunes, 8 de octubre de 2007
Vivir para jugarlo
No tiene prensa ni jugadores consagrados ni grandes sponsors detrás (bingos, cadenas de supermercados, punteros zonales). Muchísimo menos el marketing necesario para atraer turistas. El proyecto de Lanús transita por políticas de pequeñas acciones, más modestas aunque grandiosas para los tiempos actuales: engrandecer el club desde el aporte colectivo, hacerlo abierto a la comunidad, participativo y familiar. Con una disciplina madre que sostiene a las demás: el fútbol.
No es novedad, entonces, que las buenas administraciones favorezcan la proyección deportiva de los clubes. Y vaya si creció de modo notable Lanús en el último cuarto de siglo. Su estadio, por caso, alberga actualmente 45 mil personas y en nada se asemeja a los rústicos tablones de la cancha vieja. Se consiguió una Copa Conmebol en 1996 y las participaciones en copas internacionales se hicieron frecuentes. Fruto de la solidez económica, además, se remodelaron el resto de las instalaciones así como se apuntalaron las divisiones inferiores. Puro orgullo.
Precisamente, hoy son los pibes dirigidos por Ramón Cabrero quienes alientan un sueno demorado por el sur, ganar el campeonato por primera vez en la historia. Porque el fixture avala. Y Cabrero lo sabe: "Somos conscientes de que nos queda un cronograma accesible", dijo. Sin estridencias ni rebusques dialécticos, claro. Si existe una cualidad que distingue al soprendente Lanús es la humildad cultivada por su entrenador. "Nosotros somos un cuadro chico y no tenemos una localía fuerte como la de Independiente o Boca. Pero estamos ilusionados", confiesa. Razones no le faltan. A falta de 6 partidos, está segundo a solo 1 punto del irregular (Independiente) al cual mereció ganarle en la primera fecha.
Sin embargo, hay algo decididamente más importante que la posición en la tabla. El equipo de Cabrero juega lindo, brinda espectáculo, contagia, nos reconcilia con lo mejor de este deporte: la gambeta, el pase en cortada, el armado de paredes (no casualmente al mejor equipo granate de la historia le decían "los albañiles", allá por los 60), la vocación ofensiva como argumento de cabecera. En suma: el fútbol, el castigado fútbol recibiendo mejores tratos.
Actualmente no muchos juegan lindo en Argentina, consecuencia natural del implacable exitismo. Y no abundan quienes respetan la búsqueda ofensiva a riesgo de perderlo todo. Quizá valga insistir con el concepto, entonces: la propuesta de Lanús podrá ganar o perder, podrá ser más o menos exitosa, pero lo cierto es que vale la pena intentar jugar así. Aunque no se gane.
No es novedad, entonces, que las buenas administraciones favorezcan la proyección deportiva de los clubes. Y vaya si creció de modo notable Lanús en el último cuarto de siglo. Su estadio, por caso, alberga actualmente 45 mil personas y en nada se asemeja a los rústicos tablones de la cancha vieja. Se consiguió una Copa Conmebol en 1996 y las participaciones en copas internacionales se hicieron frecuentes. Fruto de la solidez económica, además, se remodelaron el resto de las instalaciones así como se apuntalaron las divisiones inferiores. Puro orgullo.
Precisamente, hoy son los pibes dirigidos por Ramón Cabrero quienes alientan un sueno demorado por el sur, ganar el campeonato por primera vez en la historia. Porque el fixture avala. Y Cabrero lo sabe: "Somos conscientes de que nos queda un cronograma accesible", dijo. Sin estridencias ni rebusques dialécticos, claro. Si existe una cualidad que distingue al soprendente Lanús es la humildad cultivada por su entrenador. "Nosotros somos un cuadro chico y no tenemos una localía fuerte como la de Independiente o Boca. Pero estamos ilusionados", confiesa. Razones no le faltan. A falta de 6 partidos, está segundo a solo 1 punto del irregular (Independiente) al cual mereció ganarle en la primera fecha.
Sin embargo, hay algo decididamente más importante que la posición en la tabla. El equipo de Cabrero juega lindo, brinda espectáculo, contagia, nos reconcilia con lo mejor de este deporte: la gambeta, el pase en cortada, el armado de paredes (no casualmente al mejor equipo granate de la historia le decían "los albañiles", allá por los 60), la vocación ofensiva como argumento de cabecera. En suma: el fútbol, el castigado fútbol recibiendo mejores tratos.
Actualmente no muchos juegan lindo en Argentina, consecuencia natural del implacable exitismo. Y no abundan quienes respetan la búsqueda ofensiva a riesgo de perderlo todo. Quizá valga insistir con el concepto, entonces: la propuesta de Lanús podrá ganar o perder, podrá ser más o menos exitosa, pero lo cierto es que vale la pena intentar jugar así. Aunque no se gane.
domingo, 7 de octubre de 2007
El torneo tiene dos caras
Antes del minireceso por eliminatorias, conviene hacer un resumen de lo que entregó el Cablevisión 07 hasta aquí:
-Jugadores vs público. Imagen repetida en cada partido, ahora no solo descargan broncas contra ex clubes o rivales, sino también con propios simpatizantes.
-Arbitrajes críticos. Influyentes, contradictorios, polémicos, posiblemente éste sea el peor momento del referato argentino. Ezequiel Laverni y Juan Pablo Pompei, abanderados de la cruzada negra.
-Grondona, capítulo 29. Es un hecho la continuidad de mandato para el ex ferretero de Sarandí. Solo Independiente (por conveniencia) y Vélez (por coherencia dirigencial) se opusieron a un nuevo período del vicepresidente de Fifa.
-Medios de comunicación. Fieles a su caballito de batalla, "los enfermos de la tribuna", peor que la enfermedad es no advertir el orígen del síntoma.
La consecuencia natural de los ítems antes señalados es la violencia. Legítima o no, ese debate corresponde a otra nota.
No obstante, contentémonos con el juego de la pelota. Al cabo, el gran influjo para atraer a la gente. Y por eso ahí andan las piruetas de Martín Palermo acercándose a un récord histórico, las 100 pepas de Sava con la albiceleste, el orgullo canalla en tierra enemiga, la mutación de River transformando el espanto en genuina algarabía, la otra metáforsis protagonizada por Germán Denis o el fin de una paternidad con un partido de ensueño. Además, los ejemplos de humildad y coraje que transmiten Lanús y Tigre completan el cuadro.
De cara al tramo final del año, no parece poca cosa. Ojalá perdure lo bueno.
-Jugadores vs público. Imagen repetida en cada partido, ahora no solo descargan broncas contra ex clubes o rivales, sino también con propios simpatizantes.
-Arbitrajes críticos. Influyentes, contradictorios, polémicos, posiblemente éste sea el peor momento del referato argentino. Ezequiel Laverni y Juan Pablo Pompei, abanderados de la cruzada negra.
-Grondona, capítulo 29. Es un hecho la continuidad de mandato para el ex ferretero de Sarandí. Solo Independiente (por conveniencia) y Vélez (por coherencia dirigencial) se opusieron a un nuevo período del vicepresidente de Fifa.
-Medios de comunicación. Fieles a su caballito de batalla, "los enfermos de la tribuna", peor que la enfermedad es no advertir el orígen del síntoma.
La consecuencia natural de los ítems antes señalados es la violencia. Legítima o no, ese debate corresponde a otra nota.
No obstante, contentémonos con el juego de la pelota. Al cabo, el gran influjo para atraer a la gente. Y por eso ahí andan las piruetas de Martín Palermo acercándose a un récord histórico, las 100 pepas de Sava con la albiceleste, el orgullo canalla en tierra enemiga, la mutación de River transformando el espanto en genuina algarabía, la otra metáforsis protagonizada por Germán Denis o el fin de una paternidad con un partido de ensueño. Además, los ejemplos de humildad y coraje que transmiten Lanús y Tigre completan el cuadro.
De cara al tramo final del año, no parece poca cosa. Ojalá perdure lo bueno.
miércoles, 3 de octubre de 2007
Indignos
¿Por dónde empezar? El hecho: River perdió inobjetablemente 4 a 1 con Argentinos Juniors computando su cuarta derrota en el certámen, todas en condición de visitante. Registra 11 goles en contra en sus últimas tres presentaciones, marcha a 9 puntos del puntero (Independiente) y tiene la defensa más goleada.
Más grave es la sucesión de errores dirigenciales que redundaron en la obstinación de un deté moribundo, cuyo ciclo finalizaba en junio y se prolongó indebidamente hasta diciembre. ¿El argumento esgrimido por el entrenador con aval de las autoridades? Ganar un título antes de fin de año. ¿Los padecimientos? Múltiples. Y no solo para los seguidores de River.
Veámos.
Tras la eliminación copera a manos del Caracas FC de Venezuela (con dos derrotas incluidas), la imagen de la institución desmejoró de modo alarmante. Valga esta sensación registrada en la calle: le consta a este cronista que las cargadas rivales -Boca- disminuyeron considerablemente. Habrá que analizar más científicamente esta improvisada hipótesis aunque desde aquí esbozamos su justificación: para que haya juego se necesitan dos. Repárese sino en la frase de Maurizio Macri, ex presidente de Boca, luego de la victoria millonaria ante el Botafogo: "Me alegró su clasificación. El fútbol argentino necesita un River fuerte". Ironías al margen, lo del jefe del gobierno de la Capital trasluce cómo el poder del fútbol ha puesto el ojo en los avatares de una rivalidad peligrosamente en crisis.
El presidente que nunca fue
Claro que la debacle millonaria no empezó con el cuestionado entrenador. Lleva al menos 4 años y fue señalado por hinchas y aficionados mediante modestas expresiones. Por ejemplo, hubo denuncias de agrupaciones políticas (aunque sin cobertura mediática), críticas en foros y páginas de internet, cartas de lectores a los medios. En ningún caso hubo respuesta ni de la dirigencia ni de aquellos comunicadores ligados a la entidad. Más: algunos periodistas caracterizados de la institución ignoraron los señalamientos de la tribuna adujendo intentos "golpistas" o "interesados". Curiosamente, hoy muchos de ellos editorializan con vehemencia sobre los males del club.
En el medio, el crecimiento de numerosos episodios de corrupción que involucran al actual presidente. La proliferación de grupos inversores, el saqueo de las divisiones inferiores, las prebendas a la barra, los balances no disponibles para asociados, asoman como las características salientes de la gestión Aguilar. Cercado por la crisis actual, constituye toda una incógnita saber si el papado dirigente cumplirá su mandato hasta diciembre de 2009. De acuerdo a sus palabras, y para completar el cuado irreversible, pareciera que sí: "Por culpa de la oposición, estoy apto para la re-relección. Veré si me presento de nuevo", señaló el ahora canoso mandamás, hace pocos días, a Diario Popular.
El futuro
Ya sin Passarella en el banco, la tambaleante dirigencia tendrá una tarea titánica para sortear el posible llamado a elecciones anticipadas. Contratar a Ramón Díaz - primero en preferencia para la gente de River-, conllevaría un gesto de debilidad para la actual conducción. Y se sabe que la soberbia suele ser el rasgo distintivo de esta gestión. Aunque no parece haber demasiadas opciones para esta conducción.
Otro factor relevante será cómo recomponer la imagen de un club devastado en lo deportivo. Es cierto, más bajo no se podrá caer (el presente texto fue escrito antes del partido con Boca) El problema es que esto mismo se dijo en 2005 y 2006. ¿La posibilidad del descenso será el límite?
En cualquier caso, habrá que atender las respuestas de los hinchas. Algunos de ellos ya migraron a otros equipos, muchos asisten absortos al derrotero del club y el resto descarga su furia con hechos violentos. A propósito, conviene reeditar una frase en virtud de su vigencia: el interrogante no es por qué existe tanta violencia en River, sino cómo no habrían de existir episodios de violencia con una dirigencia de este tipo. Peor: es milagroso que no haya desgracias peores.
Perseveren dirigentes, ya lo van a conseguir.
Más grave es la sucesión de errores dirigenciales que redundaron en la obstinación de un deté moribundo, cuyo ciclo finalizaba en junio y se prolongó indebidamente hasta diciembre. ¿El argumento esgrimido por el entrenador con aval de las autoridades? Ganar un título antes de fin de año. ¿Los padecimientos? Múltiples. Y no solo para los seguidores de River.
Veámos.
Tras la eliminación copera a manos del Caracas FC de Venezuela (con dos derrotas incluidas), la imagen de la institución desmejoró de modo alarmante. Valga esta sensación registrada en la calle: le consta a este cronista que las cargadas rivales -Boca- disminuyeron considerablemente. Habrá que analizar más científicamente esta improvisada hipótesis aunque desde aquí esbozamos su justificación: para que haya juego se necesitan dos. Repárese sino en la frase de Maurizio Macri, ex presidente de Boca, luego de la victoria millonaria ante el Botafogo: "Me alegró su clasificación. El fútbol argentino necesita un River fuerte". Ironías al margen, lo del jefe del gobierno de la Capital trasluce cómo el poder del fútbol ha puesto el ojo en los avatares de una rivalidad peligrosamente en crisis.
El presidente que nunca fue
Claro que la debacle millonaria no empezó con el cuestionado entrenador. Lleva al menos 4 años y fue señalado por hinchas y aficionados mediante modestas expresiones. Por ejemplo, hubo denuncias de agrupaciones políticas (aunque sin cobertura mediática), críticas en foros y páginas de internet, cartas de lectores a los medios. En ningún caso hubo respuesta ni de la dirigencia ni de aquellos comunicadores ligados a la entidad. Más: algunos periodistas caracterizados de la institución ignoraron los señalamientos de la tribuna adujendo intentos "golpistas" o "interesados". Curiosamente, hoy muchos de ellos editorializan con vehemencia sobre los males del club.
En el medio, el crecimiento de numerosos episodios de corrupción que involucran al actual presidente. La proliferación de grupos inversores, el saqueo de las divisiones inferiores, las prebendas a la barra, los balances no disponibles para asociados, asoman como las características salientes de la gestión Aguilar. Cercado por la crisis actual, constituye toda una incógnita saber si el papado dirigente cumplirá su mandato hasta diciembre de 2009. De acuerdo a sus palabras, y para completar el cuado irreversible, pareciera que sí: "Por culpa de la oposición, estoy apto para la re-relección. Veré si me presento de nuevo", señaló el ahora canoso mandamás, hace pocos días, a Diario Popular.
El futuro
Ya sin Passarella en el banco, la tambaleante dirigencia tendrá una tarea titánica para sortear el posible llamado a elecciones anticipadas. Contratar a Ramón Díaz - primero en preferencia para la gente de River-, conllevaría un gesto de debilidad para la actual conducción. Y se sabe que la soberbia suele ser el rasgo distintivo de esta gestión. Aunque no parece haber demasiadas opciones para esta conducción.
Otro factor relevante será cómo recomponer la imagen de un club devastado en lo deportivo. Es cierto, más bajo no se podrá caer (el presente texto fue escrito antes del partido con Boca) El problema es que esto mismo se dijo en 2005 y 2006. ¿La posibilidad del descenso será el límite?
En cualquier caso, habrá que atender las respuestas de los hinchas. Algunos de ellos ya migraron a otros equipos, muchos asisten absortos al derrotero del club y el resto descarga su furia con hechos violentos. A propósito, conviene reeditar una frase en virtud de su vigencia: el interrogante no es por qué existe tanta violencia en River, sino cómo no habrían de existir episodios de violencia con una dirigencia de este tipo. Peor: es milagroso que no haya desgracias peores.
Perseveren dirigentes, ya lo van a conseguir.
martes, 2 de octubre de 2007
Razones de un candidato
Cuarto 3 a 0 del puntero (Tigre, Olimpo, Huracán y Gimnasia de Jujuy) y decimoquinto gol de Germán Denis, puntal de este victorioso presente rojo. Más datos: el ex Los Andes, Arsenal y Colón lleva más goles que fechas disputadas.
En rigor, muy diferente sería la ubicación de Independiente en la tabla sin los aportes del portentoso delantero con destino de selección. ¿Motivos? La falta de una línea de juego confiable, capaz de definir algo así como un estilo que identifique al hincha. Ante la férrea defensa jujeña, por caso, solo el oportunismo de su resucitado goleador logró quebrar el cero. Y eso que hay material de sobra: Ismael Sosa, Daniel Montenegro, el citado Denis, Hernán Fredes y hasta el relegado Rodrigo Díaz pueden armar un interesante circuito futbolero.
La defensa, en tanto, no suele entregar la indispensable solidez de un aspirante al título. Pese al buen momento de Matheu, Rodríguez sufre desatenciones graves en la marca, Moreyra duda si atacar o defender y el joven Assman no logra asentarse en el arco. Recordemos lo importante que fueron Andújar y Orión, últimos campeones locales.
Más allá de estas flaquezas, y de cara a las díficiles paradas que vienen, Independiente cuenta con una localía fuerte y ansias de revertir la historia de los últimos años. A la luz de los últimos acontecimientos producto de la irregularidad del certámen, con poco, con muy poco, quizás le alcance.
En rigor, muy diferente sería la ubicación de Independiente en la tabla sin los aportes del portentoso delantero con destino de selección. ¿Motivos? La falta de una línea de juego confiable, capaz de definir algo así como un estilo que identifique al hincha. Ante la férrea defensa jujeña, por caso, solo el oportunismo de su resucitado goleador logró quebrar el cero. Y eso que hay material de sobra: Ismael Sosa, Daniel Montenegro, el citado Denis, Hernán Fredes y hasta el relegado Rodrigo Díaz pueden armar un interesante circuito futbolero.
La defensa, en tanto, no suele entregar la indispensable solidez de un aspirante al título. Pese al buen momento de Matheu, Rodríguez sufre desatenciones graves en la marca, Moreyra duda si atacar o defender y el joven Assman no logra asentarse en el arco. Recordemos lo importante que fueron Andújar y Orión, últimos campeones locales.
Más allá de estas flaquezas, y de cara a las díficiles paradas que vienen, Independiente cuenta con una localía fuerte y ansias de revertir la historia de los últimos años. A la luz de los últimos acontecimientos producto de la irregularidad del certámen, con poco, con muy poco, quizás le alcance.
lunes, 1 de octubre de 2007
Cuando el mensaje suma
"Boca jugó mal, fue repetido y no tuvo la pelota. Si eso pasa, lo más probable es perder". Saludable y reparadora, la frase de Miguel Angel Russo, entrenador xeneize, puede leerse como un gesto infrecuente para un medio propenso a la queja interesada y el discurso exculpatorio . Nótese que curioso: subrayar positivamente algo tan básico y tan humano como sincerarse y decir la verdad, lejos de esos análisis bañados de soberbia a la que son tan afectos el resto de sus colegas.
Daniel Passarella, sin ir más lejos, vive este convulsionado momento de River entre sollozos y reclamos inconducentes. Los arbitrajes, el mal estado del campo, los factores climáticos, suelen ser parte de su decálogo habitual. En definitiva, y no es únicamente patrimonio de Passarella, siempre es más cómodo echar mano al manual de las excusas ante cada resultado adverso. Algo similar ocurre con Julio Falcioni, técnico de Gimnasia, capaz de responsabilizar a sus dirigidos delante de las cámaras aunque sin argumentos sólidos que expliquen lo mal que juegan sus equipos. Y así pueden enumerarse infinidad de ejemplos.
Por eso, vale lo de Russo. Como también suma Ramón Cabrero dirigiendo con encomiable honestidad a los pibes de Lanús. La Volpe pagó el costo de su sinceridad en 2006, pero su mensaje alentó a vivir este juego como ellos lo vivieron de pibes. De ese modo es que pueden asumir riesgos con valentía, soportando el costo de cada decisión. Porque, se sabe, nadie será mejor o peor por un resultado. Lo que perdura, afortunadamente, siguen siendo las ideas.
Daniel Passarella, sin ir más lejos, vive este convulsionado momento de River entre sollozos y reclamos inconducentes. Los arbitrajes, el mal estado del campo, los factores climáticos, suelen ser parte de su decálogo habitual. En definitiva, y no es únicamente patrimonio de Passarella, siempre es más cómodo echar mano al manual de las excusas ante cada resultado adverso. Algo similar ocurre con Julio Falcioni, técnico de Gimnasia, capaz de responsabilizar a sus dirigidos delante de las cámaras aunque sin argumentos sólidos que expliquen lo mal que juegan sus equipos. Y así pueden enumerarse infinidad de ejemplos.
Por eso, vale lo de Russo. Como también suma Ramón Cabrero dirigiendo con encomiable honestidad a los pibes de Lanús. La Volpe pagó el costo de su sinceridad en 2006, pero su mensaje alentó a vivir este juego como ellos lo vivieron de pibes. De ese modo es que pueden asumir riesgos con valentía, soportando el costo de cada decisión. Porque, se sabe, nadie será mejor o peor por un resultado. Lo que perdura, afortunadamente, siguen siendo las ideas.
viernes, 28 de septiembre de 2007
Hazañas
Indiscutiblemente, la victoria de River sobre Bofafogo por la Sudamericana 07 ingresó a la galería de epopeyas futboleras.
Haciendo foco en River, cabe enumerar un breve resumen de gestas millonarias en el último tiempo. De la década del 80 a esta parte, registramos las siguientes:
-River 3 Boca 2. (1987) Perdía el millonario 2-0 (goles de Jorge Rinaldi) y lo terminó dando vuelta con goles del uruguayo Jorge Da Silva, Ernesto Corti y Omar Palma. El match, además, tuvo dos incidencias más: dos penales marrados, uno por bando, en tramos fundamentales. Palma dilapidó uno con el partido 0-0 y Jorge Comas, figura xeneixe, erró desde los 12 pasos el empate definitivo.
-River 4 Deportivo Mandiyú 4. (1988) Los correntinos soprendían con 4-1 parcial a menos de 20 para la finalización del match. Remontada tremenda de la banda para alcanzar un empate que tapó las justificadas críticas de las gradas. Un detalle de color: el juego no fue televisado y se siguió por una radio perdida (Radio Belgrano) teniendo en cuenta que era el tercer partido en importancia. El relator fue Atilio Costa Febre -más tarde embanderado en rojo y blanco- con elogios desmedidos a la proeza correntina.
-River 3 Boca 3. (1997) Ganaba Boca 3 a 0 (Latorre, Cedrés, Manteca Martínez) descontando Berti en el final del PT. El primer tiempo dejó, además, un penal desperciado por los visitantes. En el segundo tiempo, y a poco de 15 minutos para el final, Luis Villalba con un toque suave y el paraguayo Celso Ayala con un frentazo seco decretaron la festejada paridad. Que pudo ser victoria si Leonel Gancedo no desperdiciaba un balón bollando en el área tras un corner en la hora.
Invitamos a los lectores a seguir recordando proezas de River con ese tenor. Una duda: siguiendo el mismo período histórico, ¿alguien recuerda alguna hazaña en condición de visitante?
Haciendo foco en River, cabe enumerar un breve resumen de gestas millonarias en el último tiempo. De la década del 80 a esta parte, registramos las siguientes:
-River 3 Boca 2. (1987) Perdía el millonario 2-0 (goles de Jorge Rinaldi) y lo terminó dando vuelta con goles del uruguayo Jorge Da Silva, Ernesto Corti y Omar Palma. El match, además, tuvo dos incidencias más: dos penales marrados, uno por bando, en tramos fundamentales. Palma dilapidó uno con el partido 0-0 y Jorge Comas, figura xeneixe, erró desde los 12 pasos el empate definitivo.
-River 4 Deportivo Mandiyú 4. (1988) Los correntinos soprendían con 4-1 parcial a menos de 20 para la finalización del match. Remontada tremenda de la banda para alcanzar un empate que tapó las justificadas críticas de las gradas. Un detalle de color: el juego no fue televisado y se siguió por una radio perdida (Radio Belgrano) teniendo en cuenta que era el tercer partido en importancia. El relator fue Atilio Costa Febre -más tarde embanderado en rojo y blanco- con elogios desmedidos a la proeza correntina.
-River 3 Boca 3. (1997) Ganaba Boca 3 a 0 (Latorre, Cedrés, Manteca Martínez) descontando Berti en el final del PT. El primer tiempo dejó, además, un penal desperciado por los visitantes. En el segundo tiempo, y a poco de 15 minutos para el final, Luis Villalba con un toque suave y el paraguayo Celso Ayala con un frentazo seco decretaron la festejada paridad. Que pudo ser victoria si Leonel Gancedo no desperdiciaba un balón bollando en el área tras un corner en la hora.
Invitamos a los lectores a seguir recordando proezas de River con ese tenor. Una duda: siguiendo el mismo período histórico, ¿alguien recuerda alguna hazaña en condición de visitante?
martes, 25 de septiembre de 2007
De Victorias
El resonante triunfo de Tigre ante River desató polémicas y comparaciones. Con la autoestima por las nubes tras la demostración de fútbol sólido y vistoso, las caravanas azulgranas ni bien finalizó la contienda certificaron la presunción de todos: el matador escribió un domingo de septiembre la página más gloriosa de su rica historia.
En ese júbilo imperante, no faltaron dedicatorias a viejos rivales de los sábados: Chacarita, Nueva Chicago, Platense. No era para menos: Tigre tuvo un largo perenigraje por los ríspidos paisajes del ascenso. En ese terreno, cabe preguntarse por la dimensión del éxito: ¿de ganar el Apertura, o bien, clasificar a la Libertadores 09, lo hecho por el club bonaerense iguala hazañas como las de Chacarita o Quilmes, ambos campeones en 1969 y 1978 respectivamente?.
A priori, y sin hacer futurología, creemos que no. Centrémonos en Chacarita, rival de primerísimo orden para la afición de Tigre. El antecedente del encono con el funebrero obedece a razones del mal llamado "folclore futbolero". En 1984 y en 1999, hubo enfrentamientos bélicos entre ambas parcialidades cuyo principal responsable fue el cuadro de San Martín, entonces conducido por el gastronómico Luis Barrionuevo. Tigre, además, sufrió derrotas en lo deportivo que caldearon aún más los anímos: en 1994 y 1999, por caso, el tricolor le ahogó posibles ascensos de categoría (una a la B nacional, otro a Primera A)
Por eso, y porque el fútbol se alimenta de esa necesaria cuota de revancha, la goleada ante River se vivió con euforia desmedida. Si atrás quedaban Chacarita, Platense y Chicago en el tránsito hacia la A, el triunfo sobre River -el mismo que perdió la final con Chacarita en 1969 con idéntico marcador,- adosó más gloria a la gesta. Y más elementos para gozar al cuadro de San Martín.
Pues bien, en estos tiempos de éxito permanente y euforias circunstanciales, parece sensato poner el freno, revisar la historia y aportar detalles para no confundir más de lo que estamos.
El 6 de julio de 1969, 65.000 personas colmaron el cilindro de Avellandeda para ver Chacarita-River en la finalísima del Metro de ese año. El funebrero venía de derrotar a Racing y el millonario hizo lo propio nada menos que ante Boca. En aquella oportunidad, vale consignar, ni las barras ni los entrenadores formaban parte del negocio.Tampoco la derrota se vivía como el peor de los castigos.
Treinta y ocho años después, es saludable observar a nombres ignotos como los de Lázzaro, Ayala, Román Díaz, Ferrero o Galmarini mojandole la oreja a uno de los más grandes del fútbol criollo. Al cabo, siempre es atractivo el triunfo de un humilde sobre un poderoso. Aunque este sea otro River, muy diferente a aquél de los sesenta, y los arriba mencionados no tengan el porte de un Pérez Bargas, Frasoldati, Recupero, Marcos o el recordado "tanque" Neumann.
En ese júbilo imperante, no faltaron dedicatorias a viejos rivales de los sábados: Chacarita, Nueva Chicago, Platense. No era para menos: Tigre tuvo un largo perenigraje por los ríspidos paisajes del ascenso. En ese terreno, cabe preguntarse por la dimensión del éxito: ¿de ganar el Apertura, o bien, clasificar a la Libertadores 09, lo hecho por el club bonaerense iguala hazañas como las de Chacarita o Quilmes, ambos campeones en 1969 y 1978 respectivamente?.
A priori, y sin hacer futurología, creemos que no. Centrémonos en Chacarita, rival de primerísimo orden para la afición de Tigre. El antecedente del encono con el funebrero obedece a razones del mal llamado "folclore futbolero". En 1984 y en 1999, hubo enfrentamientos bélicos entre ambas parcialidades cuyo principal responsable fue el cuadro de San Martín, entonces conducido por el gastronómico Luis Barrionuevo. Tigre, además, sufrió derrotas en lo deportivo que caldearon aún más los anímos: en 1994 y 1999, por caso, el tricolor le ahogó posibles ascensos de categoría (una a la B nacional, otro a Primera A)
Por eso, y porque el fútbol se alimenta de esa necesaria cuota de revancha, la goleada ante River se vivió con euforia desmedida. Si atrás quedaban Chacarita, Platense y Chicago en el tránsito hacia la A, el triunfo sobre River -el mismo que perdió la final con Chacarita en 1969 con idéntico marcador,- adosó más gloria a la gesta. Y más elementos para gozar al cuadro de San Martín.
Pues bien, en estos tiempos de éxito permanente y euforias circunstanciales, parece sensato poner el freno, revisar la historia y aportar detalles para no confundir más de lo que estamos.
El 6 de julio de 1969, 65.000 personas colmaron el cilindro de Avellandeda para ver Chacarita-River en la finalísima del Metro de ese año. El funebrero venía de derrotar a Racing y el millonario hizo lo propio nada menos que ante Boca. En aquella oportunidad, vale consignar, ni las barras ni los entrenadores formaban parte del negocio.Tampoco la derrota se vivía como el peor de los castigos.
Treinta y ocho años después, es saludable observar a nombres ignotos como los de Lázzaro, Ayala, Román Díaz, Ferrero o Galmarini mojandole la oreja a uno de los más grandes del fútbol criollo. Al cabo, siempre es atractivo el triunfo de un humilde sobre un poderoso. Aunque este sea otro River, muy diferente a aquél de los sesenta, y los arriba mencionados no tengan el porte de un Pérez Bargas, Frasoldati, Recupero, Marcos o el recordado "tanque" Neumann.
domingo, 23 de septiembre de 2007
Camino a Sudáfrica
En los prolegómenos de la eliminatoria mundialista, el menú de la primera fecha ofrece un partido para "alquilar balcones", como decían los viejos comentaristas de radio (¡cuánto los extrañamos!). No es común que un partido inaugural, en un campeonato tan largo (dura 2 años), ponga los pelos de punta a los aficionados.
Lo cierto es que el Argentina-Chile, en River, contiene elementos de partido imperdible. A saber: el debut de Marcelo Bielsa dirigiendo la roja tras 3 años de ausencia, la irregularidad del equipo albiceleste que ya consumó la primera gran frustación en Venezuela 2007 y, como si fuera poco, las contradicciones que envuelven a los hinchas en torno al legado dejado por el entrenador rosarino. Para algunos, será una buena ocasión de venganza luego del papelón de Corea-Japón 2002. Otros, en cambio, rendirán tributo al hombre que devolvió algo de gloria al fútbol argentino con la medalla dorada en Atenas 2004. Y las razones de estos últimos sobran, por caso, nunca Argentina obtuvo la presea de oro en un juego olímpico, el equipo jugó realmente bien (con Tévez deslumbrante) y hay que remontarse a la Copa América de Ecuador, en 1993, para registrar otro lauro argentino.
Justamente, la selección de Basile despierta polémicas en el ambiente futbolero. ¿Jugará Riquelme?, ¿seguirá Abondanzieri en el arco?, ¿Cederá el Coco, finalmente, a la arremetida mediática por colocar a Palermo como torre de área?. Preguntas, al cabo, imposibles de saldarlas en el corto plazo. Del lado chileno, las cosas parecen más claras. Luego de la victoria 2-0 ante Austria, una encuesta de la Asociación Nacional del Fútbol Profesional (ANFP) arroja resultados reveladores. Ante la pregunta sobre el rendimiento de la "roja" en el último amistoso, los hinchas trasandinos destilan optimismo. El detalle de la muestra es el siguiente:
-La actuación de Chile en Austria fue:
Esperanzadora (45%)
Mejor de lo previsto (25.3%)
Excelente (17%9)
Es decir, casi el 88% de los chilenos están fascinados por el proceso iniciado por Bielsa. El interrogante, entonces, es qué entrada sacarán los argentinos: ¿local o visitante?
Lo cierto es que el Argentina-Chile, en River, contiene elementos de partido imperdible. A saber: el debut de Marcelo Bielsa dirigiendo la roja tras 3 años de ausencia, la irregularidad del equipo albiceleste que ya consumó la primera gran frustación en Venezuela 2007 y, como si fuera poco, las contradicciones que envuelven a los hinchas en torno al legado dejado por el entrenador rosarino. Para algunos, será una buena ocasión de venganza luego del papelón de Corea-Japón 2002. Otros, en cambio, rendirán tributo al hombre que devolvió algo de gloria al fútbol argentino con la medalla dorada en Atenas 2004. Y las razones de estos últimos sobran, por caso, nunca Argentina obtuvo la presea de oro en un juego olímpico, el equipo jugó realmente bien (con Tévez deslumbrante) y hay que remontarse a la Copa América de Ecuador, en 1993, para registrar otro lauro argentino.
Justamente, la selección de Basile despierta polémicas en el ambiente futbolero. ¿Jugará Riquelme?, ¿seguirá Abondanzieri en el arco?, ¿Cederá el Coco, finalmente, a la arremetida mediática por colocar a Palermo como torre de área?. Preguntas, al cabo, imposibles de saldarlas en el corto plazo. Del lado chileno, las cosas parecen más claras. Luego de la victoria 2-0 ante Austria, una encuesta de la Asociación Nacional del Fútbol Profesional (ANFP) arroja resultados reveladores. Ante la pregunta sobre el rendimiento de la "roja" en el último amistoso, los hinchas trasandinos destilan optimismo. El detalle de la muestra es el siguiente:
-La actuación de Chile en Austria fue:
Esperanzadora (45%)
Mejor de lo previsto (25.3%)
Excelente (17%9)
Es decir, casi el 88% de los chilenos están fascinados por el proceso iniciado por Bielsa. El interrogante, entonces, es qué entrada sacarán los argentinos: ¿local o visitante?
jueves, 20 de septiembre de 2007
El dilema de los técnicos
Esta semana, en ese buen ciclo llamado Frases hechas (TyC Sports), el veterano comentarista Enrique Macaya Márquez aremetió contra los entrenadores devenidos periodistas. A juzgar por quien escribe, la opinión más audaz del hombre de los 8 mundiales y dos décadas en Fútbol de primera. "Si tanto saben, por qué no están dirigiendo?, espetó, con alguna mueca de fastidio.
Ahora bien, haciendo un relevamiento de entrenadores-periodistas, la cuenta arroja solo 3 trabajando en forma estable aunque no menos de 10 esbozando sesudas teorías fuboleras en los medios masivos. Repasando: Héctor Veira, Carlos Bilardo, Roberto Trotta (estables), Carlos Merlo, Gustavo Alfaro, Julio Falcioni, Ricardo Carusso Lombardi (columnistas invitados), Néstor Gorosito (consiguió club), Eduardo Córdoba (ausente por problemas familiares), Patricio Hernández (despedido), y una lista siempre dispuesta a ofrecer sus servicios y transmitir sus experiencias en tevé. Confinados al olvido, parece buen intento probar suerte en otros rubros.
Más urticante, sin embargo, es observar la foja de algunos de ellos. Y no se trata solo de números conseguidos. Algo ocurrió en el fútbol, y en este país, para cobijar a personajes difíciles de digerir. Más: ganaron prestigio y sobre todo consenso entre los aficionados.
"Una de dos: o están en la televisión, o están al borde de la cancha", añadió EMM.
Afortunadamente, César Menotti, Marcelo Bielsa, Ramón Cabrero, Gerardo Martino, José Pekerman y Osvaldo Ardiles, por citar algunos nombres, siguen intentando. Pero en la cancha, como debe ser.
Ahora bien, haciendo un relevamiento de entrenadores-periodistas, la cuenta arroja solo 3 trabajando en forma estable aunque no menos de 10 esbozando sesudas teorías fuboleras en los medios masivos. Repasando: Héctor Veira, Carlos Bilardo, Roberto Trotta (estables), Carlos Merlo, Gustavo Alfaro, Julio Falcioni, Ricardo Carusso Lombardi (columnistas invitados), Néstor Gorosito (consiguió club), Eduardo Córdoba (ausente por problemas familiares), Patricio Hernández (despedido), y una lista siempre dispuesta a ofrecer sus servicios y transmitir sus experiencias en tevé. Confinados al olvido, parece buen intento probar suerte en otros rubros.
Más urticante, sin embargo, es observar la foja de algunos de ellos. Y no se trata solo de números conseguidos. Algo ocurrió en el fútbol, y en este país, para cobijar a personajes difíciles de digerir. Más: ganaron prestigio y sobre todo consenso entre los aficionados.
"Una de dos: o están en la televisión, o están al borde de la cancha", añadió EMM.
Afortunadamente, César Menotti, Marcelo Bielsa, Ramón Cabrero, Gerardo Martino, José Pekerman y Osvaldo Ardiles, por citar algunos nombres, siguen intentando. Pero en la cancha, como debe ser.
lunes, 17 de septiembre de 2007
Sin margen de error
Revisando las formaciones de poderosos Boca y River, cobra trascendencia reponer cuan impiadosas son las reglas del éxito en este país. Y que engañosos suelen ser los discursos dirigenciales a la hora de formar juveniles, apuntalar a los pibes y bla bla bla.
Veamos el caso de Boca. Del once titular presentado en la novena del clausura, apenas dos surgieron en las inferiores xeneizes, Sebastián Battaglia y Pablo Ledesma (Jonathan Maidana no cuenta ya que proviene de Los Andes), configurando una auténtica estafa para quienes compraron la promesa de Maurizio Macri hacia fines del 95. Hurgando en el archivo: "9 de los 11 titulares serán patrimonio de Boca". Marginado Neri Cardozo, relegado Mauro Boselli y condenado el pibe Urribari, conviene revisar los discursos de campaña de cara al comicio que se avecina.
El caso de River es aún peor. Tras la cruel decisión de apartar al ya difunto Delem, nada bueno ocurrió durante la gestión de J.Rossi y -aunque le resta crédito- de Gabriel Rodríguez. En la contienda ante Lanús, por caso, solo Augusto Fernández dio la talla como producto genuino. Oscar Ahumada y Ariel Ortega, nacidos en River, están más para el seleccionado seniors que tan buenos resultados viene dando por nuñez. Por otro lado, River y unos cuantos otros del fútbol local ven en cada aparición juvenil montones de euros antes que proyectos de crack. Peor: los mandan al matadero sin el tiempo de cocción suficiente.
En suma, la situación no tendrá salida si las urgencias y los negocios prevalecen sobre el indispensable rol formativo de las instituciones. Y, se sabe, un club sin lugar para su semillero es apenas una cáscara vacía.
Veamos el caso de Boca. Del once titular presentado en la novena del clausura, apenas dos surgieron en las inferiores xeneizes, Sebastián Battaglia y Pablo Ledesma (Jonathan Maidana no cuenta ya que proviene de Los Andes), configurando una auténtica estafa para quienes compraron la promesa de Maurizio Macri hacia fines del 95. Hurgando en el archivo: "9 de los 11 titulares serán patrimonio de Boca". Marginado Neri Cardozo, relegado Mauro Boselli y condenado el pibe Urribari, conviene revisar los discursos de campaña de cara al comicio que se avecina.
El caso de River es aún peor. Tras la cruel decisión de apartar al ya difunto Delem, nada bueno ocurrió durante la gestión de J.Rossi y -aunque le resta crédito- de Gabriel Rodríguez. En la contienda ante Lanús, por caso, solo Augusto Fernández dio la talla como producto genuino. Oscar Ahumada y Ariel Ortega, nacidos en River, están más para el seleccionado seniors que tan buenos resultados viene dando por nuñez. Por otro lado, River y unos cuantos otros del fútbol local ven en cada aparición juvenil montones de euros antes que proyectos de crack. Peor: los mandan al matadero sin el tiempo de cocción suficiente.
En suma, la situación no tendrá salida si las urgencias y los negocios prevalecen sobre el indispensable rol formativo de las instituciones. Y, se sabe, un club sin lugar para su semillero es apenas una cáscara vacía.
jueves, 13 de septiembre de 2007
De visitante cuesta más
Inmersos en la vorágine deportiva (buena dósis de fútbol, abundante rugby y compromisos al dente como los de Carlos Berloq en tenis y el púgil Omar Nárvaez), conviene detener el ojo y pispear algunas rarezas entregadas por este apasionante Cablevisión 07.
Por ejemplo, consumadas las primeras 8 fechas, los números indican un llamativo poderío local en comparación con el Clausura que ganó el club sponsoreado por la multinacional Walt Mart. En aquél certámen, vale consignar, 38 juegos fueron del dueño de casa mientras que en éste -disputadas idéntica cantidad de jornadas- la cifra se estiró a 44. Si bien los datos imponen una lectura no siempre acorde al devenir de los hechos, es curioso que Boca haya perdido dos partidos a esta altura del certámen -ambos de visitante- y que River, pese a sus avatares institucionales, siga zapatero cuando le toca salir de nuñez (suma dos derrotas y dos empates)
Una pastilla más: Vélez, dirigido por el cuestionado La Volpe, recolectó todos sus puntos en liniers (15) y ahora deberá revalidar no solo sus aspiraciones de campeonato sino la confianza en su deté jugando en dicha condición y ante rivales necesitados: Racing y San Martín de San Juan. ¿Serán coletazos de la reducción de hinchas visitantes?
Por ejemplo, consumadas las primeras 8 fechas, los números indican un llamativo poderío local en comparación con el Clausura que ganó el club sponsoreado por la multinacional Walt Mart. En aquél certámen, vale consignar, 38 juegos fueron del dueño de casa mientras que en éste -disputadas idéntica cantidad de jornadas- la cifra se estiró a 44. Si bien los datos imponen una lectura no siempre acorde al devenir de los hechos, es curioso que Boca haya perdido dos partidos a esta altura del certámen -ambos de visitante- y que River, pese a sus avatares institucionales, siga zapatero cuando le toca salir de nuñez (suma dos derrotas y dos empates)
Una pastilla más: Vélez, dirigido por el cuestionado La Volpe, recolectó todos sus puntos en liniers (15) y ahora deberá revalidar no solo sus aspiraciones de campeonato sino la confianza en su deté jugando en dicha condición y ante rivales necesitados: Racing y San Martín de San Juan. ¿Serán coletazos de la reducción de hinchas visitantes?
martes, 11 de septiembre de 2007
La Barra
Transcribimos un artículo periodístico de Roberto Arlt, recopilado por el escritor y poeta Roberto Santoro -desaparecido por la última dictadura militar- en su antología Literatura de la Pelota. Escrito en 1960, actualiza un debate que concierne a futboleros apasionados.
La Barra (*)
Tan necesario es que los hinchas de un mismo sujeto se asocien para defenderse de las pateaduras de otros hinchas, que dicha necesidad originó las que llamamos las barras de hinchas, y que son como escuadrones rufianosos, brigadas bandoleras, quintos malandrinos, barras que como expediciones punitivas siembran el terror en los stadiums, con la artillería de sus botellas y las incesantes bombas de sus naranjazos. Estas barras son las que se encargan de incendiar los bancos de las populares, estas mismas barras son las que invaden la cancha para darle el "pesto" a los contrarios, y en determinados barrios han llegado a constituir una maffia, algo así como una camorra, con sus instituciones, sus broncas a mano armada y las "cascarillas" monumentales que le dan nombre, prestigio y honra.
(*) Extracto del libro Nuevas aguafuertes porteñas
La Barra (*)
Tan necesario es que los hinchas de un mismo sujeto se asocien para defenderse de las pateaduras de otros hinchas, que dicha necesidad originó las que llamamos las barras de hinchas, y que son como escuadrones rufianosos, brigadas bandoleras, quintos malandrinos, barras que como expediciones punitivas siembran el terror en los stadiums, con la artillería de sus botellas y las incesantes bombas de sus naranjazos. Estas barras son las que se encargan de incendiar los bancos de las populares, estas mismas barras son las que invaden la cancha para darle el "pesto" a los contrarios, y en determinados barrios han llegado a constituir una maffia, algo así como una camorra, con sus instituciones, sus broncas a mano armada y las "cascarillas" monumentales que le dan nombre, prestigio y honra.
(*) Extracto del libro Nuevas aguafuertes porteñas
domingo, 9 de septiembre de 2007
"Más hablado que jugado"
Recomendamos entrevista realizada al escritor e historiador Eduardo Sacheri, autor de Esperandolo a Tito, Te conozco Mendizábal, Lo raro empezó después y la novela La pregunta de sus ojos. Valiosa.
fuente: Diario deportivo Olé
EDUARDO SACHERI
"La Historia argentina está en deuda con el fútbol" Uno de los escritores más reconocidos de la literatura futbolera analiza el vacío del juego más amado en la mirada social de los historiadores. Impiadoso, compara la caída de la clase media con el fútbol de hoy, y alerta su saturación. Para pensar.
IGNACIO FUSCO
El espejo que está a su izquierda apenas cumple con su destino: lo multiplica. Se acelera Eduardo Sacheri mientras habla, cada vez más, y él también multiplica con su proclama, sus gestos repetidos en la pared de vidrio. Doce años pasaron desde que Eduardo Galeano escribió que "la historia oficial ignora al fútbol", que "los textos de historia contemporánea no lo mencionan, ni de paso, en países donde el fútbol ha sido y sigue siendo un signo primordial de identidad colectiva", lo mismo que ahora el otro Eduardo repite, multiplica, ante la mesa de un bar. Aplaudido escritor de Esperándolo a Tito, acaso el ícono vivo más fuerte de la literatura futbolera, el también profesor de Historia realza lo dicho: "La Historia argentina tiene una deuda con el fútbol. Faltan ensayos, muchos trabajos que lleguen masivamente al público: el movimiento obrero, las asociaciones de barrios, el impacto inmigratorio, entre otros, y, obvio, el fútbol, su influencia en la sociedad. Y en eso, fijate, yo le veo una conexión con la literatura".—¿Por?—Porque los cuentos de fútbol tardaron mucho en imponerse, y tal vez con el fútbol como elemento de estudio social pase lo mismo. Este fútbol, el de hoy, ha revisitado el mismo camino de la clase media trabajadora que tuvo el país. Los ricos allá, ganando, mientras los pobres sólo miran. River, Boca y el resto. Mirá el reparto de la televisión. Y te hablo como hincha de Independiente, o sea: desde la clase media empobrecida. ¿Te imaginás, hoy, a Estudiantes tres veces campeón de la Libertadores? El mundo de privilegiados y excluidos también llegó al fútbol. ¿Ferro, Quilmes y Argentinos campeones en menos de diez años? Los multimedios tendrían que pegarse un tiro en las bolas.—¿Por qué, entonces, la pasión igual aumenta?—Porque este país perdió muchísimos signos de identidad. En la época de mi viejo había un montón de palenques a los cuales atarte: la identidad política era muy fuerte, los laburos te duraban décadas, hasta el colectivo que te tomabas era siempre el mismo. Los barrios se emparentaban con una fábrica, también, o la familia, que era más consistente. A un pibe de hoy ¿qué le queda de eso? Nada. Entonces se aferra a un color. A la camiseta.—¿No es demasiado?—No es lo único, pero es así. Hace poco, un chico me dijo en una conferencia: "Mirá, loco, yo me llevé toda la vida para el orto con mi viejo, toda la vida. Lo único que nos unió, posta, fue San Lorenzo". Por algo te decía que el vacío del fútbol en la mirada de la historia es relevante. Aunque desde ahí, bueno, se haya hecho del fútbol lo que es hoy: un juego más hablado que jugado. —¿Sobredimensionado?—El fútbol es tan, tan central, que hasta el poder se puede construir desde este show, cuando antes era al revés. En 1904, Julio Roca fue el primer presidente que estuvo en una cancha (NdeR: el 26/6, Southampton goleó 3-0 a Alumni en el actual Campo Argentino de Polo), pero su poder lo había construído fuera del fútbol, y ahora se invirtió. Macri es el mejor ejemplo. Y hasta habrá otros a los que no les salió la apuesta. —La anhelada salvación.—La sobredimensión, ¿no? Bueno, ¿por qué hace 30 años no existía un diario deportivo, si Argentina siempre fue un país futbolero? Un ejemplo: yo soy hincha de Independiente, y el día que perdimos contra Boca estaba volviendo a casa y quería escuchar un noticiero. Todas las radios, ¡todas!, hablaban de fútbol. No había escapatoria, en serio. Ya es como un cuento, una ficción, nos guionan lo que hay que ver: a Passarella con cara de mufa en lugar del siete que está por patear. O la otra: mirar tipos que miran el partido. Pensalo. Es patético.—Repito: mucha racionalidad pero igual apasiona más. ¿Por qué?—Porque un tipo que vale 20 millones todavía puede errarse un gol abajo del arco. Y porque ese tipo también sos vos, que fuiste a comer un asado, dijiste "vamos a patear un rato", tranquilo, y a los dos segundos te estás cagando a patadas con tus amigos.
fuente: Diario deportivo Olé
EDUARDO SACHERI
"La Historia argentina está en deuda con el fútbol" Uno de los escritores más reconocidos de la literatura futbolera analiza el vacío del juego más amado en la mirada social de los historiadores. Impiadoso, compara la caída de la clase media con el fútbol de hoy, y alerta su saturación. Para pensar.
IGNACIO FUSCO
El espejo que está a su izquierda apenas cumple con su destino: lo multiplica. Se acelera Eduardo Sacheri mientras habla, cada vez más, y él también multiplica con su proclama, sus gestos repetidos en la pared de vidrio. Doce años pasaron desde que Eduardo Galeano escribió que "la historia oficial ignora al fútbol", que "los textos de historia contemporánea no lo mencionan, ni de paso, en países donde el fútbol ha sido y sigue siendo un signo primordial de identidad colectiva", lo mismo que ahora el otro Eduardo repite, multiplica, ante la mesa de un bar. Aplaudido escritor de Esperándolo a Tito, acaso el ícono vivo más fuerte de la literatura futbolera, el también profesor de Historia realza lo dicho: "La Historia argentina tiene una deuda con el fútbol. Faltan ensayos, muchos trabajos que lleguen masivamente al público: el movimiento obrero, las asociaciones de barrios, el impacto inmigratorio, entre otros, y, obvio, el fútbol, su influencia en la sociedad. Y en eso, fijate, yo le veo una conexión con la literatura".—¿Por?—Porque los cuentos de fútbol tardaron mucho en imponerse, y tal vez con el fútbol como elemento de estudio social pase lo mismo. Este fútbol, el de hoy, ha revisitado el mismo camino de la clase media trabajadora que tuvo el país. Los ricos allá, ganando, mientras los pobres sólo miran. River, Boca y el resto. Mirá el reparto de la televisión. Y te hablo como hincha de Independiente, o sea: desde la clase media empobrecida. ¿Te imaginás, hoy, a Estudiantes tres veces campeón de la Libertadores? El mundo de privilegiados y excluidos también llegó al fútbol. ¿Ferro, Quilmes y Argentinos campeones en menos de diez años? Los multimedios tendrían que pegarse un tiro en las bolas.—¿Por qué, entonces, la pasión igual aumenta?—Porque este país perdió muchísimos signos de identidad. En la época de mi viejo había un montón de palenques a los cuales atarte: la identidad política era muy fuerte, los laburos te duraban décadas, hasta el colectivo que te tomabas era siempre el mismo. Los barrios se emparentaban con una fábrica, también, o la familia, que era más consistente. A un pibe de hoy ¿qué le queda de eso? Nada. Entonces se aferra a un color. A la camiseta.—¿No es demasiado?—No es lo único, pero es así. Hace poco, un chico me dijo en una conferencia: "Mirá, loco, yo me llevé toda la vida para el orto con mi viejo, toda la vida. Lo único que nos unió, posta, fue San Lorenzo". Por algo te decía que el vacío del fútbol en la mirada de la historia es relevante. Aunque desde ahí, bueno, se haya hecho del fútbol lo que es hoy: un juego más hablado que jugado. —¿Sobredimensionado?—El fútbol es tan, tan central, que hasta el poder se puede construir desde este show, cuando antes era al revés. En 1904, Julio Roca fue el primer presidente que estuvo en una cancha (NdeR: el 26/6, Southampton goleó 3-0 a Alumni en el actual Campo Argentino de Polo), pero su poder lo había construído fuera del fútbol, y ahora se invirtió. Macri es el mejor ejemplo. Y hasta habrá otros a los que no les salió la apuesta. —La anhelada salvación.—La sobredimensión, ¿no? Bueno, ¿por qué hace 30 años no existía un diario deportivo, si Argentina siempre fue un país futbolero? Un ejemplo: yo soy hincha de Independiente, y el día que perdimos contra Boca estaba volviendo a casa y quería escuchar un noticiero. Todas las radios, ¡todas!, hablaban de fútbol. No había escapatoria, en serio. Ya es como un cuento, una ficción, nos guionan lo que hay que ver: a Passarella con cara de mufa en lugar del siete que está por patear. O la otra: mirar tipos que miran el partido. Pensalo. Es patético.—Repito: mucha racionalidad pero igual apasiona más. ¿Por qué?—Porque un tipo que vale 20 millones todavía puede errarse un gol abajo del arco. Y porque ese tipo también sos vos, que fuiste a comer un asado, dijiste "vamos a patear un rato", tranquilo, y a los dos segundos te estás cagando a patadas con tus amigos.
sábado, 8 de septiembre de 2007
No escamotear la historia
¿Para qué volver sobre el pasado?, el enunciado en boga de estos tiempos. En el fútbol, gran parte de sus protagonistas repiten la muletilla: "los antecedentes no importan". Será por el exitismo que corroe al fútbol argentino o, quizás, por sólidos mecanismos de negación impuestos desde la pantalla chica. Allí, claro, un cúmulo de programas a toda hora designan, imponen, "reflejan" cómo es un hincha. Más: cómo debiera ser.
Dos ejemplos aportan pruebas contundentes de la eficacia mediática. Por la séptima del clausura, ayer, Tigre sacó chapa en Jujuy venciendo al lobo. Hecho que lo catapultó a la punta del campeonato tras lidiar, durante décadas, contra las complejidades del ascenso nacional. Y no faltaron quejas de la parcialidad jujeña por el rendimiento de su equipo teniendo en cuenta la estatura del adversario. "Hay que ganarles a estos muertos de la b", tronó contundente desde las gradas locales.
Ahora bien: revisando estadísticas, puede desgranarse algunos datos para iluminar mejor la cuestión. Gimnasia de Jujuy nació en 1931, computa 8 presentaciones en los campeonatos nacionales y desde 1992 alterna en la primera categoría. En tanto, el Matador de Victoria es de 1902 y con la llegada el profesionalismo en 1931, fue uno de los 18 clubes fundadores de la Liga Argentina de Fútbol. Permaneció en Primera hasta su primer descenso en 1942 sumando un total (hasta el momento) de 24 años en la máxima categoría. Sin contar, por otra parte, el desfile de cracks que vistieron la azul y roja. Por caso: Bernabé Ferreyra, Miguel Armando Rugilo o Ernesto Cucchiaroni.
También ayer ocurrió un hecho semejante en el match que Banfield le ganó a Rosario Central (3-2) tras ir 0-2 en el score. Desde la parcialidad del sur, todavía con el resultado adverso, bajó un clásico de estos tiempos televisivos: "jugadores la concha de su madre/a ver si ponen huevo/que no juegan con nadie". Para que la muchachada del taladro tome nota: prescindiendo del historial entre ambos (32 victorias canallas contra 20 de Banfield), ese rival invisible no solo está en entre los primeros 10 del fútbol nuestro sino que suma 4 títulos, 1 Copa Conmebol (1995) y una estela de figuras proyectadas al exterior. ¿Banfield? Cuartos de final en la Libertadores 05, un par de títulos de ascenso y algunos nombres históricos: el empresario Florencio Solá y el ex Pte. de AFA, Valentín Suárez. Las cosas como son.
Dos ejemplos aportan pruebas contundentes de la eficacia mediática. Por la séptima del clausura, ayer, Tigre sacó chapa en Jujuy venciendo al lobo. Hecho que lo catapultó a la punta del campeonato tras lidiar, durante décadas, contra las complejidades del ascenso nacional. Y no faltaron quejas de la parcialidad jujeña por el rendimiento de su equipo teniendo en cuenta la estatura del adversario. "Hay que ganarles a estos muertos de la b", tronó contundente desde las gradas locales.
Ahora bien: revisando estadísticas, puede desgranarse algunos datos para iluminar mejor la cuestión. Gimnasia de Jujuy nació en 1931, computa 8 presentaciones en los campeonatos nacionales y desde 1992 alterna en la primera categoría. En tanto, el Matador de Victoria es de 1902 y con la llegada el profesionalismo en 1931, fue uno de los 18 clubes fundadores de la Liga Argentina de Fútbol. Permaneció en Primera hasta su primer descenso en 1942 sumando un total (hasta el momento) de 24 años en la máxima categoría. Sin contar, por otra parte, el desfile de cracks que vistieron la azul y roja. Por caso: Bernabé Ferreyra, Miguel Armando Rugilo o Ernesto Cucchiaroni.
También ayer ocurrió un hecho semejante en el match que Banfield le ganó a Rosario Central (3-2) tras ir 0-2 en el score. Desde la parcialidad del sur, todavía con el resultado adverso, bajó un clásico de estos tiempos televisivos: "jugadores la concha de su madre/a ver si ponen huevo/que no juegan con nadie". Para que la muchachada del taladro tome nota: prescindiendo del historial entre ambos (32 victorias canallas contra 20 de Banfield), ese rival invisible no solo está en entre los primeros 10 del fútbol nuestro sino que suma 4 títulos, 1 Copa Conmebol (1995) y una estela de figuras proyectadas al exterior. ¿Banfield? Cuartos de final en la Libertadores 05, un par de títulos de ascenso y algunos nombres históricos: el empresario Florencio Solá y el ex Pte. de AFA, Valentín Suárez. Las cosas como son.
jueves, 6 de septiembre de 2007
Hay que sumar de a tres
Promediando este Apertura plagado de sorpresas en el score, malos arbitrajes y visitantes que exceden el 50 por ciento reglamentado por las autoridades, la tabla de posiciones arroja datos singulares sobre la faena cosechada por cada equipo. Por ejemplo, ayer River, tras su victoria ante Ñuls, saltó sin escalas del puesto dieciocho al sexto. Claro que en companía de otros 6 equipos (Ñuls, Argentinos, Banfield, San Martín de San Juan, Huracán y Colón). Otro ejemplo ilustrativo son los de Independiente, Vélez, Lanús y Tigre quienes secundan al encumbrado Boca: todos computan 2 derrotas en 6 juegos. Demasiado para proyectar cosas importantes, no? Sin embargo, están ahí.
En la B metropolitana, que volvío a los tradicionales campeonatos largos, All Boys no penó haber repartido puntos con Estudiantes de Buenos Aires. Y eso que ganaron Atlanta y Deportivo Morón, inmediatos perseguidores del cuadro de floresta.
Números, en definitiva, que refuerzan la mentada paridad de un cértamen donde el empate cotiza en baja. ¿Indicará esto un renovado cambio ofensivo en la propuesta de los detés?
En la B metropolitana, que volvío a los tradicionales campeonatos largos, All Boys no penó haber repartido puntos con Estudiantes de Buenos Aires. Y eso que ganaron Atlanta y Deportivo Morón, inmediatos perseguidores del cuadro de floresta.
Números, en definitiva, que refuerzan la mentada paridad de un cértamen donde el empate cotiza en baja. ¿Indicará esto un renovado cambio ofensivo en la propuesta de los detés?
lunes, 3 de septiembre de 2007
Riquelme, Carrizo y los mamarrachos
Por Walter Vargas
La complejidad del tema impone reponer la obviedad de que las sandías son las sandías y los melones son los melones. ¿Le hace bien al fútbol argentino el regreso de los dos notorios que en realidad jamás se habían ido? Sí señor: le hace muy bien. Muy bien le hace que JP Carrizo ataje y JR Riquelme organice y, si cuadra, ejecute. Hablamos de uno de los arqueros más promisorios surgidos en este segmento del siglo y hablamos, polémicas al margen, de uno de nuestros mejores futbolistas de 1996 para acá. En términos de calidad la ganancia es altísima. Cabe, pues, celebrarla. (De paso: todas las señales sugieren que la dirigencia de Boca consumará una de esas victorias que en el barrio llamábamos "la chancha y las 20"). Ahora, ¿y de los procedimientos qué? ¿No sabe brumoso que en todo este tiempo Carrizo fuera de la Lazio, que al mismo tiempo fuera de River y que en sentido estricto no fuera de ninguno? ¿No huele a hijos y entenados que a Boca se le conceda la prórroga de la prórroga? ¿No era que el 31 de agosto se bajaban los cortinados y a partir de entonces no había derecho al pataleo? ¿Olimpo, Tigre, San Martín de San Juan u otros clubes así de glamorosos hubieran dispuesto de los mismos guiños? Luego, ¿semejante maniobra no mella aún más la seriedad de un fútbol que organizativamente anda por el cuarto subsuelo? Que Germán Herrera ya haya jugado dos veces contra el mismo rival es un mamarracho. Que dentro de un par de meses Santiago Silva vuelva a jugar contra Central es un mamarracho. Que aún haya jugadores que vienen y jugadores que van es un mamarracho. Ojo con confundir flexibilidad con ligereza. Ojo con fomentar el dislate. Ojo con naturalizar el vale todo.
La complejidad del tema impone reponer la obviedad de que las sandías son las sandías y los melones son los melones. ¿Le hace bien al fútbol argentino el regreso de los dos notorios que en realidad jamás se habían ido? Sí señor: le hace muy bien. Muy bien le hace que JP Carrizo ataje y JR Riquelme organice y, si cuadra, ejecute. Hablamos de uno de los arqueros más promisorios surgidos en este segmento del siglo y hablamos, polémicas al margen, de uno de nuestros mejores futbolistas de 1996 para acá. En términos de calidad la ganancia es altísima. Cabe, pues, celebrarla. (De paso: todas las señales sugieren que la dirigencia de Boca consumará una de esas victorias que en el barrio llamábamos "la chancha y las 20"). Ahora, ¿y de los procedimientos qué? ¿No sabe brumoso que en todo este tiempo Carrizo fuera de la Lazio, que al mismo tiempo fuera de River y que en sentido estricto no fuera de ninguno? ¿No huele a hijos y entenados que a Boca se le conceda la prórroga de la prórroga? ¿No era que el 31 de agosto se bajaban los cortinados y a partir de entonces no había derecho al pataleo? ¿Olimpo, Tigre, San Martín de San Juan u otros clubes así de glamorosos hubieran dispuesto de los mismos guiños? Luego, ¿semejante maniobra no mella aún más la seriedad de un fútbol que organizativamente anda por el cuarto subsuelo? Que Germán Herrera ya haya jugado dos veces contra el mismo rival es un mamarracho. Que dentro de un par de meses Santiago Silva vuelva a jugar contra Central es un mamarracho. Que aún haya jugadores que vienen y jugadores que van es un mamarracho. Ojo con confundir flexibilidad con ligereza. Ojo con fomentar el dislate. Ojo con naturalizar el vale todo.
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